¿Las multinacionales son compatibles con el clima?

Cita: 

Petitjean, Olivier [2015], “¿Las multinacionales son compatibles con el clima?”, Pasarelle, Ritimo, (13):31-36

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
2015
Tema: 
Cuestionamiento de fondo a la acción de las empresas multinacionales y su impacto en el medio ambiente
Idea principal: 

Olivier Petitjean es encargado de Redacción de Basta!, un medio digital independiente que se enfoca a los temas de movimientos sociales, problemas ambientales y económicos. Se encarga de L’Observatoire des multinationales, publicado por Alter-médias, que también publica Basta!


Los ‘bad boys’ del clima

Petitjean recupera las evidencias de la participación de las multinacionales de la energía, el petróleo y el gas en el calentamiento global:

- Según un estudio difundido en 2013 por The Guardian [no da la referencia precisa], 90 empresas públicas y privadas fueron responsables por la emisión de 63% de las emisiones de gases de efecto invernadero entre 1751 y 2010. Entre las primeras se encuentran las petroleras ExxonMobil, Chevron, BP, y Shell.

- Estas empresas siguen actuando en detrimento de los acuerdos nacionales e internacionales de freno al cambio climático a través del cabildeo para eliminar cualquier intento de regulación de las emisiones de CO2.

- Siguen desarrollando proyectos de extracción de gas y petróleo en condiciones cada vez más extremas (extracciones offshore profundo, Ártico) o de forma cada vez más contaminante (arenas bituminosas, gas de esquisto) (p. 31-33).

Los hidrocarburos en el centro de la economía

El autor presenta una radiografía de la interrelación entre los diferentes sectores de la economía y las energías fósiles, demostrando su centralidad en el sistema productivo:

- Las empresas de servicios para las petroleras (Halliburton, o Tecnip y Vallourec), así como las empresas del agua y de gestión de los residuos (Suez y Veolia) están inmediatamente relacionadas con el sector de las energías fósiles.

- Las empresas de producción y distribución de electricidad y gas dependen directamente de las grandes empresas de petróleo.

- Otros sectores industriales, como el cemento y la siderurgia, son consumidores importantes de carbón. Las otras empresas mineras necesitan enormes cantidades de energía.

- Las empresas químicas son consumidoras importantes de petróleo y de gas como materia prima.

- Las empresas agrícolas también dependen del sector de los hidrocarburos para su suministro en fertilizantes y en productos fitosanitarios.

- El sector automotriz sigue basado en el combustible fósil.

- Los bancos financian a las empresas y los proyectos de extracción de hidrocarburos (p. 33-34).

Soluciones

La búsqueda de soluciones al efecto negativo del cambio climático suele ser promovida por las multinacionales, pero en la lógica del mercado. Se propone la creación de mercados para limitar la generación de contaminantes, lo que se ve como una fuente más de beneficios, generalmente garantizada por los gobiernos nacionales y las organizaciones internacionales. Para Petitjean, buscar una solución de fondo implica cuestionar los fundamentos del sistema: el consumismo y la lógica de acumulación (p. 34-35).

Cuestiones de fondo

El autor señala que un cambio verdadero que conviva con la operación de las empresas que hoy contaminan, requeriría que éstas modificaran substancialmente su modo de producir, la tecnología que desarrollan y su objetivo fundamental, aumentar sus beneficios (p. 35).

Modelo económico

La conclusión es que las resoluciones para limitar las actividades de las multinacionales de la energía en la COP21 seguirán siendo mínimas y que serán los ciudadanos quienes pagarán los costos. Por tanto, es necesario abrir las puertas al pluralismo económico y que la empresa privada no sea el actor dominante, sino que se dé espacio a otro tipo de economía basada en los servicios públicos, la economía social y solidaria, los bienes comunes y los intercambios no monetarios (p. 36).

Nexo con el tema que estudiamos: 

El cambio climático es uno de los límites del sistema capitalista, cuya potencia reside en dar lugar a formas sociales menos predatorias. Aunque las propuestas al final del artículo parecen insuficientes, el planteamiento central es que las empresas multinacionales son incompatibles con un modo de vivir que apueste por el equilibrio ambiental y social, alejándose de los principios del capitalismo verde.