El debate en torno a la economía política de El Moderno Sistema-Mundial

Cita: 

Wallerstein, Immanuel [2011], “El debate en torno a la economía política de El Moderno Sistema-Mundial, Mundo Siglo XXI, México, CIECAS-IPN, 24(VI):5-12, primavera

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
2011
Tema: 
Evaluación panorámica del Moderno Sistema-Mundial a partir de las críticas realizadas a esta teoría
Idea principal: 

Immanuel Wallerstein es investigador-profesor de la Universidad de Yale.

Texto disponible en: http://www.mundosigloxxi.ciecas.ipn.mx/pdf/v06/24/01.pdf


Para el autor los acontecimientos que se desarrollaron al período posterior a1945, llamado de modernización o de desarrollo económico no puede examinarse país por país. De esta forma, el autor propone tres premisas para poder explicar este período.

En primer lugar, comprender los acontecimientos dentro de una categoría más amplia, es decir, un sistema-mundo; un mundo, no el mundo. En segundo lugar, colocar a los diversos estados en sus relaciones entre sí, para entender cómo fue que algunos se convirtieron en líderes del rendimiento productivo. Y tercero, recurrir a los argumentos de los dependentistas para observar el desarrollo del subdesarrollo (p. 7).

Ante el aparato teórico que desarrolló Wallerstein, se generaron diversas críticas, las cuales han sido catalogadas por el propio autor como críticas principales (“rechazan el análisis de los sistemas-mundo como modo de análisis cuyos fundamentos no están en consonancia con el modo de análisis de ellas”); las críticas que define como mínimas porque se concentran en detalles; y las críticas que buscan revisar las premisas básicas del análisis de los sistemas-mundo a través de remover el guión y el plural (p. 7).

Las críticas principales

Las principales críticas provienen de los weberianos post-1945 y los marxistas ortodoxos, quienes diferían radicalmente de las estrategias políticas y en sus interpretaciones, aunque estaban de acuerdo con ciertas premisas fundamentales: “La primera consistía en la naturaleza de la lucha de clases bajo el capitalismo […]. La segunda era la primacía de la base económica en relación a la superestructura política y cultural. La tercera, la primacía de los factores internos […] sobre los factores externos […] en las explicaciones causales. La cuarta consistía en la inevitabilidad del progreso en términos de una secuencia de los diferentes modos de producción” (p. 7).

El capitalismo es la característica de un sistema-mundo, del tipo específico que denomina economía-mundo; las clases son las clases del sistema-mundo; y las estructuras estatales existen dentro del sistema-mundo (p. 8).

Las críticas mínimas

Estas se centran alrededor de tres temas: 1) las fronteras del sistema-mundo moderno; 2) los límites temporales del sistema-mundo moderno; y, 3) las variables institucionales que deben tomarse en consideración (p. 10).

En cuanto a las primeras, Wallerstein considera que existen fronteras reales de lo que debe ser considerado dentro y fuera de la economía-mundo capitalista. De esta forma, es dentro de estas fronteras que se puede hablar de centro, periferia y semiperiferia (p. 10). Sin embargo, es un hecho que la idea de que existen zonas fuera del funcionamiento del sistema con algún tipo de relación comercial con él es una idea crucial para seguir teorizando. Esto sienta las bases para comprender cómo el sistema-mundo moderno no era en sus inicios de su extensión global y sólo llegó a serlo a mediados del siglo XIX (p. 10).

En cuanto a las críticas temporales, el autor considera que no existe un marco teórico macrohistórico que haya alcanzado una explicación satisfactoria de la naturaleza del feudalismo europeo en lo que se suele considerar su apogeo, el período 1000-1500 d.C. (pp. 10-11). Desde su punto de vista, el “sistema feudal de la Europa medieval se define mejor como un imperio-mundo desintegrado, mantenido apenas unido, por la Iglesia Católica Romana” (p. 11). El siglo XVII es caracterizado no como una “crisis” que suscita una especie de retorno al “feudalismo”, sino como el “endurecimiento de la estructura de la economía-mundo capitalista”; lo que hace posible la expansión del sistema aún más tanto intensiva como extensivamente (p. 11).

Finalmente, en torno a las críticas de descuidar todos los ámbitos no económicos, Wallerstein argumenta que la mejor respuesta a esta crítica es que no se puede hacer todo al mismo tiempo; sin embargo, sigue siendo fiel a su premisa epistemológica, de que sólo un análisis verdaderamente holístico nos puede decir algo importante acerca de cómo funciona el mundo real (p. 11).

El punto de vista revisionista del sistema-mundo

A partir de la década de 1990, se desarrollaron ideas que pusieron énfasis en la existencia y persistencia que, desde el siglo XV hasta nuestros días, había un sistema de tributo/comercio de Asia Oriental organizado por China (p. 11). Ejemplo de ello es el trabajo de André Gunder Frank (1998), Re-Oriente: Economía Global en la Era Asiática; sin embargo, a pesar de las críticas que puedan hacérsele, Wallerstein considera que el análisis de los sistemas-mundo seguirá jugando un papel intelectual importante, que aún no puede preverse con claridad (p. 12).

Conclusiones

El “análisis de los sistemas-mundo constituye un elemento necesario en la superación de los paradigmas constrictivos de las ciencias sociales del siglo XIX” (p. 12).

Trabajo de Fuentes: 

Gunder Frank, André [1998], Re-Oriente: Economía Global en la Era Asiática.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El sistema-mundo es una categoría que sirve para estudiar el desarrollo del capitalismo desde un enfoque macrohistórico, de ahí su importancia. De igual forma, sus postulados ayudan a comprender y analizar las relaciones actuales entre los estados; las empresas transnacionales y las sociedades.

Se han desarrollado diversas explicaciones en torno a fenómenos y procesos actuales desde esta perspectiva, lo que ha enriquecido los debates en cuanto a la crisis del capitalismo que estamos viviendo desde el 2008.