Upstream with half a paddle. The challenges for ExxonMobil’s new boss. The world’s biggest private oil company used to be peerless. That has changed

Cita: 

The Economist [2017], "Upstream with half a paddle. The challenges for ExxonMobil’s new boss. The world’s biggest private oil company used to be peerless. That has changed", The Economist, London, 4 de febrero, http://www.economist.com/news/business/21716073-worlds-biggest-private-o...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Febrero 4, 2017
Tema: 
La situación actual de ExxonMobil y los retos que ha de afrontar el nuevo director ejecutivo de la empresa
Idea principal: 

Tras la salida de Rex Tillerson para integrarse en el gabinete de Donald Trump como Secretario de estado de los Estados Unidos, la empresa petrolera ExxonMobil pasa a ser dirigida por Darren Woods, un personaje del que se sabe muy poco salvo que viene de la eficiente sección de refinería y química de la empresa, que le ha valido a ExxonMobil ser considerada la “compañía petrolera mejor ‘integrada’ del mundo”. En contraste con lo poco que se sabe de Woods, son muchos los retos que la empresa que dirige tendrá que enfrentar.

En los últimos años la empresa ha tenido ganancias decrecientes y en todo el 2016 ExxonMobil ganó menos de lo que solía ganar en un cuatrimestre en años como 2011 o 2012 e incluso menos de lo que Exxon ganaba antes de su fusión con Mobil en 1999. Esto ha sacudido fuertemente el precio de sus acciones desde 2014 y provocó que perdiera su rating crediticio de AAA. Esta situación no es privativa de ExxonMobil. También las ganancias de las otras grandes empresas petroleras se han visto mermadas por la caída en los precios del petróleo durante los dos años y medio más recientes. Es en este contexto que ExxonMobil está luchando por encontrar fuentes de bajo costo para la producción de petróleo para prepararse ante un escenario de sobreoferta mundial.

A pesar de este panorama negativo, fue una sorpresa que la empresa redujera el valor de sus activos en gas natural en Estados Unidos en 2 mil millones de dólares, pues en el pasado se había negado a hacerlo. A esto se sumará que en las próximas semanas la empresa quitará 4.6 miles de millones de barriles de crudo norteamericano de sus reservas probadas de 25 mil millones de barriles debido a que son muy costosas para que se puedan explotar rentablemente.

Como consecuencia de lo anterior, y rompiendo con la tendencia histórica, el precio de las acciones de ExxonMobil se ubica 20% por detrás del de Chevron, su mayor rival estadunidense. El rezago de los precios de las acciones de ExxonMobil respecto de las de Chevron se explica además en una medida importante porque los activos relacionados con el gas –hacia los cuales se ha orientado ExxonMobil– se han depreciado aún más que los activos vinculados al petróleo –por los cuales ha apostado Chevron. Las acciones de ExxonMobil se encuentran también por detrás de las de sus rivales europeos Royal Dutch Shell, BP y Total.

Para hacer frente a este problema, la primera acción de Woods al frente de la compañía fue la compra de algunas compañías en la zona conocida como Cuenca Pérmica –una de las regiones más prolíficas para la extracción de combustibles fósiles en los Estados Unidos, ubicada en los estados de Texas y Nuevo México– por 6.6 miles de millones de dólares (en acciones y en efectivo)* con la finalidad de elevar su producción de petróleo y gas natural en la región de 140 mil barriles diarios a 350 mil barriles diarios. “ExxonMobil espera que la adquisición de más depósitos de esquisto elevará la proporción en su portafolio de petróleo y gas que es relativamente rápido y barato de producir, comparado con los proyectos más costosos y complejos en lugares como el ártico ruso”. Otra alternativa para ExxonMobil bajo el mando de Woods sería hacer acuerdos en el Golfo Pérsico, donde producir petróleo es barato pero donde hay mayores presiones competitivas y geopolíticas.

Un reto adicional para ExxonMobil y Woods es la incertidumbre que el cambio climático genera sobre la demanda futura de combustibles fósiles. Ante la demanda de mayor transparencia por parte de inversionistas y activistas ambientales, la empresa incorporó a su junta a Susan Avery, una científica ambiental que antes asesoró a la ONU. Muchas personas consideraron esta incorporación como una artimaña publicitaria por parte de ExxonMobil; no obstante, podría ser un audaz movimiento para dar forma a su pensamiento y acción sobre el cambio climático.

Un riesgo es que con Rex Tillerson –anterior director ejecutivo de ExxonMobil– trabajando de cerca con Donald Trump, la empresa utilice su influencia y opere a su favor en cuestiones importantes. Un ejemplo de esto es que bajo la presión de las compañías petroleras –ExxonMobil incluida– los congresistas republicanos están planeando desechar una nueva reglamentación para reducir la corrupción en los países con grandes reservas de petróleo que obliga a las empresas petroleras a hacer públicos todos los pagos que hacen a los gobiernos extranjeros.

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* ExxonMobil [2017], ExxonMobil to Acquire Companies Doubling Permian Basin Resourse to 6 Billion Barrels, New York, http://news.exxonmobil.com/press-release/exxonmobil-acquire-companies-do..., 17 de enero de 2017.

Nexo con el tema que estudiamos: 

ExxonMobil, además de ser una de las diez empresas más grandes del mundo, es la empresa privada más importante de uno de los sectores cuya producción es estratégica en el capitalismo contemporáneo: la industria petrolera. Las estrategias de reconfiguración que una empresa tan importante como esta asume son relevantes para captar las tendencias de la dominación capitalista.

La caída de las ganancias por numerosos años consecutivos en la industria petrolera da cuenta del grave atolladero en que se halla sumida la acumulación mundial del capital desde la crisis que inició en 2007-2008. Esta caída en las ganancias tiende a aumentar la competencia intercapitalista entre las grandes compañías petroleras y a exacerbar los distintos mecanismos a través de los cuales los capitales buscan apuntalar su tasa de ganancia, desde el recurso a la innovación tecnológica hasta el despojo a las comunidades para acceder a zonas con donde la naturaleza es más fértil. Asimismo, las estrategias para hacer frente a la crisis de valorización –que pasan por una mayor explotación de los yacimientos de gas y petróleo esquisto– nos permiten entrever el carácter ecocida del capitalismo contemporáneo y el aferramiento que hay por parte de éste al patrón tecnoenergético fosilista, aun cuando para ocultar dicho aferramiento las grandes corporaciones petroleras incorporen a científicos ambientales a sus juntas directivas.

ExxonMobil es hoy día un escenario típico de las relaciones de la élite del poder, con personajes desfilando de las coporaciones hacia el gobierno y fuertes ligas con el sector militar, con prácticas de lobby y de corrupción para obtener ventajas en Estados Unidos y el extranjero. Se trata de toda una potencia corporativa.