Russia and America. Donald Trump seeks a grand bargain with Vladimir Putin. It is a terrible idea

Cita: 

The Economist [2017], "Russia and America. Donald Trump seeks a grand bargain with Vladimir Putin. It is a terrible idea", The Economist, London, 11 de febrero, http://www.economist.com/news/leaders/21716609-it-terrible-idea-donald-t...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Febrero 11, 2017
Tema: 
La relación de Estados Unidos con Rusia en el gobierno de Trump
Idea principal: 

Parece que Donald Trump quiere forjar una nueva alineación estratégica con Rusia. Cuando en una entrevista en Fox News se le dijo a Trump que Putin era un asesino, el presidente estadounidense replicó que “Hay un montón de asesinos, ¿Qué, piensas que nuestro país es muy inocente?”

Para un presidente estadounidense sugerir que su país es tan asesino como Rusia no tiene precedentes, es una declaración incorrecta y además es un regalo para los propagandistas de Moscú. Pensar que Putin tiene mucho que ofrecer a Estados Unidos es un error de cálculo no sólo en tema de poder e intereses de Rusia, sino también en cuanto al valor de lo que Estados Unidos tendría que renunciar a cambio de ello.

En el papel, Estados Unidos haría equipo con Putin para destruir el “terrorismo islámico radical” y en particular al Estado Islámico (IS). Además, Rusia podría estar de acuerdo en abandonar sus relaciones con Irán, un viejo enemigo de Estados Unidos en Oriente Medio y una amenaza para sus aliados, entre los cuales se encuentran Bahrein y Arabia Saudita.

A largo plazo, los lazos más estrechos con Rusia también podría ayudar a frenar la expansión china. Stephen Bannon, el asesor más alarmante de Trump, dijo el año pasado que no tenía ninguna duda de que habrá guerra en el Mar del Sur de China en un periodo de cinco a diez años. En este sentido, Estados Unidos tendría como aliado a una potencia nuclear con una frontera de 4,200 kilómetros con China.

La realidad es otra. Incluso si Putin y Trump compartieran un objetivo en común y a los estadounidenses no les importara convertirse en cómplices de las atrocidades rusas, las fuerzas estadounidenses y rusas no podrían combatir juntas fácilmente. Para lograrlo se requeriría compartir secretos militares que el Pentágono protege gastando una fortuna.

Rusia no está cerca de enfrentar a Irán, que es un mercado prometedor para sus exportaciones, además de que todo parece indicar que ambos países quieren trabajar juntos para gestionar el Medio Oriente, no para crear un conflicto sobre él.

La idea de que Rusia sería un buen aliado frente a China es aún menos realista. Rusia es mucho más débil que China; tiene una economía y una población en disminución y un ejército más pequeño. Putin valora el comercio con China, teme su poder militar y tiene mucho en común con sus líderes, al menos en su tendencia a intimidar a sus vecinos.

La falla en el cálculo más grave de Trump se encuentra en Europa. A Rusia le encantaría que Trump le diera una mayor libertad en los territorios cercanos a sus fronteras mediante, por ejemplo, el desmantelamiento de defensas antimisiles de Estados Unidos en Europa. A algunos de sus asesores les parece no importar si la Unión Europea se desmorona.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Con la llegada de Trump al poder será complicado mantener la estructura mundial que prevalece en la actualidad. Si se toma en cuenta que ésta se encuentra siempre en constante cambio, a partir de la toma de poder de Trump, que muestra de forma completamente abierta ideas e intenciones que pocas veces se habían visto en algún otro presidente, un cambio más notorio podría llegar a suceder, con una relación de Rusia con Estados Unidos mucho más estrecha y colaborativa después de haber pasado varios años en conflicto.

The Economist critica y ve como poco viable una alianza Estados Unidos - Rusia contra China, pero para el liderazgo estadounidense es mejor tener un aliado, así sea débil, que ninguno.