Call centres. The end of the line. Call centres have created millions of good jobs in the emerging world. Technology threatens to take those jobs away again

Cita: 

The Economist [2016], "Call centres. The end of the line. Call centres have created millions of good jobs in the emerging world. Technology threatens to take those jobs away again", The Economist, London, 6 de febrero,  http://www.economist.com/news/international/21690041-call-centres-have-c...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Febrero 6, 2016
Tema: 
Los call centers en Filipinas y las tendencias hacia la automatización en el sector, que amenazan con eliminar esos empleos
Idea principal: 

"Pocas veces un país ha sido transformado tanto por una industria como Filipinas lo ha sido por los call centers". Recientemente Filipinas superó a India como el país con más empleos de tiempo completo en call centers, concentrando el 26% de esos empleos en el mundo. Los empleos en los call centers se clasifican dentro de la más amplia "industria de la subcontratación", que incluye actividades tan diversas como contestar teléfonos o animar programas de televisión para empresas de los países desarrollados. "Esta industria laxamente definida emplea a 1.2 millones de personas y representa cerca del 8% del PIB en Filipinas".

Cuatro son las principales razones del éxito de los call centers en Filipinas: el mercado de telecomunicaciones está desregulado, lo que hace que los costos sean bajos; los call centers fueron designados por el gobierno como una industria de exportación, razón por la cual pagan impuestos muy bajos; las empresas querían diversificarse más allá de India; y la preferencia por parte de los clientes estadunidenses por el acento de los filipinos respecto del de los indios, hacia el cual tienen un marcado prejuicio. Este último factor no es irrelevante: debido al acento, los estadunidenses saben cuando están llamando a un call center en India; no sucede lo mismo cuando hablan con un filipino, pues a pesar de que reconocen que hablan con un extranjero, no pueden ubicar a dónde pertenece ese acento y dónde están llamando. "La relativa preferencia hacia los acentos filipinos ha sido tan fuerte que las grandes empresas indias de outsourcing […] han desplazado una parte de su 'trabajo vocal' a Manila".

Sin embargo, la proliferación de los call centers tiene también consecuencias negativas. Puesto que 70% de los filipinos empleados en el sector atienden al mercado estadounidense, buena parte de los filipinos tienen que trabajar durante la noche (considérese que el mediodía en Nueva York coincide con la medianoche en Filipinas). El trabajo en el turno nocturno es duro y a los empleados que laboran en dicho horario les resulta difícil dormir de día, conviven muy poco con sus seres queridos y se vuelven personas "tóxicas" al estar sujetas a los enojos e insultos de los estadunidenses, que aunque no conocen la nacionalidad de quien los atiende saben que es extranjero. Esto tiene también importantes efectos sobre la salud: estudios recientes sostienen que los empleados de los call centers pueden estar detrás de un alza en las infecciones de VIH y que son más propensos a consumir drogas. No obstante, aun cuando el turno nocturno es duro, "es mucho mejor que ser sirvienta en Arabia Saudita. Los filipinos han exportado trabajadores desde hace mucho tiempo: las remesas representan alrededor de 10% del PIB". Muchas de las personas que trabajan en call centers, de no haber encontrado empleo ahí, probablemente hubieran migrado al exterior.

Numerosos países están intentando copiar la historia de éxito de Filipinas con los call centers. Es muy probable que estos intentos fracasen y que el éxito de Filipinas se convierta en un terrible descalabro debido a que la "industria de los call centers" está al borde de un cambio profundo. Las nuevas tecnologías están por abolir muchos de los empleos de los call centers y por transformar otros. La mayor parte del trabajo de atención telefónica en los call centers de India y Filipinas es básico, tedioso y repetitivo, y puede ser sustituido por una máquina que lo hará mejor, con mayor eficiencia y más barato. Cada vez más las empresas occidentales invitan a sus clientes a establecer contacto por medio del correo electrónico o por chats online, donde sistemas automatizados resuelven sus dudas. Los sistemas más inteligentes transfieren las preguntas más complejas a operadores humanos "y aprenden de sus respuestas". Las mejoras en el software están también haciendo que los trabajadores de los call centers sean más eficientes, permitiéndoles recuperar la información de los clientes en sus pantallas y así evitando la necesidad de transferirlos a otros departamentos para resolver sus problemas.

Con el tiempo, los sistemas automáticos se harán más rápidos, más inteligentes y más baratos. Como consecuencia de esto, se preve que los trabajos más simples desaparecerán. Esto no significa que todos los empleos de los call centers desaparecerán, pero sí implica que estarán orientados ya no a labores repetitivas sino a persuadir a los consumidores para comprar otros productos y servicios. "Ese es un trabajo más difícil, que demanda mejores habilidades de lenguaje. Por tanto, la automatización implicará menos empleos, o al menos un crecimiento más lento, en India y Filipinas, pero más empleos en Estados Unidos y Europa". Estas transformaciones tendrán como consecuencia, en el mejor de los casos, que la creación de empleos será más lenta en Filipinas e India; en el peor de los casos, estos empleos desaparecerán.

Datos cruciales: 

26% de los empleos de tiempo completo en call centers en el mundo se ubican en Filipinas.

La "industria de la subcontratación" emplea a 1.2 millones de personas y representa cerca del 8% del PIB en Filipinas.

Las remesas representan alrededor de 10% del PIB de Filipinas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La evolución de la subcontratación en Filipinas ofrece una perspectiva del ciclo de las inversiones extranjeras: aprovechar los bajos costos y estímulos locales, produciendo una expansión importante de los empleos, y por tanto, del consumo, para posteriormente introducir mejoras técnicas y reducir la plantilla laboral o migrar en busca de mejores condiciones de rentabilidad. Ello muestra los límites de las estrategias de desarrollo fundadas en la presencia del capital extranjero.

En términos más amplios, las inversiones extranjeras pueden ser ligadas a la tendencia hacia la automatización total del proceso de trabajo, característica secular hacia la cual se ve empujado el capitalismo en su desarrollo como consecuencia de la competencia intercapitalista. La sustitución del trabajo vivo por el trabajo muerto, si bien permite a los capitales que se hallan en la vanguardia tecnológica obtener ganancias extraordinarias, crea a la larga más problemas que beneficios al sistema en su conjunto: produce una caída en la rentabilidad de la economía y, a la par, al dejar sin empleo y sin ingresos a una proporción creciente de la población, genera las condiciones que dificultan la realización de las mercancías y, por tanto, la valorización del capital. Estos factores empujan al sistema hacia la crisis.

Al seguir esta tendencia -que es inherente a su desarrollo- para obtener mayores ganancias que sus competidores, el capital apunta a restructurarse para salir de la crisis, a la vez que bloquea las condiciones para hacerlo. Esta es la tensión en la que se encuentra el capital a partir de la crisis de 2007-2008. Una eventual salida de la crisis económica por la que atraviesa el capitalismo podría darse –como apunta The Economist en otros textos- a partir de una nueva revolución industrial/tecnológica. Sin embargo, aun cuando pudiera superar su crisis económica, la modernidad capitalista se hallaría aún empantanada en medio de otras dimensiones -ecológica, política, alimentaria, sanitaria, etc.- que configuran la crisis civilizatoria que pone en cuestión su vigencia como sistema histórico.