The richest seam. Mining companies have dug themselves out of a hole. Electric vehicles and batteries are expected to create huge demand for copper and cobalt

Cita: 

The Economist [2017], "The richest seam. Mining companies have dug themselves out of a hole. Electric vehicles and batteries are expected to create huge demand for copper and cobalt", The Economist, London, 11 de marzo, http://www.economist.com/news/business/21718532-electric-vehicles-and-ba...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Marzo 11, 2017
Tema: 
La explotación de minerales necesarios para vehículos eléctricos como una nueva forma de aumentar ganancias
Idea principal: 

Glencore, un conglomerado de metales anglo-suizo es el mayor exportador mundial de carbón, además de ser uno de los mayores proveedores del mundo de cobre y el más grande de cobalto, parte del cual proviene de la inversión que hace en República Democrática del Congo. Estos dos son elementos vitales para los productos que utilizan tecnologías limpias, particularmente vehículos eléctricos y baterías.

Por ello existe optimismo en la industria minera. En los últimos años este negocio había sufrido una caída que Stanford C. Bernstein, una firma de investigación, dijo fue tan profunda como en la depresión. En 2014 – 2015, las cuatro principales compañías mineras (BHP Billiton, Rio Tinto, Glencore y Anglo American) perdieron casi 20 mil millones de dólares (mmd) debido al desplome del precio de materias primas. Glencore, que fue el más afectado, emitió acciones para rescatar su balance.

Recientemente, gracias al aumento del valor de los productos básicos, esas cuatro empresas no sólo pasaron de tener enormes pérdidas a recuperar sus ganancias, sino también lograron reducir su deuda neta en casi 25 mmd durante 2016. El foco principal de todas las empresas mineras está en la reconstrucción de sus balances y en premiar a los accionistas que han mantenido su confianza en ellas.

El año pasado, BHP declaró que 2017 podría ser el año en que la revolución de los coches eléctricos realmente se inicie. En noviembre, China Molybdenum, que cotiza en Shangai, se convirtió en dueño de la mayor parte de Tenke Fungurume, una gran mina de cobre y cobalto en República Democrática del Congo.

BHP estima que un vehículo eléctrico alimentado por batería contará en promedio con 80 kilogramos de cobre, cuatro veces más que un motor de combustión interna.

De acuerdo con Stanford C. Bernstein, los suministros mundiales de cobre se tendrían que duplicarse para satisfacer la demanda que el aumento de vehículos eléctricos traerá consigo. El suministro podría ser superado por la demanda en los próximos años, lo que aumentaría los precios que estimularían la inversión en las minas. Ello también podría provocar la búsqueda de otros materiales como el aluminio.

Se cree que la mayor parte de los materiales necesarios para fabricar vehículos eléctricos y baterías se encuentran en República Democrática del Congo, pero empresas como BHP y Rio se abstienen de invertir debido a las preocupaciones que tienen sobre la estabilidad, la transparencia y la gobernabilidad del país.

La empresa canadiense Ivanhoe dijo recientemente que planea desarrollar el depósito Kamoa-Kakula en ese país, al que llama el mayor descubrimiento de cobre hecho hasta ahora. Zijin, una minera china, le está pagando a Ivanhoe la mitad de su participación mayoritaria en Kamoa-Kakula.

Datos cruciales: 

Una gráfica muestra el gasto de capital de las cuatro principales compañías mineras desde 2007 hasta 2017. En general, el gasto de las 4 ha mostrado una importante disminución a partir de 2014.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Un cambio en el patrón de consumo energético está siendo visto como una gran oportunidad para las empresas mineras que buscan ampliar sus ganancias. La búsqueda de fuentes de energía que perjudiquen menos el ambiente es una necesidad que cada día toma mayor importancia.

En este sentido, el auge de los vehículos eléctricos como sustitutos de vehículos que funcionan con gasolina juega un papel de gran impacto, tanto para las posibles soluciones a la crisis ambiental por la que atravesamos, como para las compañías mineras más grandes del mundo, que quieren seguir explotando el planeta sin importar las consecuencias que ello tenga, en busca de un aumento exponencial de su riqueza.

Destaca la relación orgánica entre este supuesto avance tecnológico y ambiental con el impulso de actividades y regímenes políticos depredadores. La alternativa no es sólo el motor eléctrico o solar si no el transporte colectivo y la desconcentración de las urbanizaciones.