El avance científico y tecnológico de las últimas décadas ha permitido desarrollar innovaciones en áreas como la genética humana, molecular e inclusive en el campo de la biogenética. Los avances han sido extraordinarios, sin embargo, dichos logros han sido posibles por la fuerte inversión de capitales privados en investigación tanto técnica como científica. La participación de estos agentes económicos, que a través de la inyección de fuertes cantidades de capital en investigación científica, genera un gran sesgo en el desarrollo científico mismo, puesto que los descubrimientos e innovaciones son creados sobre la base de la propiedad privada y sobre el interés de un particular.

En el capitalismo contemporáneo, diversas empresas, principalmente aquellas inmersas en el campo de la farmacéutica y el conocimiento han invertido en investigaciones biotecnológicas que les permiten tener, así como comprar o adquirir patentes valuadas en millones de dólares. Editas Medicine es un ejemplo de lo anterior. Esta empresa, ubicada en Cambridge Massachusetts, ha puesto a la venta sus acciones en una primera oferta pública, con el objetivo de obtener una fuerte cantidad de recursos.

Las acciones de Editas Medicine al parecer han atraído la atención de grandes inversionistas. En esta empresa se busca trabajar con una nueva tecnología revolucionaria llamada CRISPR-Cas9, que permite que el ADN sea cortado y editado casi con la misma facilidad con que se podría reescribir un documento en una computadora. Editas Medicine ha recaudado ya 163 millones de dólares de inversionistas privados y está buscando otros 100 millones de dólares en los mercados. Su objetivo inicial es comenzar ensayos clínicos para 2017 sobre un posible tratamiento para una forma rara de ceguera.

Editas Medicine no es la única que busca la tecnología CRISPR-Cas9. Caribou Biosciences, CRISPR Therapeutics y Intellia Therapeutics, Bluebird Bio y Sangamo son algunas de las firmas interesadas en trabajar en edición de genes.

En los últimos dos años, alrededor de mil millones de dólares de financiamiento de capital de riesgo se ha invertido en nuevas tecnologías de edición de genes, según el Boston Consulting Group. Resulta interesante notar que la investigación científica ha ido en función de poder controlar los genes de las especies y la inversión privada ha jugado un papel importante en esto.

En el discurso de los investigadores científicos sobre este tema, se alza la bandera de que la biotecnología ofrece tratamientos para curar una amplia gama de condiciones, y no sólo las relacionadas con genes mutados. Editas pretende destacarse de la multitud y reclutar a buenos científicos y conseguir el apoyo de inversionistas privados que tales como Google, Bill Gates y Fidelity Investments, así como tres patrocinadores de capital de riesgo, Polaris Partners, Third Rock y Flagship Ventures.

Al parecer, el financiamiento de grandes transnacionales a la investigación científica se ha vuelto tendencia, en tanto su inversión les generará grandes intereses y utilidades. En este sentido, el capital privado tiende a cooptar el desarrollo de la investigación científica, orientándose en un solo objetivo que es la acumulación de grandes cantidades de capital provenientes de las patentes biotecnológicas que deriven de dicha investigación.