Oil benchmarks. Crude measure. American oil exports have boosted the WTI benchmark, for now

Cita: 

The Economist [2016], “Oil benchmarks. Crude measure. American oil exports have boosted the WTI benchmark, for now”, The Economist, London, 9 de enero, http://www.economist.com/news/finance-and-economics/21685485-american-oi...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Enero 9, 2016
Fecha de publicación: 
Enero, 2016
Tema: 
Estándares comerciales del petróleo: la West Texas Intermediate vs el estándar europeo Brent
Idea principal: 

Hace cuarenta años, Estados Unidos, recuperándose de la crisis petrolera de 1973, prohibió la mayoría de las exportaciones de crudo. Sin embargo, esa regulación ha quedado derogada, pues desde diciembre de 2015, el Congreso estadounidense levantó dicha prohibición y el primer embarque de crudo pudo zarpar el 31 de diciembre de 2015 desde el puerto texano de Corpus Christi.

Con este cambio en las políticas energéticas estadounidenses ha cambiado también el panorama del comercio mundial de crudo, pues con este hecho los precios por barril de crudo comienzan a fluctuar más. Debe destacarse que no todos los barriles de crudo son iguales, éstos pueden ser crudos viscosos como el alquitrán o muy ligeros que es posible que floten en el agua. La compra y venta de crudo es continua, no obstante, los comerciantes del mismo han creado estándares de referencia para dar sentido al mercado. El estándar de Brent, del Mar del Norte, es el estándar internacional actual, aunque los estadounidenses prefieren utilizar un estándar similar conocido como el West Texas Intermediate (WTI).

Hace algunos años, el West Texas Intermediate fue el principal punto de referencia mundial de comercio de crudo, dado que poseía una serie de ventajas sobre el estándar Brent. Sin embargo, con el auge del petróleo de esquisto, la producción estadounidense de crudo tuvo un auge significativo, primero en Cushing, Oklahoma, y luego, en refinerías del Golfo de México. Este exceso de oferta del WTI empujó los precios del crudo estadounidense por debajo del Brent, que en 2011 alcanzó su mínimo en 28 dólares por barril. Lo anterior provocó que los comerciantes rechazaran la mezcla WTI a favor del Brent y que a principios de 2012 los contratos vinculados a la mezcla Brent superaron a aquellos ligados a la WTI.

En la actualidad, con la reanudación de las exportaciones estadounidenses de crudo, el panorama del mercado mundial de petróleo ha cambiado. El West Texas Intermediate ha recuperado su posición como uno de los puntos de referencia del petróleo más negociado. No obstante, parece ser que este cambio resulta ser más una distracción en comparación con otro hecho en el mercado del petróleo: su centro de gravedad está moviéndose paulatinamente hacia el Este. De tal manera que, en las últimas proyecciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dadas a conocer, se espera que la demanda en Asia crezca 16 millones de barriles diarios para 2040. Si lo anterior ocurre, Asia terminaría consumiendo más de 46 millones de barriles diarios, cuatro veces más que Europa.

En este sentido, un buen estándar de referencia tiene que reflejar la oferta y la demanda de petróleo dondequiera que se utilice, pero si, por su parte, el WTI continúa reflejando la influencia de los cuellos de botella en el mercado estadounidense de crudo, y por otra parte, el Brent sólo vislumbra el mercado de petróleo del noroeste de Europa, ambos estándares quedarían en desventaja con el avance de la demanda asiática sobre el crudo. Lo anterior sugiere que, en un tiempo próximo, un punto de referencia asiático del mercado petrolero tomará la delantera. De tal forma, no resulta extraño que el Shanghai International Energy Exchange lance su propio contrato en yuanes de ventas petroleras durante este 2016.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Durante 2016, el mercado mundial del petróleo se enfrentó a grandes oscilaciones sobre el precio por barril. Una de las causas, sino es que la principal fue que Estados Unidos había pasado de ser un consumidor neto a productor petrolero mundial. Este hecho significaba que la oferta a nivel mundial habría de sufrir una transformación, y así fue.

La liberación de las exportaciones desde Estados Unidos plantea la desconexión entre los intereses nacionales (seguridad energética) y los intereses de las corporaciones petroleras que hacen grandes negocios vendiendo crudo y productos refinados. También debemos preguntar a quién beneficia la desestabilización del mercado petrolero por el crecimiento de la oferta.