Conflictos socio-ambientales, resistencias ciudadanas y violencia neo-liberal en México

Cita: 

Toledo, Víctor, David Garrido y Narciso Barrera [2014], “Conflictos socio-ambientales, resistencias ciudadanas y violencia neo-liberal en México”, Ecología Política Cuadernos de Debate Internacional, Barcelona, 46 (41): 115-124

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Marzo, 2014
Tema: 
El artículo invita a reflexionar sobre los crecientes conflictos socio-ambientales en México, atendiendo las resistencias formuladas desde la sociedad civil y la respuesta violenta por parte de los tres niveles de gobierno
Idea principal: 

Víctor Toledo es investigador Titular C del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, adscrito al área de Etnoecología. Toledo ha teorizado sobre el metabolismo social con énfasis en las regiones rurales y es uno de los fundadores a nivel mundial de la Ecología Política.

David Garrido es Licenciado en Ciencias Ambientales por la UNAM.

Narciso Barrera-Bassols es profesor de la Universidad Autónoma de Querétaro y es especialista en historia ambiental y en movimientos de resistencia campesina.


Resumen

Desde la ecología política se examinan tres procesos íntimamente ligados a la realidad mexicana: 1) El creciente aumento de los conflictos socio-ambientales, en áreas rurales y predominantemente en territorios indígenas; 2) La multiplicación y maduración de resistencias ciudadanas, esencialmente comunitarias o colectivas, en distintos niveles regionales; y 3) El aumento de la violencia en contra de los movimientos en resistencia, comandada por los tres niveles de gobierno en complicidad (o no) con las empresas y corporaciones que intentan implementar proyectos económicos en distintas regiones del país. Finalmente, los autores llaman la atención sobre la importancia estratégica de las resistencias en la construcción del poder social o ciudadano (p.1).

Introducción

Esta sección inicia destacando la violencia y la impunidad en respuesta a la resistencia social emprendida por líderes comunitarios. “Esta madrugada fue asesinado Julián Vergara, líder campesino y presidente del comisariado ejidal de El Tianguis, por un desconocido que le disparó en el pecho con una escopeta. El hoy occiso era un ecologista que se oponía a la tala inmoderada de los bosques en el municipio de Acapulco" (p. 1).

Los autores subrayan el caso de Julián Vergara para afirmar que la conciencia de solidaridad con la naturaleza con el prójimo y con las generaciones del futuro, se encuentra presente en el inconsciente colectivo de las culturas indígenas de innumerables pueblos rurales.

En esta dirección subrayan, que entre los antiguos mártires campesinos de las luchas agrarias y los nuevos defensores rurales de la naturaleza no hay más diferencia que las categorías conceptuales. De hecho afirman, en México los "zapatas" de hace un siglo hoy son, para utilizar el término cada vez más difundido de Joan Martínez- Alier (2005), los nuevos "ecologistas de los pobres" (p.2).

La perspectiva eco-política

Se parte de la idea de que la ecología política es una nueva área del conocimiento en la que se analizan los conflictos socio-ambientales desde una perspectiva en la que se articulan las relaciones entre la naturaleza y los seres humanos con las relaciones sociales mismas (p.2).

En Latinoamérica la ecología política como herramienta analítica se ha expandido especialmente a la hora de tratar los conflictos sobre el uso de los recursos naturales ocurridos en áreas rurales (p.2).

Desde la perspectiva eco-política, un marco teórico de utilidad es aquel que analiza las relaciones entre los tres poderes más significativos de toda sociedad: el poder político, en el que se contempla a los partidos y gobiernos; el poder económico, conformado por empresas, corporaciones y el mercado; y el poder social o ciudadano, en que se incluye a comunidades, asociaciones, sindicatos, etc. (p. 3).

A partir del análisis de estos tres poderes se propone estudiar los procesos de destrucción ambiental en México. Para ello, en primer lugar se alude a que la agudización de la destrucción ambiental se corresponde en el caso de México con la expansión sin límites del capital (nacional o transnacional) en su fase corporativa. Esto, en un escenario de complicidad entre el poder político y el económico, en el que el poder social se ha enfrentado y ha resistido al desmantelamiento del Estado nacionalista y a la aplicación desmedida de políticas neoliberales (p. 3).

Conflictos socio ambientales en México: tipología y numerología

En esta sección se hace un recuento de conflictos socio-ambientales, ocurridos en México de septiembre de 2009 a marzo de 2013, enunciando sus causas (actividades llevadas a cabo por parte de las transnacionales o políticas públicas a favor del capital transnacional), y las resistencias emprendidas por parte de la sociedad civil. El objetivo es ubicar tanto a las empresas y corporativos que depredan recursos y procesos naturales como a las organizaciones que los protegen y defienden (p.3).

En este recuento los autores identifican 10 tipos de conflictos socio-ambientales, donde cada uno de ellos tiene repercusiones a diferentes escalas e involucra a diferentes actores sociales.

  • Agrícolas: ligados a la contaminación por agro-químicos y pesticidas, articulados con la sobre-explotación de los mantos acuíferos, el desvío del agua a las ciudades e industrias, la introducción de cultivos transgénicos, y la erosión de los suelos.
  • Biotecnológicos: provocados esencialmente por: Monsanto, Dupont y Pioneer que, en conjunto con autorizaciones del gobierno, han logrado la siembra de campos experimentales de maíz genéticamente modificado en México. En este caso, los actores principales en resistencia son los pueblos indígenas, campesinos mestizos, grupos urbanos, científicos y académicos. Entre las organizaciones que destacan en la defensa del maíz son: La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, Sin Maíz no hay País, Greenpeace, El Barzón, La Magia de Mi pueblo, el Frente Democrático Campesino, la Unión de Pueblos de Morelos y varias decenas más (P.4)
  • Energéticos: surgidos a partir de la presencia o de las intenciones de construir proyectos termoeléctricos, presas hidroeléctricas, parques eólicos y plantas de energía nuclear. Destaca que Petróleos Mexicanos (PEMEX) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se encuentren involucradas en estos conflictos. Las empresas extranjeras con mayor incidencia en los conflictos energéticos son: Elecnor, Abengoa, Conduit Capital Power, Sempra Energy, Mareña Renovables, Mitsubishi Corporation, Iberdrola, Windpower, Gaya y General Motors. Mientras que algunas de las organizaciones opositoras son: el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos, Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Defensa de la Tierra y el Territorio, entre otras (p.5).
  • Hidráulicos: originados por la construcción de acueductos y presas a favor de empresas que comercializan los servicios de dotación de agua en las ciudades. La contaminación de agua, sobrexplotación de mantos acuíferos y la mala distribución del líquido son problemas que también entran en esta categoría. Entre las empresas involucradas en estos conflictos se encuentran: Abengoa, Malova, Aguas de Ramos Arizpe S.A. de C.V., la CFE y Aguas de Barcelona. De entre las organizaciones defensoras del agua están: el Frente Democrático Campesino de Chihuahua, el Observatorio Ciudadano Cuenca Amanalco Valle de Bravo, Defensores del Agua del Desierto Chihuahuense, Movimiento Mexicano de Afectados por Presas y en Defensa de los Ríos, el Frente Ecológico en Defensa de la Laguna de Zacapu, Fasol, Pro Regiones, Niuwari A. C., el Comité de Defensa Movimiento Campesino de Anahuac, la Coalición de Comunidades y Ejidos del Valle del Yaqui en Sonora y el Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto
  • Turísticos: causados por afectaciones a manglares, arrecifes y fauna marina. Además de que también se originan por proyectos “ecoturísticos” que provocan el despojo de tierras a comunidades y que ponen en riesgo el acceso a manantiales. Entre los corporativos empresariales involucrados se encuentran: Grupo Martinon, Grupo Mexicano de Desarrollo, Grupo Vidanta e incluso algunas instituciones bancarias españolas como Caja de Ahorros del Mediterráneo y Caja de Valencia. En contraparte, algunas de las organizaciones opositoras son: Alcosta, Alianza para la Sustentabilidad del Noroeste Costero, Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, el Comité Ciudadano en Defensa de Puerto Marqués y la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente
  • Urbanos: Surgidos a partir de la intención de construir carreteras, megaproyectos inmobiliarios y/o supermercados. En este caso no se hace mención de las empresas involucradas.
  • Mineros: Este tipo de conflictos ocupan el papel estelar en la geografía de América Latina. La extracción de minerales, el uso de agua y la contaminación provocada por esta actividad ha tenido altos costos sociales en la población. De acuerdo con los autores este tipo de conflictos tiene dos dimensiones de afectación: la natural y la cultural

    Además de los 7 tipos de conflicto socio-ambientales enlistados, los autores mencionan a los provocados por la generación de residuos peligrosos, por rellenos sanitarios y forestales (p.3).

    Las resistencias ciudadanas

    Los movimientos en resistencia socio-ambientales han surgido esencialmente en áreas rurales, y primordialmente en regiones indígenas del país. De acuerdo con los autores en las resistencias indígenas aún se escuchan los sonidos y ecos de la revolución agraria de principios del siglo XX (p.7).

    De lo dicho por los autores es importante subrayar que las luchas socio-ambientales se expresan en dos direcciones: (1) las resistencias, de carácter defensivo, que buscan evitar la implantación de proyectos destructivos; y (2) aquellas que impulsan y realizan proyectos alternativos al modelo dominante (p.7).

    La política ecocida del Estado Neo-liberal (2006-2012)

    La causa primera y última de la crisis ecológica a toda escala, incluido el cambio climático, ha sido el modelo que busca mercantilizar los procesos naturales, explotar lo que se ha denominado el capital natural (p.8).

    En el caso de México, el gobierno de Felipe Calderón emprendió un discurso “pintado de verde” enmarcado por una política de doble discurso en la que hacía compromisos retóricos y concesiones irrelevantes mientras se facilitaban los grandes proyectos depredadores de la naturaleza.

    La violencia neoliberal

    Los autores señalan que cada conflicto ambiental es una batalla recia entre los intereses corporativos o privados y el bienestar de los ciudadanos convertidos en voceros, defensores y militantes de la naturaleza.

    Defender a la naturaleza es enfrentar ineludiblemente a las fuerzas desbocadas del capital: grupos de talamontes locales o regionales, impulsores de megaproyectos, gigantescas empresas mineras, de energía o del agua. En estos conflictos el Estado ha favorecido a las empresas bajo el escudo del discurso de modernidad y progreso (p. 9).

    En México el saldo en víctimas mortales va en ascenso, tratándose mayoritariamente de pobladores de zonas rurales, campesinos e indígenas, pero también de miembros de organizaciones ambientalistas e incluso de funcionarios de oficinas de gobierno dedicadas a la protección y conservación del ambiente (p.9)

    Final

    Las resistencias socio-ambientales y su representación geo-política ofrecen un panorama esperanzador al poseer un potencial organizativo enorme. El reto es articular todos los movimientos con el propósito de construir un poder social basado en una modernidad alternativa a los embates del capital (p.9)

  • Datos cruciales: 

    * De septiembre de 2009 a marzo de 2013 se presentaron confocitos socio-ambientales en 180 municipios de México (p.4)

    * En México se han realizado 195 experimentos con maíz transgénico en los estados de Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Tamaulipas (Cuadro, 1) (p.12).

    * En 1999 existían 18 organizaciones indígenas y campesinas opositoras a la siembra de maíz transgénico en territorio mexicano. Actualmente hay más de 80 organizaciones colectivas de resistencia en contra de la siembra de transgénicos (p.5).

    * Yucatán y Oaxaca son los dos estados emblemáticos en la defensa del maíz (p.4).

    * Entre los años 2002 y 2011 se entregaron 344 concesiones mineras, equivalentes a casi el 8% del territorio de Oaxaca. Algunas de las concesiones con vigencia hasta 2062 (p.6).

    * A nivel nacional se estima que una cuarta parte del territorio del país (más de 50 millones de hectáreas) ha quedado concesionado a empresas mineras (p.6).

    * Actualmente son 53 municipios los afectados por la minería, en 18 estados del país. (Cuadro 2) (p.13).

    * Las empresas mineras con mayor presencia en México son de origen canadiense, con 207 de 287 concesiones (p.7).

    * A escala nacional las resistencias están organizadas en ocho grandes redes, agrupando a casi 300 organizaciones regionales. Entre las organizaciones destaca la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales (ANNA), que actualmente incluye a más de 130 organizaciones.

    * En la página 12 se proporciona un mapa (Figura, 1) en el que se señalan los conflictos socio-ambientales registrados por municipio en México. En esta misma página se encuentra un cuadro en el que se enumera a los municipios afectados por conflictos socio-ambientales del tipo: biotecnológico, hidráulico, minero, turístico y urbano.

    * Un segundo cuadro es el que concentra los municipios afectados por la minería (p. 13).

    * En el cuadro número 3, se enlista a las empresas mineras con proyectos vigentes en México (p.13).

    * Listado de las principales organizaciones con acciones contra la minería tóxica. (Cuadro 4) (p. 14).

    * En el cuadro número 4, se habla de las Redes nacionales de resistencia socio-ambiental y se proporcionan datos de los sitios web en los que se puede encontrar mayor información (p. 14).

    * Finalmente, se proporcionan los nombres de ambientalistas asesinados en México, señalando el tipo de conflicto, el lugar y la fecha del suceso (p. 15).

    Trabajo de Fuentes: 

    Martínez-Alier, Joan [2005], El ecologismo de los pobres . Barcelona, Icaria, 395 pp.

    Nexo con el tema que estudiamos: 

    Los conflictos por territorios y por riquezas naturales representan la intersección de las tres caracterísiticas del capitalismo del siglo XXI: el liberalismo a ultranza (la totalidad social convertida en mercancía), el carácter ecocida (la "naturaleza" y sus riquezas devastadas en pro de la obtención de ganancias), y el autoritarismo (la coerción, la represión y el uso faccioso de las leyes para imponer proyectos y explotaciones de los territorios). Incorporar las disputas territoriales abre otra veta de análisis sobre el capitalismo contemporáneo que hace más complejo el análisis.