Asia makes, China takes. The PRD is exporting jobs but producing more goods for the home market. The delta’s factories are doing a U-turn

Cita: 

The Economist [2017], "Asia makes, China takes. The PRD is exporting jobs but producing more goods for the home market. The delta’s factories are doing a U-turn", The Economist, London, 8 de abril, http://www.economist.com/news/special-report/21720070-deltas-factories-a...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 8, 2017
Tema: 
El viraje que se está operando en la producción en China: se exportan empleos y se produce más para el mercado interno
Idea principal: 

De acuerdo con Richard Baldwin, autor de La gran convergencia, durante la mayor parte de la era industrial el saber-hacer y la cultura empresarial indispensable para la industria de punta permanecieron confinados dentro de las fábricas del primer mundo. Esto condujo a una creciente divergencia entre la riqueza de Occidente y el resto del mundo. Sin embargo, después de 1990, cuando los costos de las comunicaciones comenzaron a caer en picada, ese conocimiento comenzó a difundirse con mayor facilidad. De esta forma, “las multinacionales occidentales construyeron fábricas de clase mundial en lugares remotos, desempacando y terciarizando sus operaciones manufactureras y sus cadenas de valor”.

Uno de los grandes beneficiarios de este proceso fue China. “El conocimiento industrial del mundo desarrollado y los bajos salarios del Delta del Río de las Perlas [PRD, por sus siglas en inglés] crearon una combinación imbatible. Enormes cantidades de productos bien hechos pero accesibles fueron embarcados desde las fábricas del Delta para satisfacer los apetitos aparentemente insaciables del mundo rico. De esta forma, el otro gran beneficiario de esta alianza de eficiencia fue el consumidor en Occidente”.

Esta alianza luce hoy distinta de ambos lados. “La escasez de trabajadores y los incrementos en los salarios mínimos han impulsado a la alza los salarios manufactureros por un factor de cuatro en los últimos diez años”. De esta forma, los salarios manufactureros por hora son hoy considerablemente mayores en China que en el sureste asiático o en India. “Al mismo tiempo, el hambre del mundo rico de importaciones chinas se ha mantenido a raya por años como resultado de años de estancamiento, y existen ahora temores de que su entusiasmo por el libre comercio pueda estar menguando”.

Esta situación afecta a toda China, pero es más sensible en el PRD, donde los salarios por hora son 30% superiores que en el resto del país. Ante esto, las compañías que operan ahí están impulsando una pulcra estrategia. “Están desplazando alguna de su actividad manufacturera a regiones cercanas más baratas, y están redirigiendo las exportaciones hacia el inmenso y en crecimiento mercado interno chino”. Así, en contra de lo que muchos predijeron, los fuertes incrementos salariales que se dieron en China en años recientes no provocaron una salida masiva de las empresas hacia otros países con costos laborales menores sino que, por el contrario, la mayoría las compañías del PRD permanecieron, se adaptaron e incluso muchas de ellas diversificaron sus inversiones en otros países con costos laborales menores. Ciertamente muchas empresas de industrias intensivas en fuerza de trabajo abandonaron China en busca de países con salarios más bajos, pero la situación dista mucho de ser un éxodo generalizado. Siguiendo esta estrategia China sigue siendo el rey de la manufactura global, a pesar de las dificultades recientes.

El viraje hacia la producción para el consumo de las crecientes clases medias al interior de China por parte de las empresas que operaban en el Delta –acostumbradas a producir para exportar a Occidente– no fue rápido ni sencillo. Sin embargo, ahora ya están dándose cuenta e impulsando decididamente ese cambio.

La región del Delta del Río de las Perlas no parece ser una sucia y lúgubre zona industrial. Por el contrario, décadas de crecimiento acelerado la han convertido en una región próspera con una enorme clase media de ávidos consumidores. El dinamismo económico de la región y el apetito de sus consumidores son impactantes: el 11 de noviembre de 2016, en la venta anual de Alibaba –la mayor empresa china de comercio en línea– conocida como Singles’ Day, las compras por parte de los chinos ascendieron a 17 mil millones de dólares, más de lo que los estadounidenses gastaron en su Black Friday y su Cyber Monday combinados. La mayor parte de las compras en esas 24 horas de Singles’ Day vinieron de la región del PRD.

“La diversificación pragmática del PRD ha creado una resiliente red regional de producción, conocida como Factory Asia, que más que minar refuerza la importancia de la región. El Delta contiene muchos clústeres industriales, que van desde los autos a la iluminación y a los electrónicos. Las complejas redes de proveedores, intermediarios y trabajadores calificados en que se basan estos ecosistemas no parecen propensas a desaparecer en el futuro próximo”.

La infraestructura de transporte y de logística del PRD fue diseñada “para enviar con rapidez productos manufacturados de Shenzhen a Los Ángeles, no de Shenzhen a Xi’an. Afortunadamente, esto está cambiando rápidamente”.

Datos cruciales: 

Los costos laborales por hora en la manufactura siguen siendo muy bajos en China (menos de 5 dólares) respecto de Alemania (aproximadamente 45 dólares) o Estados Unidos (casi 40 dólares la hora). No obstante, es en China donde estos costos laborales por hora han aumentado de forma más acelerada: entre 2005 y 2015 se incrementaron en 371%; el incremento para el mismo periodo fue de 20% para Alemania, 26% para Estados Unidos y 89% para India.

El país donde el PIB por trabajador ha aumentado de forma más acelerada ha sido China: de 2005 a 2015, se incrementó en 137%, respecto de 10% en Estados Unidos, 2% en Alemania y 90% en India. Sin embargo, el PIB por trabajador en China (alrededor de 7 mil dólares) sigue siendo muy inferior respecto del de Alemania (poco más de 80 mil dólares) o del de Estados Unidos (casi 100 mil dólares).

Nexo con el tema que estudiamos: 

Ante el estancamiento en los países capitalistas altamente desarrollados –que ha durado ya una década completa y que no parece que vaya a modificarse en el futuro inmediato– los capitales en China han tenido que encontrar estrategias para la realización de sus mercancías en un contexto en el que hay un exceso de capacidad industrial no sólo al interior de China sino en todo el mercado mundial (sobre el exceso de capacidad industrial en China, puede verse: http://let.iiec.unam.mx/node/1282).

La estrategia adoptada por los capitales en China ha sido doble: redirigir la producción para que tenga como su espacio de realización el mercado interno –y no el mercado externo, como solía ser– y exportar algunas industrias intensivas en fuerza de trabajo hacia otros países con mano de obra más barata (falta saber, pues The Economist no lo menciona, qué tipo de capitales son los que migraron a zonas con costos laborales menores: privados extranjeros, privados chinos o estatales chinos). La conversión del mercado interno en un espacio prioritario de realización de las mercancías producidas en China no sólo se explica por el poco dinamismo del comercio internacional; debe tenerse en consideración las sustanciales mejoras salariales que ha habido en China, que no son consecuencia de la filantropía de los capitalistas que operan en ese país (sean estos extranjeros, nacionales o el estado) sino de las luchas de los trabajadores chinos por mejorar sus condiciones de vida (véase: http://let.iiec.unam.mx/node/1275).

Es probable que este cambio de estrategia por parte del capitalismo chino (el paso de mirar hacia afuera a mirar hacia adentro) disminuya momentáneamente las tensiones geopolíticas que produce la competencia en el mercado mundial en un contexto de sobreproducción, pero no las aliviará por completo ni erradicará las contradicciones que trae consigo dicha competencia.