Noruega es el mercado de automóviles eléctricos más grande en el mundo. Esto inició desde los años noventa cuando Noruega introdujo beneficios fiscales para incentivar el mercado de los automóviles eléctricos, y en los últimos cinco años las ventas se han disparado. En parte importante esto se explica por el desarrollo tecnológico en la innovación de mejores baterías, ampliando su diversidad, haciendo que caigan sus precios e impulsando su demanda (Dato Crucial 2). Aunque actualmente los automóviles eléctricos representan tan solo el 5% de la flota total de autos, se espera que para el 2025 la venta de carros de energía fósil sea nula. Otro factor de suma importancia ha sido el estado noruego que de manera directa estimula el consumo de automóviles eléctricos mediante incentivos fiscales, menos costos de peajes, estacionamiento gratis, entre otras políticas.

Entre los retos en curso se señala la necesidad de construir una red de recarga para aquellos usuarios que viven en departamentos y que no pueden cargar sus automóviles en casa. Las propuestas abundan entre los proveedores de servicios de electricidad, grandes tiendas minoristas que cuentan estaciones de recarga y la instalación de puntos de recarga en avenidas principales –apoyadas por subsidios gubernamentales. La revista señala que gran parte del fenómeno se debe en gran medida a la riqueza nacional que Noruega destina a políticas que impulsen su desarrollo. Lo que quiere decir que en otros países que no cuentan con tales condiciones de riqueza, será crucial el papel que tomen las innovaciones y los precios en la industria naciente.