The dragon head’s dilemma. Hong Kong’s tricky balancing act. The territory’s best future is to remain China’s superconnector

Cita: 

The Economist [2017], "The dragon head’s dilemma. Hong Kong’s tricky balancing act. The territory’s best future is to remain China’s superconnector", The Economist, London, 8 de abril, http://www.economist.com/news/special-report/21720071-territorys-best-fu...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 8, 2017
Tema: 
La importancia económica, política y cultural de Hong Kong para el Delta del Río de las Perlas y para China
Idea principal: 

Cuando Margaret Thatcher negoció la entrega de Hong Kong a China con Deng Xiaoping, la “dama de hierro” fue criticada por muchos por ceder la última gran colonia del imperio a los comunistas. La principal preocupación, que aterraba a los británicos, era que la libertad de mercado y el imperio de la ley existentes en Hong Kong fuesen quebrados por los hombres de Beijing. No obstante, los críticos subestimaron la capacidad negociadora de Thatcher: “ella generó un trato que preservó mucho de lo que era bueno en el viejo Hong Kong y que sirvió también a todo el Delta del Río de las Perlas [PRD, por sus siglas en inglés]. A pesar de que China ganó soberanía sobre el territorio, prometió respetar su gobernanza por 50 años, un sistema que fue llamado ‘un país, dos sistemas’. Esto ha funcionado mucho mejor de lo que se hubiera previsto”.

A pesar de ello, el futuro de Hong Kong no es del todo claro. Muchos locales están inconformes por seguir las reglas de la China continental y hay incluso sectores que piden la independencia. Además, el crecimiento económico es muy lento: hace 20 años, la economía de Hong Kong representaba 16% del total de la economía china; hoy día, representa apenas 3% del PIB chino y da cuenta de menos de la mitad de la producción del PRD.

Alguna vez se consideró a Hong Kong como la “cabeza del dragón” del Delta del Río de las Perlas, pues era la principal fuente de capital del Delta, le proveía de los servicios comerciales y manufactureros, y era responsable de la interconexión de la región con el resto del mundo. Hoy, la preocupación es que Hong Kong se vuelva una región irrelevante para la economía mundial. La declinación, por supuesto, no es inevitable. Sin embargo, Hong Kong está limitado por su situación política: no tiene perspectivas de independizarse, aunque sus esfuerzos por fortalecer la democracia y proteger sus instituciones de la interferencia de la China continental han sido exitosas.

La importancia económica de Hong Kong –“la economía más libre en el planeta”– para el PRD y para toda China es que funciona como un “conector global” del Delta con el resto del mundo, como una “membrana semi-permeable y altamente compleja” que vincula a la China continental con la globalización. Hong Kong es el conducto a través del cual se conectan los inversionistas extranjeros con la China continental y es también el centro más importante donde se comercia el yuan. Por eso es que Hong Kong es vital para el futuro del Delta y de China.

La batalla por la libertad en Hong Kong podría impulsar un cambio político en China. “La libertad económica no ha traído consigo hasta ahora la libertad política en la China continental pero, si lo hiciera, el Delta del Rio de las Perlas estaría con toda probabilidad en la vanguardia. Pero hasta que llegue el lejano día en que China quite las cadenas su economía, liberalice su moneda y deje de amordazar a su población, el flujo de entrada y salida de personas, capitales e ideas por medio de esta membrana semi-permeable seguirá jugando un papel esencial en el futuro del Delta”.

Datos cruciales: 

La Heritage Foundation, un think-tank estadounidense, considera en su ranking de libertad económica que Hong Kong es la economía más libre del planeta.

Las compañías de la China continental representan aproximadamente la mitad del valor de mercado que se comercia en la bolsa de valores de Hong Kong.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Hasta ahora, Hong Kong ha sido una pieza estratégica para China y para las relaciones de ese país con el resto del mundo. El pacto sino-británico estableció una batalla acerca de cuáles serían las relaciones que prevalecerían: hasta ahora, el dinamismo de China va ganando terreno y la perspectiva es que Hong Kong sea reabsorbido. Eso es otro signo de la crisis de la globalización, pues el ultraliberalismo pierde terreno frente al capitalismo de estado, al menos en Asia.