The University of Chicago worries about a lack of competition. Its economists used to champion big firms, but the mood has shifted

Cita: 

The Economist [2017], "The University of Chicago worries about a lack of competition. Its economists used to champion big firms, but the mood has shifted", The Economist, London, 15 de abril, http://www.economist.com/news/business/21720657-its-economists-used-cham...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 15, 2017
Tema: 
Los monopolios en Estados Unidos
Idea principal: 

Una señal de que los monopolios son un problema en Estados Unidos es que la Universidad de Chicago acaba de celebrar una cumbre sobre la amenaza que pueden plantear a la mayor economía del mundo.

En la década de 1970 los economistas de la “escuela de Chicago” argumentaron que las grandes empresas no eran una amenaza para el crecimiento y la prosperidad. Sus puntos de vista fueron la corriente principal, lo que llevó a los tribunales y reguladores a adoptar una conducta relajada en cuanto a leyes antimonopólicas por décadas.

Ahora, el estado de ánimo está cambiando. Existe un consenso entre los economistas de que la competencia en la economía se ha debilitado significativamente. Esto significa que las empresas establecidas pueden no necesitar tanta innovación, y que la desigualdad puede aumentar si las empresas pueden acumular beneficios y gastar menos en inversión y salarios.

Cuando las ideas de la Escuela de Chicago llegaron a ser tan influyentes, el Departamento de Justicia (DoJ) y la Comisión Federal de Comercio (FTC), adoptaron un enfoque mucho más favorable a las grandes empresas.

En Chicago, una generación más joven de estudiosos, entre los que se encuentra Luigi Zingales y Raghuram Rajan, están preocupados de que la competencia no es tan vigorosa como lo solía ser.

Los beneficios de algunas empresas son anormalmente altos en relación con el PIB. El número de nuevas empresas está en su nivel más bajo desde la década de 1970.

Dos explicaciones son posibles. La primera son las sucesivas oleadas de fusiones. Al dividir la economía en aproximadamente 900 industrias diferentes, dos tercios de las mismas se han vuelto más concentradas desde los años 1990.

La expansión de la industria de la tecnología podría exacerbar el problema. Un análisis realizado por The Economist en 2016 sugiere que aproximadamente la mitad de los beneficios anormalmente altos están siendo ganados por empresas tecnológicas. Las cinco grandes empresas (Amazon, Apple, Facebook, Microsoft y Alphabet) ganaron $93 mil millones el año pasado.

La situación en la cima de la pirámide empresarial demostró que existe un consenso de que la competencia se ha debilitado, pero hay poco acuerdo en la forma de responder. Organismos como el Departamento de Justicia y la FTC no están destinados a dirigir la economía, pero en lugar de hacer cumplir un conjunto de leyes por medio de tribunales, se han vuelto más amigables con las empresas.

Donald Trump tiene un gabinete de magnates y le agrada ser sociable con los dueños de empresas. Los republicanos se han convertido en el partido de empresas ya establecidas. Demasiados demócratas, por su parte, no confían en el mercado y quieren que el Estado intervenga, lo que perjudicaría a los nuevos participantes.

Lo que se necesita es un enfoque de tres vertientes. Una campaña para reunir apoyo público para la competencia podría empujar a los políticos para que actúen: fue la ira generalizada acerca de los monopolios en la década de 1890 lo que condujo a las reformas cruciales del siglo XX.

Los tecnócratas tienen más poder de lo que admiten. Las leyes antimonopolio, como la Ley Sherman de 1890, dan un buen margen de maniobra.

Por último, los investigadores deben aprender de la primera Escuela de Chicago. Su corriente principal no buscó una victoria rápida, sus ideas ganaron la batalla en años y sus puntos de vista se filtraron en la política, los tribunales y la opinión pública.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La gran concentración de poder y riqueza ha generado que la desigualdad social crezca cada vez más. Son pocas las empresas que tienen en sus manos la mayoría de los recursos y el poder que mueve el mundo en la actualidad, y la mayoría tienen su sede en Estados Unidos.

El argumento liberal propone que la libre fuerza del mercado sea la que organice la economía y decida, a través de la competencia, las empresas que deben permanecer operando y las que deben desaparecer debido a su baja o nula eficiencia e importancia. A pesar de ello, ahora toma mayor importancia la idea de que las organizaciones reguladoras del Estado deben intervenir con mayor eficiencia en Estados Unidos para evitar los monopolios que afectan la economía. Nota nostálgica de The Economist perdiendo de vista que fueron las reformas de la primera escuela de Chicago las que ayudaron a la formación y fortalecimiento de los actuales monopolios.