Like father, like son. Why Joseph Kabila's ambition endangers Congo. Congo's president clings to power even as the hinterland erupts

Cita: 

The Economist [2017], "Like father, like son. Why Joseph Kabila's ambition endangers Congo. Congo's president clings to power even as the hinterland erupts", The Economist, London, 3 de junio, http://www.economist.com/news/middle-east-and-africa/21722852-congos-pre...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Junio 3, 2017
Tema: 
La situación económica y política en Congo ante la negativa de Joseph Kabila de dejar el poder
Idea principal: 

Joseph Kabila “ha desgobernado Congo por los últimos 17 años”, tras suceder a su padre, quien fue asesinado por un guardaespaldas. Con Kabila al frente, “la economía está viniéndose abajo, la guerra civil se está volviendo más álgida en el centro del país y la paciencia es cada vez menor hacia el presidente dictatorial de Congo, […] cuyo último periodo en la presidencia expiró hace cinco meses”. El desgobierno de Kabila ha producido un enorme descontento en la población, pero las manifestaciones no se llevan a cabo puesto que nadie desea que se repita la violencia de septiembre de 2016, cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes y aproximadamente cien personas fueron asesinadas.

Los últimos meses han sido particularmente desesperantes en Congo. La economía de este país depende del cobre, el cobalto y –en menor medida– los diamantes para obtener divisas y mantener su moneda fuerte. Ante la caída en el precio mundial del cobre y del cobalto en los últimos años, el franco congoleño ha colapsado, perdiendo la mitad de su valor desde noviembre a la fecha. Esto ha tenido un duro impacto sobre la economía del país y sobre la población, pues prácticamente todos los productos manufacturados en Congo son importados. También una parte importante de los alimentos que se consumen en ese país se importan, aun cuando tiene un gran río y lluvias abundantes.

La situación política de Congo es aún peor que la económica. En agosto pasado, un jefe tribal y líder de las milicias conocido como “Hormiga Negra” (“Kamuina Nsapu”) fue asesinado por los servicios de seguridad del estado tras una serie de protestas que se dieron cuando el gobierno nacional rechazó respaldarlo como el “jefe consuetudinario” en su área. Tras el asesinato, su milicia contraatacó y el gobierno respondió con mano dura, haciendo que la violencia escalara y se esparciera. Nadie sabe con certeza cuántas personas han muerto como resultado del conflicto; las estimaciones van desde los 500 muertos hasta 3,000 o más. Los cadáveres mutilados y las fosas comunes son el paisaje cotidiano en Congo. Naciones Unidas estima que 1.2 millones de personas han sido desplazadas por el conflicto en esta región. Junto con los refugiados de otras regiones del país, Congo tiene hoy más desplazados que cualquier otro país en África y probablemente más que cualquier otro país en el mundo, salvo Siria.

Los opositores al régimen de Kabila acusan al ejército de la matanza de ciudades enteras que simpatizan con Kamuina Nsapu. “’Esta es una insurrección popular en contra del régimen de Kinshasa’ [la capital de Congo], dice Claudel Lubaya, un exgobernador de Kasai”. Para el gobierno central, quienes apoyan a Kamuina Nsapu son simplemente terroristas.

El hecho de que sea Kasai la región donde el conflicto es más álgido, vuelve la situación aún más compleja en Congo, pues Kasai es la región donde la oposición –tanto institucional como de las milicias– al régimen de Kabila es más fuerte. Bajo los términos del acuerdo entre el gobierno y la oposición, pactados el 31 de diciembre, el gobierno tiene un año para llevar adelante un proceso electoral y Kabila no puede participar para reelegirse (aun cuando la constitución le prohíbe participar, sus allegados consideran que la constitución debe ser modificada). El registro de votantes para la elección se está llevando a cabo en Congo, en un proceso vasto y complejo, pero la violencia que se vive en algunas regiones del país hace que dicho registro no pueda llevarse a cabo, sobre todo en algunas zonas altamente peligrosas. Además, si en la región de Kasai no se vota, es poco probable que pueda haber elecciones. La oposición –que se encuentra sumamente debilitada por las acciones emprendidas por Kabila– acusa al gobierno de enardecer la situación en Kasai para postergar el proceso electoral y dar más tiempo en la oficina presidencial a Kabila, quien buscaría organizar un referéndum para cambiar la constitución y poder reelegirse.

Veinte años atrás, los rebeldes respaldados por Ruanda echaron del poder a Mobutu Sese Seko, el tirano que gobernó el país al que él llamaba Zaire de 1965 a 1997. Tras deponer al tirano, estos rebeldes pusieron al frente del país al padre de Joseph Kabila y poco después Congo entró en una terrible guerra civil que ha cobrado miles de vidas. “Los próximos meses mostrarán si esta vez el país puede lograr una transición pacífica del poder o si padecerá otra sacudida hacia el caos”.

Datos cruciales: 

Ante la caída en el precio mundial del cobre y del cobalto, principales productos de exportación de Congo, el franco congoleño ha perdido la mitad de su valor desde noviembre de 2016 a la fecha.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Congo ocupa un lugar importante en la geopolítica mundial, en tanto abastecedor de minerales estratégicos y teatro de conflictos entre potencias, así como una guerra civil que no encuentra fin. Es un ejemplo paradigmático de la trayectoria del capitalismo que hemos postulado en nuestro proyecto de investigación: las ligas de Congo con el sistema-mundo conducen a una versión del capitalismo cada vez más liberal, autoritario y ecocida.