Japanese investment in South. East Asia-Outward bound

Cita: 

The Economist [2014], "Japanese investment in South. East Asia-Outward bound", The Economist, London, 1 de noviembre, http://www.economist.com/news/finance-and-economics/21629566-weak-domest...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Noviembre 1, 2014
Tema: 
Destino de las inversiones japonesas y su impacto en las economía receptoras.
Idea principal: 

La IED de Japón en el Sudeste Asiático fue de 24 mmd en 2013. Parte de esa cifra está compuesta por fusiones y adquisiciones como por ejemplo la compra del 72% de las acciones del Thailand’s Bank of Ayudhya por parte del mayor banco de Japón, el Mitsubishi UFJ Financial Group. En la primera oleada de IED japonesa en los años 80 y 90, el dinero fue invertido en Tailandia, Malasia y Singapur, para desarrollar el sector automotriz y electrónico. Esta inversión cesó después de la crisis asiática durante 1997-98 y se reorientó a China gracias a su vasta mano de obra barata. Sin embargo, los salarios han ido en aumento en China y las tensiones políticas con Japón estallaron haciendo lucir de nuevo atractiva la región del Sudeste Asiático. Mientras tanto, el gobierno japonés quiere que las empresas inviertan más en Japón, pero el rápido envejecimiento de la población indica que el mercado esta contrayéndose, minando el incentivo de construir nuevas fábricas. El Deutsche Bank estima que en 2012, las inversiones en el exterior redujeron la balanza comercial de Japón en hasta 16 billones de yenes, proporcionando sustitutos locales para las exportaciones japonesas, siendo más que el déficit comercial de ese año que fue de 7 billones de yenes. Sin embargo, las ganancias en el extranjero no fueron suficientes para compensar el daño a la balanza de cuenta corriente. A pesar de eso, las empresas en el extranjero aumentan y esto llevará a Japón a un déficit comercial más frecuente, dejando su sistema financiero más vulnerable a la fragilidad consumada a lo largo de las décadas. Para Martin Schulz de Fujitsu Research Institute, el riesgo es que Japón se convierta en una economía rentista, dependiente de su expansión externa e incapaz de generar un crecimiento interno basado en el crecimiento de los salarios.

Datos cruciales: 

Gráfica de la IED japonesa en Sudeste Asiático y China. 2004-2013.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Ilustración de la tesis de la desconexión. Los intereses de los inversionistas no están relacionados directamente con las necesidades de su país de origen. A partir de una cierta masividad de las inversiones extranjeras, combinadas con una economía de origen declinante, aparece la tensión entre crear empleos en el extranjero y destruirlos en la economía nacional. Lo mismo sucede para otros aspectos como la inversión en investigación y desarrollo. Por otra parte, se deteriora la posición comercial del país y el estado pierde peso frente a corporaciones sumamente diversificadas en sus locaciones. Necesidad de evaluar la tendencia a invertir en los países del Sudeste asiático, abandonando China, como apuesta económica y política, parece un paso correcto para Japón.