Pipe dreams. Tech giants are building their own undersea fibre-optic networks. Google, Facebook and Microsoft want more control over the internet's basic infrastructure

Cita: 

The Economist [2017], "Pipe dreams. Tech giants are building their own undersea fibre-optic networks. Google, Facebook and Microsoft want more control over the internet's basic infrastructure", The Economist, London, 7 de octubre, https://www.economist.com/news/business/21730057-google-facebook-and-mic...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 7, 2017
Tema: 
La red de fibra óptica submarina trasatlántica instalada recientemente por Facebook y Microsoft
Idea principal: 

El 21 de septiembre de 2017 se completó el tendido de una línea trasatlántica de fibra óptica propiedad de Facebook y Microsoft. La línea, llamada Marea, va de Virginia Beach en Estados Unidos a Bilbao en España y tiene una extensión de 6 600 kilómetros y el ancho de una manguera de jardín. Marea es la conexión con más alta capacidad que atraviesa el océano. Tiene la capacidad de transferir 160 terabits de información cada segundo; esto es el equivalente a más de 5 mil películas de alta resolución.

El flujo de información que se genera en el mundo aumenta constantemente. En 2016, el tráfico de información alcanzó los 3 544 terabits por segundo, casi el doble que en 2014. De acuerdo con diversas consultoras, la demanda internacional de ancho de banda aumenta 45% al año. Por estas razones, “redes de fibra óptica ultra-rápidas como esta son necesarias para seguir el ritmo del torrente de información que fluye alrededor del mundo”.

Mucho del tráfico de información proviene aún de los usuarios de internet, pero una parte cada vez mayor es generada por las empresas de internet y por las empresas de cómputo en la nube, que mueven información entre sus centros de datos por todo el mundo. Anteriormente, las empresas de internet solían arrendar su banda ancha a otras empresas. Hoy día, en cambio, necesitan una capacidad de red tan grande que es mejor que ellas tiendan sus propias líneas de fibra óptica para transmitir datos. Un indicador de esta necesidad cada vez mayor es que en 2016 se tendieron 100 mil kilómetros de cable submarino, en comparación con los 16 mil kilómetros tendidos en 2015. Algunas consultoras preven que entre 2016 y 2018 se gastarán 9.2 mil millones de dólares en este tipo de proyectos, cinco veces más que en los tres años previos.

Las ventajas que ofrece tener una red submarina de fibra óptica son numerosas e incluyen un mayor ancho de banda, menores costos y mayor velocidad. Además, disponer de una red de fibra óptica con múltiples cables permite que si un cable es dañado (por un terremoto, redes de pescar, etc.) el tráfico de datos sea redireccionado a otras líneas. Sin embargo, el punto más importante de tener cables de fibra óptica propios es que las empresas tienen un mayor control sobre el manejo de la información y sobre cómo el equipamiento es mejorado.

El tendido y uso de las redes de fibra óptica para el tráfico de datos plantea también algunos problemas. Por ejemplo, algunas personas temen que al controlar las líneas por las que fluye la información de los consumidores, las empresas informáticas tendrán un poder mayor. Otras personas tienen la preocupación de que esto sólo traerá consigo una mayor concentración de mercado, pues si empresas gigantes como Facebook incursionan en la provisión y operación de redes, las empresas que antes se dedicaban a ello tenderán a desaparecer.

Datos cruciales: 

El flujo de información que se genera en el mundo aumenta constantemente. En 2016, el tráfico de información alcanzó los 3 544 terabits por segundo, casi el doble que en 2014.

Nexo con el tema que estudiamos: 

En entregas anteriores sobre la “economía de la información”, el semanario The Economist ha dicho que el recurso más valioso del mundo ya no es el petróleo sino la información y ha establecido interesantes analogías entre el petróleo y los datos: ambos son insumos esenciales para el capitalismo, se obtienen de forma “cruda” y deben ser refinados y se trasladan por medio de “ductos” desde los lugares donde se obtienen hacia los lugares de refinación, etc. (Al respecto, véase http://let.iiec.unam.mx/node/1383.)

Estos ductos de información, que harán que los datos atraviesen el Océano Atlántico de forma cada vez más acelerada, nos recuerdan que, por más que algunos autores pretendan desmaterializar al capitalismo contemporáneo y mistificarlo simplemente como una “economía del conocimiento”, su despliegue está atado a una materialidad, al establecimiento de infraestructuras indispensables y a la producción mercancías tangibles.