My kingdom for a bourse. Saudi Aramco’s IPO is a mess. It is suffering from the whims of a capricious crown prince

Cita: 

The Economist [2017], "My kingdom for a bourse. Saudi Aramco’s IPO is a mess. It is suffering from the whims of a capricious crown prince", The Economist, London, 21 de octubre, https://www.economist.com/news/business/21730469-it-suffering-whims-capr...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 21, 2017
Tema: 
La Oferta pública inicial de Aramco y los caprichos del príncipe saudí
Idea principal: 

En 2016, el príncipe saudí, Muhammad bin Salman, anunció que se venderían acciones de la empresa petrolera más grande del mundo: Saudi Aramco. La Oferta pública inicial (IPO por sus siglas en inglés) era la pieza más relevante de su plan para transformar la economía del reino, debido a que se considera que ésta eliminará la dependencia petrolera de Arabia Saudí. Además, la IPO podría proyectar al príncipe como un audaz modernizador que impulsaría la transparencia y responsabilidad financiera de uno de los países más conservadores del mundo.

Sin embargo, el príncipe ha dudado sobre el lugar en el que Aramco debería enlistarse y ha promovido una microgestión de la IPO, lo que ha generado confusión y retraso en la oferta que, hace algunos años, había dejado atónitos a los mercados financieros. Aramco tiene más reservas petroleras, mayor producción y costos más bajos por barril que ExxonMobil, su competidor privado más importante. Aunado a lo anterior, cuenta con sistemas tecnológicos e ingenieros eficientes que facilitan la búsqueda y extracción de hidrocarburos en el desierto.

La confusión sobre la oferta se ha fortalecido por las contradicciones entre los reportes que han dado los diversos actores involucrados en el proyecto de la venta de acciones. De hecho, los consejeros saudíes han señalado que el plan, actualmente, es emitir acciones en Tadawul, el índice de la bolsa del reino, con posibles distribuciones privadas a inversores chinos; mientras que el ministro de petróleo, Khalid al-Falih, menciona que la oferta se realizará en las bolsas de Nueva York y Londres, como originalmente se había planteado. Los funcionarios de la empresa no están muy satisfechos con la IPO, pero consideran que la oferta les puede dar prestigio a nivel internacional.

The Economist argumenta que la confusión generada es inherente a la decisión del príncipe de valuar Aramco en 2 billones de dólares y de proponer que la IPO se lleve a cabo el próximo año. Muhammad bin Salman no consideró las amenazas de las demandas judiciales que podrían surgir si la IPO se enlista en la bolsa de valores de Nueva York (como consecuencia de los ataques del 11 de septiembre de 2001) o la complejidad de emitir acciones en la bolsa de Londres, donde los inversores institucionales quieren diluir las reglas impuestas por Aramco. Además, el príncipe consideró que los cuantiosos honorarios prometidos a asesores y banqueros harían que otros actores financieros a nivel internacional cedieran frente a sus propuestas, lo cual no ha sucedido hasta el momento.

Según algunos consejeros, enlistar la oferta sólo en Tadawul es una decisión poco conveniente que responde a los intereses de la familia real. Así, lo que en realidad se está haciendo es mostrar que la riqueza nacional no se está vendiendo a los extranjeros para promover el capital de los mercados saudíes. Listar la oferta en Arabia Saudí no permitirá que se alcancen los objetivos del proyecto que busca fomentar las inversiones no petroleras en el reino, debido a que los recursos para activar el Fondo de Inversión Pública (se requieren 100 mil millones de dólares) serían insuficientes.

Empresas petroleras chinas y asiáticas tienen interés en tomar hasta un 5% de los activos de Aramco. Esto sería positivo para la industria petrolera del reino porque se generarían lazos con algunos de los productores y consumidores petroleros más grandes del mundo. No obstante, si el príncipe no garantiza un negocio secundario por medio del suministro de amplias cantidades de petróleo barato, sería poco probable que obtuviera los 2 billones de dólares que desea.

Por esta razón, Muhammad bin Salman debe considerar si realmente está dispuesto a soltar las riendas de la empresa para dejar de generar confusión sobre la IPO. Su gobierno es el único accionista de Aramco, por lo que debe decidir si confiará en las fuerzas del mercado y permitirá que los inversores analicen cuál es el valor real de la empresa, o si cancelará la Oferta pública inicial.

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

Aramco tiene 15 veces más reservas petroleras que ExxonMobil.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Originalmente, se había dicho que la IPO de Aramco se iba a enlistar en Nueva York y en Londres, empero, las actuales declaraciones de algunos asesores del reino indican un camino diferente a lo propuesto inicialmente. Lo anterior muestra las dudas que tiene el príncipe y la élite político-económica en Arabia Saudí en relación con la liberación de una de “las joya del reino”.

El caso saudí es particular, debido a que a pesar de que el reino es un gran aliado de los Estados Unidos, parece que en el contexto actual sus intereses particulares podrían desprenderse de los objetivos estadounidenses. La presencia china en esta región sería un gran obstáculo para los intereses estadounidenses en el Medio Oriente, por lo que es indispensable seguir de cerca lo que suceda con la IPO de Aramco, porque las consecuencias de esta oferta serán fundamentales para las dinámicas sociopolíticas y hegemónicas de la zona.