Welcome to the wild. Broadcom's $130bn Qualcomm bid highlights a ruthless chip industry. The world’s biggest-ever technology deal would face antitrust scrutiny globally

Cita: 

The Economist [2017], "Welcome to the wild. Broadcom's $130bn Qualcomm bid highlights a ruthless chip industry. The world’s biggest-ever technology deal would face antitrust scrutiny globally", The Economist, London, 11 de noviembre, https://www.economist.com/news/business/21731121-worlds-biggest-ever-tec...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Noviembre 11, 2017
Tema: 
La tentativa de Broadcom de comprar Qualcomm, la mayor adquisición en la industria electrónica
Idea principal: 

Hace unos días, la empresa fabricante de chips Broadcom anunció su intención de comprar a Qualcomm, uno de sus rivales en la industria, por alrededor de 130 mil millones de dólares, incluyendo la deuda. Si el acuerdo de compra se concretara, sería el mayor en la historia de la industria electrónica.

La industria de los semiconductores se asemeja bastante a una compleja cadena alimenticia, en la que hay distintos fabricantes de chips que se comen unos a otros. Sirva un ejemplo: Qualcomm, la empresa que Broadcom quiere comprar, está a su vez buscando adquirir a la empresa holandesa fabricante de chips NXP por 47 mil millones de dólares; NXP, por su parte, compró a la empresa Freescale de la misma rama en 2015. Broadcom, se ha convertido en el quinto fabricante de semiconductores más grande del mundo mediante la compra de sus rivales. Desde 2013 ha llevado adelante cinco grandes compras y además de la adquisición de Qualcomm está intentando comprar a Brocade –otra empresa del sector– por 5.9 mil millones de dólares. Si la compra de Qualcomm por parte de Broadcom se concreta, la empresa resultante se convertiría en la tercera empresa fabricante de chips más grande del mundo, sólo detrás de Intel y Samsung Electronics, y sería un proveedor dominante de muchos componentes de los teléfonos inteligentes.

La industria de los semiconductores está en rápida consolidación, tanto en los chips como en los microprocesadores. Entre 2006 y 2016 las compras de empresas al interior de la industria fueron de 556 mil millones de dólares, mientras los fabricantes de chips buscaban aumentar su poder de mercado dentro de la industria.

Actualmente las fuentes de crecimiento acelerado de la industria –la introducción de las computadoras portátiles, las tablets y los teléfonos inteligentes– se han agotado y las ventas globales de la industria –que en 2016 fueron de 344 mil millones de dólares– se han estancado en los últimos cinco años. Es en este panorama que Broadcom está buscando alcanzar nuevas metas.

Recientemente, el director ejecutivo de Broadcom anunció el cambio de las oficinas centrales legales de Broadcom de Singapur a Estados Unidos en un evento presidido por Donald Trump. Es probable que este movimiento haya sido diseñado con la finalidad de que los reguladores estadounidenses aprueben la adquisición de Brocade y Qualcomm por Broadcom.

Un punto a favor de Broadcom en sus pretensiones de ampliación corporativa es su conexión con empresas financieras y de compra de acciones, que pueden fondear sus adquisiciones.

Una particularidad de la forma en que opera Broadcom respecto de otras empresas del sector de los semiconductores es que encuentra empresas que están “infladas”, las compra y recorta costos para aumentar su rentabilidad (es como si su director ejecutivo “fuera por ahí con un machete”, bromea una investigadora de una consultoría).

La estrategia de Broadcom privilegia la escala, la cual es de gran ayuda a las empresas de semiconductores debido a que su rama es altamente intensiva en capital. En el caso que se estudia, si la compra se concreta Broadcom se beneficiaría de las inversiones de Qualcomm en áreas en las que sus inversiones son mínimas, como la tecnología 5G y los semiconductores para autos sin conductor (este último, a su vez, si la compra de NXP por Qualcomm es aprobada).

Sin embargo, no todo sería favorable para Broadcom si compra Qualcomm. Esta empresa ha pasado por diversos reveses legales recientemente, pues ha sido señalada por la Comisión Federal de Comercio estadounidense de abusar de su posición monopólica para obtener elevadas cuotas por el uso de sus patentes. De igual forma, las autoridades regulatorias en China, Sudáfrica y Taiwán han levantado grandes multas contra Qualcomm por su comportamiento anticompetitivo. Por otra parte, uno de los clientes más grandes de la industria de los semiconductores, Apple, ha demandado a Qualcomm por los términos de uso de sus patentes, razón por la cual los fabricantes del iPhone han comenzado a retener los pagos de regalías, lo que priva a Qualcomm de miles de millones de dólares en ventas conforme la disputa se vuelve más álgida. Y no hay visos de que termine.

Los ejecutivos de Broadcom sostienen que el cambio de propiedad traerá consigo una mejor relación entre Qualcomm y sus consumidores –entre ellos Apple. No obstante, hay pocas señales de que eso vaya a ocurrir. La adquisición de Qualcomm por Broadcom traería consigo una empresa gigante con un mayor poder de mercado y una disminución de la competencia dentro del sector. Es poco probable que esto complazca a los consumidores de la industria. Si estas empresas se combinan y no hay desinversiones, controlarían entre 50% y 60% del mercado de chips para Wi-Fi y 27% de los chips de frecuencia radial para los dispositivos móviles. Se espera que los precios aumenten en algunos mercados donde tiene una participación dominante, lo que provocará malestar entre sus clientes.

Se dice que la junta de Qualcomm rechazará la oferta de Broadcom por considerarla muy baja. Ante esta situación, Broadcom tendrá que aumentar el precio si quiere que la compra se concrete. Pero incluso si la compra por parte de Broadcom se gana el apoyo de los directivos y accionistas de Qualcomm, hay grandes dificultades enfrente. Puesto que está pendiente la aprobación de las compras de NXP por Qualcomm y de Brocade por Broadcom, lo que a primera vista parece ser la fusión de dos gigantes es en realidad una compra que involucra a cuatro partes. “Será difícil unir tantas divisiones y negocios diferentes al mismo tiempo”.

La segunda dificultad es regulatoria, pues la Comisión Europea está llevando a cabo un escrutinio más cercano de las empresas tecnológicas y esto podría afectar la aprobación de la compra por las autoridades europeas. Las autoridades antimonopólicas en China, por su parte, dificultarán también la adquisición, pues buscarán proteger a sus fabricantes nacionales de chips.

Algunos analistas han interpretado la propuesta de compra de Broadcom como un intento de incursionar en las áreas que tendrán un crecimiento más acelerado en los próximos años, como la inteligencia artificial y lo que se conoce como “el internet de las cosas”. No obstante, la nueva entidad resultante de la compra estaría sumamente concentrada en los mercados maduros de los semiconductores, como los de los chips para teléfonos celulares, en lugar de apuntar hacia la diversificación en otros subsectores que serán más dinámicos. Los directivos de Broadcom no ven esto como un problema y consideran que una de las claves para el éxito en una industria en consolidación es concentrarse en innovar en las áreas en las que ya se tiene experiencia. Más bien piensan en la posibilidad de comprar otras empresas de nuevas categorías de chips y semiconductores más adelante para integrarlas a su compañía gigante.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El artículo de The Economist nos da una clave que puede ser valiosa para entender mejor el comportamiento de las complejas y difíciles de asir fusiones y adquisiciones de empresas: una factor para entenderlas sería la dinámica de expansión-agotamiento de las innovaciones tecnológicas en las diversas industrias.

La fabricación de semi-conductores ofrece un caso intermedio entre las actividades declinantes y aquellas en ascenso. Se trata de empresas con amplio poder de mercado y posibilidades de financiar compras de firmas innovadoras y sus propios desarrollos tecnológicos. Es una situación de ascenso lento y posibilidades de expansión incluso en escala internacional.