Awry in the sky. China has won battles against air pollution, but not the war. Fierce restrictions on the use of coal have got it only so far

Cita: 

The Economist [2017], "Awry in the sky. China has won battles against air pollution, but not the war. Fierce restrictions on the use of coal have got it only so far", The Economist, London, 14 de diciembre, https://www.economist.com/news/china/21732581-fierce-restrictions-use-co...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Diciembre 14, 2017
Tema: 
Políticas ambientales con impactos sociales negativos en China
Idea principal: 

El artículo ilustra que ante la gravedad de la situación ambiental en China, el gobierno ha optado por tomar medidas radicales y bruscas que han implicado en resultados sociales no esperados. La discusión busca hacer un balance en torno a la viabilidad y efectividad de este tipo de políticas ambientales.

Al norte de China, las autoridades locales han impuesto controles ambientales de emergencia –hasta mediados de marzo (2018)– y creado nuevas figuras institucionales –como la Agencia de Protección Ambiental en Beijing– para gestionar los altos niveles de contaminación atmosférica. Las medidas han desmantelado los sistemas de calefacción a base de carbón por aquellos que solo utilicen electricidad o gas (Dato Crucial 1). No obstante la meta no logró cumplirse a tiempo, y con la llegada del invierno han ocurrido varias afectaciones sociales por las bajas temperaturas (Dato Crucial 2 y 3). Los impactos han incluso alcanzado la actividad industrial de la región (Dato Crucial 4). Ante tal panorama, el gobierno no ha tenido más remedio más que permitir la quema de cierta cantidad de carbón en lugares que no tienen otra alternativa disponible.

La revista indica que todas las naciones mezclan estímulos y castigos en sus políticas ambientales. Lo mismo ocurre con China, donde sus alcances en el tema hacen de éste un buen ejemplo para juzgar el impacto de las medidas de control ambiental. Según The Economist, hasta ahora parece que las prohibiciones funcionan solo cuando existen las condiciones correctas.

Gases, problemas de salud, acción

Las medidas de emergencia de Beijing forman parte de un paquete de prohibiciones más amplio, llamado "plan de acción nacional sobre la contaminación en el aire" (introducida en 2013). Consiste en medidas nacionales y provinciales sobre el uso y reducción del consumo de carbón (Dato Crucial 5), prohibiendo nuevas facilidades de quema de carbón y acelerando el uso de filtros y depuradores. De acuerdo con la revista, el plan parece funcionar (Dato Crucial 6). Pero en 2017 la mejora en las concentraciones de partículas de 2.5 micras (PM 2.5) se detuvo. En invierno se lograron días con el cielo despejado pero también más días de smog asfixiante en comparación con el invierno pasado (2016). No obstante el nivel promedio anual de concentración de PM 2.5 sigue siendo una cuestión de emergencia nacional (Dato Crucial 7).

El artículo problematiza las razones por las cuales las políticas tuvieron una alta efectividad al inició, la cual disminuyó posteriormente:

1. Las políticas fueron más efectivas cuando el crecimiento económico se estaba haciendo más ecológico por sí mismo, entre 2013-2016, cuando la composición del PIB transitaba de una infraestructura e industria pesada a los servicios. Pero en 2016 el gobierno se alarmó sobre una posible desaceleración económica y permitió que el gasto en infraestructura se incrementara de nuevo –la infraestructura es intensa en contaminación debió a la cantidad que demanda de cemento y acero en la construcción.

2. Tales políticas solo logran cambiar el comportamiento de los agentes económicos mientras se mantengan permanentemente violentas. Muchas fábricas de acero y minas de carbón chinas (especialmente las pequeñas de propiedad privada) aumentaron la producción en los meses previos a la entrada de las normatividades e hicieron lo mismo nuevamente cuando se flexibilizaron los controles. El carácter alta-baja de las prohibiciones los hizo menos efectivos.

3. Las prohibiciones probablemente funcionen mejor en China que en cualquier otro lugar. Muchos de los más grandes contaminadores son empresas de propiedad estatal, lo cual le permite al Estado tener un fácil control sobre éstas. Los esfuerzos de Xi Jinping, el presidente, para hacer que las autoridades locales atiendan las legislaciones dictadas por el gobierno central, transformaron la “resistencia pasiva” de la burocracia por un cumplimiento excesivamente entusiasta.

China tiene otras dos ventajas: i) más de la mitad de su contaminación proviene de centrales eléctricas de carbón, además a diferencia de la mayoría de los países en desarrollo, China ha invertido mucho en monitoreo y medición; ii) segundo, el orden-y-control se adapta fácilmente en un país donde no necesita justificar sus costos (Dato Crucial 8), sin embargo todos los grandes controles ambientales de cualquier tipo son costosos (Dato Crucial 9).

El artículo cierra reconociendo los alcances reales que han logrado las medidas ambientales en China pero que actualmente la nación necesita que los beneficios duren unos cuantos años más sin tener que llegar a condiciones extremas con impactos su población (Dato Crucial 2 y 3).

Datos cruciales: 

1. El rango de localidades afectadas abarca 26 ciudades más Beijing y Tianjin (que cuentan como provincias). La sustitución de sistemas de calefacción está estimada para 3 millones de unidades habitacionales.

2. A inicios de diciembre una escuela primaria en la provincia de Hebei (cerca de Beijing) tuvo que evacuar a sus alumnos debido a las bajas temperaturas en el interior de las instalaciones.

3. En Linfen, un vecindario en la provincia de Shanxi, los habitantes señalan que sus calentadores alimentados con carbón han sido retirados pero la instalación de pipas para conectarlos al sistema de gas no ha llegado.

4. El gobierno ha limitado la producción de hierro, acero, la fundición de aluminio y se detuvieron varios grandes proyectos de construcción.

5. Se plantea una reducción del consumo de carbón de 50% en Beijing y de 19% en Tianjin en 5 años.

6. La concentración de contaminantes con un diámetro de 2.5 micrómetros o menos, disminuyó de los 100 microgramos por metro cúbico en Beijing entre 2012 y 2013 a 75 en 2016. Evitando 160 000 muertes prematuras en 2016 (Greenpeace).

7. El nivel promedio anual permanece aproximadamente un 25% por encima del objetivo establecido en el plan de acción nacional y muy por encima de los niveles de contaminación de las grandes ciudades occidentales, de ahí las medidas de emergencia.

8. En 2015 la Alianza de Aire Limpio en China estimó en 2015 que el costo de inversión del plan de acción nacional en las provincias de Beijing, Tianjin y Hebei sería de 38 mil millones de dólares. Eso no incluye el costo de oportunidad de suspender proyectos de construcción durante meses o cerrar algunas fundidoras.

9. En 2015 el plan alemán Energiewende que utiliza subsidios para fomentar el uso de combustibles más ecológicos, implica costos de 66 mil millones de dólares sin ningún impacto real en las emisiones de carbón (las cuales no han disminuido desde 2010).

Nexo con el tema que estudiamos: 

China es el país más simbólico de los alcances de la destrucción socio-ambiental del siglo XXI. Su poderío económico se ha visto acompañado del socavamiento y la explotación de la sociedad y la naturaleza en China. Sus políticas ambientales podrían ser ejemplos pioneros del futuro de gran parte de las políticas ambientales en el mundo en condiciones cada vez más críticas. Al mismo tiempo la disyuntiva entre crecimiento económico o bienestar social-ambiental se hace más aguda.