Putin's Syrian gambit. It is not going well. As Israel and Iran clash in Syria, Russia finds itself increasingly in a bind of its own making

Cita: 

The Economist [2018], "Putin's Syrian gambit. It is not going well. As Israel and Iran clash in Syria, Russia finds itself increasingly in a bind of its own making", The Economist, London, 15 de febrero, https://www.economist.com/news/leaders/21737029-israel-and-iran-clash-sy...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Febrero 15, 2018
Tema: 
El papel de Rusia en la guerra en Siria
Idea principal: 

A finales de 2017, el presidente ruso, Vladimir Putin, hizo una visita a Siria en la cual declaró como “lograda” la acción Rusia durante la Guerra en Siria. Básicamente su discurso expresaba cómo la acción del ejército ruso había salvado al régimen de Bashar Al-Assad. En este sentido Rusia había jugado en el papel del actor decisivo en un conflicto que Estados Unidos no había logrado controlar. El caso sirio y la anexión de la península de Crimea a Rusia en 2014 demuestra que Rusia de nuevo está jugando un papel importante dentro de la política internacional.

Sin embargo, diez semanas después del discurso de Vladimir Putin en Siria, las acciones de Israel e Irán modificaron el panorama. Irán realizó incursiones con drones en espacio aéreo israelí, a lo que Israel respondí con una acción violenta en contra del dispositivo y de la infraestructura de control, que estaba ubicada cerca de Palmira. En un segundo momento, el 17 de febrero de 2018, el ejército sirio derribó un avión F16 de la aviación israelí, acción que tuvo como respuesta del ejército israelí, la destrucción de la tercera parte de las baterías antiaéreas sirias.

Los roces entre Israel y Siria, además de las acciones que han tenido a lo largo de febrero de 2018, tienen dos mensajes claros. El primero, que la guerra en Siria no ha terminado y quizás esté entrando en una nueva etapa que puede ser aún más peligrosa. Y que mientras esto pasa, Rusia deberá quedarse. Mientras tanto, es conocido que ni Irán ni Israel desean una confrontación directa por el momento, sin embargo parece que ambos países están llevado a cabo acciones para probar los límites del otro.

Las confrontaciones se han materializado ahora que las victorias del ejército de Al-Assad se han extendido, con apoyo del ejército iraní, lograron la expulsión de cuerpos rebeldes en un área cercana a los Altos del Golán [1]. Ante esto, los comandantes del ejército israelí han manifestado estar preparados para las agresiones iraníes lanzadas desde Siria.

La situación pone a Rusia en un aprieto, ya que ante una escalada del conflicto, tendría que elegir tomar partido. Por un lado, Rusia e Irán se han convertido aliados cercanos a raíz del conflicto, sin embargo la relación de Rusia con Israel, y su ministro Benjamin Netanyahu, también es cordial. Esta situación representa la verdadera debilidad de Rusia: aunque se considere como el árbitro del conflicto no puede controlar el accionar de otros actores.

A los sucesos de febrero de 2018 se le suman los acuerdos de Sochi en enero de 2018 que resultaron fallidos, donde los representantes sirios se negaron a seguir las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas y de Rusia para la elaboración de una nueva constitución. Además de que se mostraron otros roces entre partes del conflicto como el gobierno turco, el gobierno iraní, los kurdos en Siria, etc. La situación interna no es más favorable para la continuación del conflicto, la población (especialmente votantes) rechaza que se mantengan las operaciones militares en Medio Oriente.

Aunque los rusos han tenido grandes logros en lo que va del conflicto sirio, su papel no alcanza para poder crear un acuerdo entre los grupos involucrados. Parece como si el gobierno de Vladimir Putin estuviera lejos de superar el conflicto, ya que este se ha tornado un tema difícil de resolver para el gobierno ruso. Mientras tanto, Estados Unidos ha terminado siendo un actor periférico dentro del conflicto.


[1] Los Altos del Golán son un territorio compuesto por mesetas, los cuales fueron conquistados en su mayor parte por Israel durante la Guerra de los seis días en 1967.

Datos cruciales: 

Los ataques hechos por parte de Israel a Siria son los más significativos que han hecho desde 1982

Menos de una tercera parte de los votantes rusos apoya la continuación de las operaciones militares en Siria

Nexo con el tema que estudiamos: 

El conflicto sirio, representó en su momento, un nuevo espacio de disputa hegemónica, que a diferencia de los conflictos durante la guerra fría, significó un encuentro violento entre dos modelos diferentes de capitalismo. Siria se transformó en ese momento en el escenario de una competencia hegemónica en la cual Estados Unidos no logró concretar su voluntad y la defensa Rusia del gobierno de Bashar Al-Assad, que le permitiría el mantenimiento de su base militar en Tartus, ha resultado relativamente victoriosa.

Sin embargo, Rusia aún se encuentra lejos de poder terminar un conflicto que podría ser muy costoso para su funcionamiento y para la continuación de su política de aspiración hegemónica. Rusia es hoy, un actor que reúne bastante poder, pero no el suficiente, como para agilizar y dejar atrás las acciones que le generan problemas. Por lo tanto, deberá buscar la mejor opción ante un escenario de muchos actores con agendas diferentes y complicadas.