Waiting to erupt. Congo's war was bloody. It may be about to start again. President Joseph Kabila is in the seventh year of a five-year term. He is struggling to hold the country together

Cita: 

The Economist [2018], "Waiting to erupt. Congo's war was bloody. It may be about to start again. President Joseph Kabila is in the seventh year of a five-year term. He is struggling to hold the country together", The Economist, London, 15 de febrero, https://www.economist.com/news/briefing/21737021-president-joseph-kabila...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Febrero 15, 2018
Tema: 
La situación actual en Congo, ante el peligro de una nueva guerra civil
Idea principal: 

Cuando los cambios se dan en República Democrática de Congo estos ocurren de manera muy rápida. En 2001, Laurent Kabila (padre del actual presidente) perdió el gobierno después de ser asesinado por uno de sus guardaespaldas. Cuatro años antes, Mobutu Sese Seko fue derrocado por los rebeldes apoyados por las fuerzas de invasión que venían desde Ruanda. Mobutu al limitar los salarios del ejército, perdió su apoyo después de 32 años de gobierno.

El gobierno actual en República Democrática de Congo parece reunir características semejantes a las situaciones anteriores. El actual presidente, Joseph Kabila, se encuentra sitiado. Al igual que Laurent Kabila, a lo largo de su mandato ha cultivado a muchos enemigos y de manera semejante al gobierno de Mobutu, su gobierno ha estado basado en un sistema cleptocrático, violento y con poco apoyo de los ciudadanos. Parece ser que solo mantiene el apoyo de su guardia presidencial, la cual goza de un buen sueldo.

Joseph Kabila se encuentra en su séptimo año de una presidencia que debía durar 5 años, está incapacitado constitucionalmente para volverse a presentar en los comicios electorales, pero se ha negado a convocar a las elecciones que debían realizarse en 2016 pero que ha ido atrasando. Ante este panorama es posible que el centro del África se enfrente a un nuevo periodo de guerra.

Después del rompimiento de la promesa de celebrar elecciones a finales de 2017, hubo protestas en 12 ciudades que fueron duramente reprimidas. Sin embargo, es en el campo donde la violencia es mayor, dado que más de 70 grupos insurrectos se encuentran en disputa contra el ejército, pero tanto el ejército como los grupos insurrectos hostigan a los civiles. Esto ha provocado que millones de personas huyan de sus casas y aumente el número de desplazados internos. Los refugiados del conflicto cruzan las fronteras hacia Zambia, Angola, Uganda y Tanzania.

Entre 1998 y 2003, la segunda guerra de Congo, fue la guerra civil más letal que ha habido en cualquier continente. En ella se vieron involucrados militares de ocho países, la violación masiva fue un acto sistemático y el número de muertos producto de ataque con machete, hambre y enfermedad fue incalculable. Esta guerra fue alimentada por cuatro factores principales: 1) un shock externo que inició el conflicto, 2) un estado en alta descomposición, 3) una gran riqueza mineral que hacía redituable la guerra y 4) un sin fin de conflictos inter-étnicos e inter-tribales, que fueron explotados por los caudillos.

El shock externo fue el genocidio de Ruanda de 1994, cuando dos millones de refugiados (parte del grupo que perpetró el genocidio) huyeron a la parte oriental de la República Democrática de Congo [1], cuando las fuerzas del presidente Paul Kagame los persiguió hacia la selva tropical. Paul Kagame invadió dos veces al entonces Zaire bajo el objetivo de perseguir a los hutus. En la primera campaña derrocó al veterano Mobutu Sese Seko, y colocó a Laurent Kabila al mando. Para la segunda incursión, Kagame intentó derrocar a Laurent Kabila, el cual había cambiado su alianza y ahora apoyaba a los hutus. La intervención de Angola, Zimbabwe y Namibia, permitieron que el gobierno de Kabila se mantuviese. La guerra civil en la República Democrática de Congo sufrió un proceso de degeneración, en el cual el objetivo último fue la repartición del botín de guerra. La guerra terminó en 2003 por el agotamiento de las partes.

Actualmente, la República Democrática de Congo mantiene tres de los cuatro factores que propiciaron el inicio del conflicto en los noventa: un Estado con alta descomposición, una riqueza mineral codiciada y un sin fin de señores de la guerra que se aprovechan de las diferencias inter-étnicas. A estos tres elementos se le agrega un presidente que cuenta con bajos niveles de legitimidad.

La República Democrática del Congo tiene un potencial colosal. Se encuentra en el centro del continente y podría tener una conexión total si tuviese caminos. Su subsuelo guarda una riqueza increíble gracias a sus yacimientos de cobre, cobalto, zinc, estaño, diamantes y oro. Sus bosques lluviosos están llenos de animales salvajes y plantas aún no conocidas, y su gran río es una arteria hacia el Atlántico. Sin embargo, la falta de un buen gobierno y los problemas de seguridad, hacen que este potencial no pueda ser usado a su favor. Los enemigos de Joseph Kabila culpan al presidente de avivar la violencia en el país para continuar con la postergación de los comicios electorales, mientras que otros consideran que la inestabilidad es producida por los países occidentales en búsqueda de mantener el control sobre los recursos minerales. Sin embargo, con el desvanecimiento de la autoridad de Kabila, se desvanece también las capacidades de mantenimiento de un monopolio de la violencia.

La Organización de las Naciones Unidas ha impedido el crecimiento de algún grupo lo suficientemente grande como para hacer tambalear al gobierno de Joseph Kabila, sin embargo eso podría acabar después de que la embajadora estadounidense, Nikki Haley, acusara a Naciones Unidas de apoyar a un gobierno corrupto. Al mismo tiempo, los pequeños vecinos orientales, Ruanda y Burundi, mantiene una guerra silenciosa con el objetivo de “llenar” el vacío de poder en el territorio congoleño.

La inestabilidad del país se mantiene financiada gracias a la riqueza mineral que alberga el país. La mayoría de las minas se encuentran manejadas bajo el poder de empresas de Occidente y de China, pero administradas por parte de los caudillos militares. Joseph Kabila ha cerrado minas en la zona oriental para evitar un embargo económico, esto a su vez ha provocado dificultad de financiamiento para los grupos que toman parte en el conflicto. Sin embargo, la minería no se detiene en el Oriente, gran parte de esta se extrae a mano y es expulsada del país a través de líneas de contrabando que corren por Ruanda, Uganda o Burundi. Esta clase de minería no paga impuestos, solo beneficia a los funcionarios sobornados de ambos lados de la frontera.

La guerra plantea una amenaza para la belleza natural del país. Grandes hectáreas de zonas consideradas Reservas Naturales han sido quemadas, representando un peligro para la flora y fauna de la región. La economía ilegal producto del despojo sobre estas áreas representa un espectro amplio de ganancias para los habitantes de la zona.

En cuanto al río Congo, la mayor arteria del país (el país entero se puede recorrer a través de éste, el río Kasai y las afluentes de ambos), se encuentra desperdiciada, ya que no existe una naviera en funcionamiento. El comercio a través del río Congo se limita al uso de pequeñas barcazas. A su vez, el potencial para la producción hidroeléctrica del país, se encuentra desaprovechado. Kinshasa se mantiene con dos presas construidas durante la presidencia de Mobutu Sese Seko y existe el plan de crear una tercera que podría producir 39 000 MegaWatts, energía suficiente para la República Democrática de Congo y parte del sur del continente, sin embargo el proyecto se encuentra detenido en este momento.

Ante este escenario, la oposición se mantiene escéptica de la voluntad de Joseph Kabila para convocar a elecciones nuevamente, aunque su portavoz dijo que nombraría a un sucesor para julio. Kabila es un líder impopular, pero sus opositores políticos también lo son, Moise Katumbi, quien encabeza las encuestas solo tiene 38% de aprobación.

El posible comienzo de una nueva guerra en la República Democrática de Congo pone tensa a la región ante un posible esparcimiento del conflicto y la absorción a él de los vecinos. Una República Democrática de Congo pacífica representaría un impulso para la región.


[1] Miembros del grupo hutu, los cuales habían sido los perpetradores del genocidio y que habían huido de la ofensiva tutsi.

Datos cruciales: 

A finales de 2017 hubo protestas en 12 ciudades de República Democrática del Congo, las cuales fueron duramente reprimidas. Se tiene registro de 8 muertes aunque pudieron haber sido más. Human Rights Watch menciona que los cuerpos fueron arrojados al río Congo.

Existen más de 70 grupos rebeldes en beligerancia en República Democrática de Congo.

Alrededor de 2 millones de personas huyeron de sus hogares en 2017.

El número de desplazados internos en la República Democrática del Congo aumentó a 4.3 millones de personas en 2017.

La Organización de las Naciones Unidas predice que la ofensiva del ejército congoleño, durante la segunda semana de febrero del 2018, frente a las guerrillas islamistas, cerca de la frontera con Uganda expulsará a 370 000 personas de sus hogares.

Actualmente, la Operación de Mantenimiento de la Paz más grande del mundo se encuentra en la República Democrática de Congo, y cuenta con 18 000 miembros de los Cascos azules.

Según, Paul Collier (economista y politólogo de la Universidad de Oxford) un conflicto armado tiene 40% de posibilidades de activarse una década después de su fin.

República Democrática de Congo es cuatro veces más grande que Francia, sin embargo, tiene menos caminos pavimentados que Luxemburgo.

El último censo se realizó en 1986, por lo cual se estima que su población alcanza los 80 millones de personas.

La tasa promedio de hijos por mujer es en promedio de 6, lo que coloca a la República Democrática de Congo en el tercer lugar a nivel mundial.

Aproximadamente 50% de los congoleños tiene 14 años o menos.

Los niveles de pobreza son muy altos. Solamente una séptima parte de la población tiene ganancias de 1.25 dólares al día.

La esperanza de vida en República Democrática de Congo es de 58 años.

Reino Unido estima que para 2030 la República Democrática de Congo podría albergar niveles de pobreza muy por detrás de otros Estados. Actualmente, está muy por detrás de Zambia.

Kinshasa, la capital de República Democrática de Congo, se ha convertido en una megaciudad que alberga aproximadamente a 12 millones de habitantes.

En la parte oriental de la República Democrática de Congo, Joseph Kabila no cuenta con capacidad de ordenamiento a través del ejército, por lo que ha cultivado alianzas con caudillos para hacer frente a las fuerzas ruandesas.

La República Democrática de Congo cuenta con aproximadamente de dos millones de mineros.

Las minas del país son controladas principalmente por mineras de los países occidentales y de China. El producto de éstas representa 95% de las exportaciones formales del país.

Desde 2010, la ley Dodd-Frank exige a las empresas estadounidenses demostrar que no contienen minerales de zonas conflictivas.

Uno de cada 20 habitantes de Kinshasa tiene trabajo formal. Sin embargo la vida es cara en la ciudad, el arriendo en una zona periférica, sin electricidad confiable y con poca agua limpia puede ascender a 100 dólares mensuales.

El artículo nos proporciona una gráfica de eventos selectivos:

1960: Después de la Independencia congoleña, Patrice Lumumba se convierte en el Primer Ministro. Existen motines por parte del ejército y la región de Katanga trata de separarse del la República de Congo.

1961: Lumumba es asesinado con complicidad de los servicios de inteligencia belga.

1965: Mobutu Sese Seko toma el poder. Comienza la era del su saqueo.

1971: Mobutu Sese Seko renombra al país como Zaire.

1994: Genocidio en Ruanda.

1996: Los rebeldes hutus de Ruanda invaden Zaire.

1997. Mobutu cae. Laurent Kabila se vuelve presidente y el país pasa de ser Zaire a ser República Democrática de Congo.

1998: Ruanda vuelva a invadir Congo, el país colapsa en una guerra. Nueve países se ven envueltos en el conflicto.

2001: Laurent Kabila es asesinado. Su hijo, Joseph Kabila, toma el poder.

2003: El acuerdo de paz entra en vigencia. Fin de la guerra.

2006: Elecciones. Joseph Kabila se mantiene en el poder.

2012: Elecciones. Joseph Kabila vuelve a ganar.

2016: Término de la presidencia de Joseph Kabila. No entrega el poder.

Entre 1960 y 2016 el Producto Interno Bruto per cápita cae de 2 000 dólares a menos de 1 000 dólares (paridades de poder de compra con datos de 2011)

El artículo nos proporciona un mapa de República Democrática de Congo que nos muestra las áreas más violentas. Estas incluyen:

-La región de Kasai, la cual incluye las provincias de Kasai, Kasai Oriental y Lulua.

-La frontera norte con República Centro-africana, que incluye a las provincias de Ubangi del Norte, Ubangi del Sur y Bajo Uele.

-La frontera norte con Sudán del Sur, que incluye a las provincias de Ituri y Bajo Uele.

-La zona oriental, la cual hace frontera con Uganda, Ruanda, Burundi, Tanzania y Zambia, y que incluye a las provincias de Ituri, Kivu del Norte, Kivu del Sur, Maniema, Tanganica y Alto Lomami.

Se incluye una gráfica que compara indicadores entre la República Democrática de Congo y su vecino, Zambia.

-Índice de corrupción (donde el 100 es libre de corrupción). República Democrática de Congo está por encima de 20 puntos, mientras que Zambia está un poco por debajo de 40 puntos.

-Índice de Libertad (donde 100 puntos es igual a el más libre) República Democrática de Congo está por debajo de 20 puntos, Zambia está por encima de 50 puntos.

-Porcentaje de caminos pavimentados. República Democrática de Congo está por debajo de 20% . Zambia se encuentra por encima de 20%.

-Facilidad para hacer negocios (donde 100 puntos es mayor facilidad) República Democrática de Congo está por debajo de 40 puntos, mientras Zambia está por encima de 60 puntos.

-Porcentaje de alfabetización en edad adulta (de 15 en adelante). República Democrática de Congo está por debajo de 80%, mientras que Zambia está por encima del 80%.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La situación actual en la República Democrática de Congo representa un peligro para la región, pero también para la vida de las población del continente entero. Al mantener al país fraccionado los principales beneficiados son las fuerzas extractivas del capital y la industria bélica. Las fuerzas extractivas del capital aprovechan el momento controlando minas, comprando parte del material de contrabando, que posteriormente va a parar en la industria productiva, y a través del sistema de mediaciones y seguridad fuera de las capacidades del Estado, las cuales permiten evitar impuestos y reglas. Por otra parte, la industria bélica contiene un mercado de armas de asalto constante. Un nuevo conflicto en la República Democrática de Congo es probable en tanto las fuerzas que se alimentan de las guerras busquen que éste ocurra. Una nueva guerra también puede devenir en reacomodo de fuerzas en la región por parte de los saqueadores occidentales y chinos.