Unilever es una de las empresas de mayor consumo a nivel mundial. Producto de la fusión de fabricantes británicos de jabón y comerciantes holandeses de margarina, estructurando una empresa de doble nacionalidad. No obstante, se espera que antes de finalizar el mes de marzo (2018) la sede de Unilever este de regreso en Rotterdam (NL). En este texto The Economist analiza la estructura de las empresas duales y sus riesgos.

La estructura dual se define cuando dos empresas acuerdan operar como una sola empresa, pero permanecen incorporadas y conservan listas de acciones distintas en sus países de origen. Un estudio realizado por FTI Consulting, una empresa de asesoramiento empresarial, demostró que de las 15 empresas que han utilizado una "estructura dual" en los últimos 25 años, solo seis empresas conservan esta estructura. Una ventaja de la estructura dual considera que una empresa fusionada retiene el control de acceso a los mercados de capitales locales y los inversores institucionales. No obstante, la globalización ha sido un proceso contraproducente para las empresas duales: la apertura del libre mercado ha favorecido a una gran cantidad de inversionistas sin fronteras territoriales.

Los riesgos de esta estructura demuestran la existencia de confusiones y riesgos para los inversionistas. El primer riesgo consiste en la diferencia entre los precios de las acciones a pesar de estar vinculadas en los mismos flujos de capital. El segundo riesgo son los límites de negociación y la complicación del uso de acciones para comprar. Unilever, empresa que mantiene esta estructura dual en Europa, enfrenta esta situación: “quiere poder cerrar acuerdos para aumentar sus ganancias para los accionistas. Aunque su elección puede molestar a los políticos británicos, la lógica de los inversores prevalece”.