Autonomous vehicles. A pedestrian has been killed by a self-driving car. A driverless tragedy

Cita: 

The Economist [2018], "Autonomous vehicles. A pedestrian has been killed by a self-driving car. A driverless tragedy", The Economist, London, 24 de marzo, https://www.economist.com/news/science-and-technology/21739149-driverles...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Marzo 24, 2018
Tema: 
La regulación de los vehículos autónomos en Estados Unidos
Idea principal: 

El 18 de marzo del 2018, Elaine Herzberg, se convirtió en la primera persona en ser atropellada por un automóvil sin conductor. Su muerte ha suscitado dudas en torno a si las normas para la regulación de las pruebas de vehículos autónomos son demasiado suaves. Diversas ciudades en Estados Unidos permiten las pruebas del “modo autónomo” en las carreteras públicas, con diferentes grados de supervisión.

Actualmente, Washington se encuentra en un intenso debate para introducir normas federales que regulen las pruebas de automóviles autónomos. Las normas federales eximirán a los vehículos autónomos de algunos estándares de seguridad existentes y evitarán la regulación diferenciada en cada estado. Washington busca estimular la innovación, eliminando los entornos regulatorios.

Quienes apoyan el uso de automóviles autónomos tienen como argumento que son más seguros, señalando que 94% de los accidentes son producto de errores humanos. General Motors, se ha fijado el objetivo de “cero choques”, lograrlo implicaría hacer pruebas en vía pública, donde los accidentes son inevitables. Los automóviles autónomos no eliminaran las muertes en camino, esperar que esto suceda es imposible. Un objetivo más realista, es el que propone Amnón Shashua de Mobileye [1], de una reducción en 1 000 veces del número de muertes en carreteras.

El caso de la Dra. Herzberg influirá en las actitudes frente a las automóviles autónomos y su industria. Es importante evitar riesgos innecesarios en el desarrollo de tecnologías para salvar vidas, sin embargo, la realidad es que habrá accidentes mortales en el camino hacia un mundo donde ya no haya conductores.


[1] Empresa subsidiaria de Entel con sede en Israel, dedicada a la producción de automóviles autónomos.

Datos cruciales: 

1. El vehículo que atropelló a Eline Herzberg se encontraba en pruebas para el “modo autónomo” por la compañía estadounidense Uber y viajaba a 61 kilómetros por hora en una carretera con límite de velocidad de 45 kilómetros por hora.

2. Desde 2015 no se necesitan licencias o permisos para hacer pruebas de automóviles autónomos en Arizona, lugar que representa un buen entorno para lo productores de automóviles autónomos por sus ciudades con calles cuadriculadas, climas secos y regulaciones amigables.

3. El gobernador de Arizona anunció un ajuste en la regulación de las normas de reglamentación de automóviles autónomos desde el 1 de marzo del 2018.

4. En Estados Unidos cada día mueren 100 personas aproximadamente en las carreteras, entre los que se incluyen 16 peatones. Los defensores de los automóviles autónomos, citan que 94% de los accidentes son causados por errores humanos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La conducción autónoma es un campo de convergencia para las nuevas tecnologías, en particular la inteligencia artificial, la geolocalización, la electrónica y la informática. A pesar de su aparente banalidad, esta tecnología ofrece un campo de experimentación para las tendencias renovadoras del capitalismo.

Las tecnologías aérea, terrestre y marítima tienden al desarrollo de procesos de automatización que requieren pruebas que deja muy por detrás al sistema de regulación actual. Es necesario regular para evitar muertes producto de un mal manejo de proyectos que busquen evitar las muertes, pero también proyectos para la regulación de la automatización antes de que esta se logre, para evitar futuros conflictos de daños realizados por un sujeto, que ha diferencia del conductor, es desconocido.