Better days in Baghdad. Fifteen years after America's invasion, Iraq is doing well. An election in May offers a chance to build on recent progress

Cita: 

The Economist [2018], "Better days in Baghdad. Fifteen years after America's invasion, Iraq is doing well. An election in May offers a chance to build on recent progress", The Economist, London, 31 de marzo, https://www.economist.com/news/leaders/21739657-election-may-offers-chan...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Marzo 31, 2018
Tema: 
Evolución política y social en Irak
Idea principal: 

El 12 de junio de 2014 se registró un combate entre el ejército iraquí y los islamistas del Estado Islámico iraquí, quienes terminaron por tomar el control de Mosul, la segunda ciudad de Irak. A partir de estos hechos, el gobierno perdió el control sobre gran parte del país y el estallido de las distintas ramas del islam (Sunnismo, Chiismo y Yihadismo) fragmentó las funciones del Estado en Irak.

En la actualidad, afirma The Economist, Irak ha derrotado al Estado Islámico (un proto estado no reconocido de naturaleza fundamentalista yihadista que siguen una doctrina heterodoxa del Islam suni formado por radicales fieles a Abu Bakr al-Baghdadi) y ha evitado la ola de violencia chiita-sunita que predijeron que seguiría. La producción de petróleo ha subido y el estado ahora tiene suficientes recursos económicos. El poder de los extranjeros, incluidos Irán y Estados Unidos, ha disminuido a medida que los políticos iraquíes han aprendido cómo hacer política a su favor. Inclusive la apertura democrática con las próximas elecciones, ha significado una evolución institucional entre el Estado y la sociedad iraquí.

La derrota de Al-Qaeda fue con el apoyo de Estados Unidos, los combatientes sunitas y la cooperación de los kurdos con el gobierno de Bagdad. No obstante, en 2011, durante el mandato de Barack Obama, el gobierno de Estados Unidos ordenó la evacuación de soldados estadounidenses de Irak. Por su parte el primer ministro Nuri al-Maliki expulsó a los sunitas de los servicios de seguridad, recortó los fondos de los kurdos y encarceló a los iraquíes que se manifestaron en contra de esta situación. De la misma forma se espera que sea derrotado el Estado Islámico.

En la actualidad, el primer ministro, Haider al-Abadi es dúctil en esta situación. The Economist considera que Haider al-Abadi debería fusionar las milicias que ayudaron a vencer al Estado Islámico con las fuerzas de seguridad regulares de Irak, fomentar la lealtad de las milicias al Estado, eliminar el sectarismo junto con la corrupción y la paralisis de los políticos (producto del empoderamiento de los líderes políticos después de la invasión estadounidense).

Por último, The Economist plantea un escenario donde la política funcione con normalidad en el país árabe; el combate a la corrupción, mantener la paz y la gobernabilidad en Irak es un compromiso que los partidos políticos y los votantes deben estar en mutuo acuerdo para que Irak sea un país competitivo políticamente y no una fragmentación de sectas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La relación que existe entre la guerra y la política es inherente, haciendo una revisión histórica de la formación de los Estados-Nación, la guerra ha antecedido esta construcción política. En el caso de Irak, la invasión estadounidense de 2003 y la destrucción del Al-Qaeda y posteriormente el Estado Islámico se han convertido en las variables que dan estructura a un corpus político firme que posibilita la participación ciudadana a través de mecanismos electorales.

Habría que hacer un balance de los poderes políticos-económicos que se disputan el control geopolítico de Irak dentro del marco de la hegemonía mundial contemporánea.