Military Industrial Complex (MIC)

Cita: 

Byrne, Edmund [2017], “Military Industrial Complex (MIC)”, Poff D, y A. Michalos (editores), Encyclopedia of Business and Professional Ethics, Springer International Publishing AG, Berlin, https://philpapers.org/archive/BYRMC-2.pdf

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
2017
Tema: 
Complejo industrial militar: definición, composición, presupuesto y dilemas
Idea principal: 

Edmund F. Byrne es profesor e investigador adscrito al Departamento de Filosofía de la Universidad de Indianápolis, Estados Unidos. Entre sus líneas de investigación están temas relacionados con el mercado de armas, las guerras, gobernanza de las corporaciones multinacionales y los negocios ilícitos.


El “complejo militar-industrial” (CMI) es definido como un sistema político-económico autónomo que perpetua la rentabilidad de las industrias militares en varias naciones, principalmente en Estados Unidos. Está conformado por entidades económicamente competidoras y/o colaboradoras que generan numerosos puestos de trabajo –desde militares, civiles y políticos–, quienes pasan a estar relacionados con el gasto militar y los presupuestos de defensa.

Compañías del CIM orientadas a una estrategia de guerra

Wright Mills (1956) fue el pionero en teorizar el CIM al calor de la segunda guerra mundial con el desarrollo de un aparato militar (military hardware) y de una fuerza de trabajo especializada en lo militar (military manpower). Al finalizar la guerra las industrias militares de los perdedores fueron desmanteladas y severamente limitadas, mientras que las de los ganadores, especialmente Estados Unidos, intensificaron su producción de equipo de guerra junto con la búsqueda de enemigos que funcionaran como receptores de dicha producción. Posteriormente fue necesario el financiamiento gubernamental para las llamadas “corporaciones de la industria de defensa”, capaces de reemplazar los viejos equipos y desarrollar otros con mayor alcance junto con la creación de nuevos medios de caos (especulando desafíos futuros).

Las compañías del CMI no son empresas autónomas sujetas a las fuerzas del libre mercado ya que dependen del financiamiento gubernamental. El tamaño del presupuesto destinado al CMI depende de la necesidad de enfrentar amenazas que aparentemente aumentan. Es así que la industria difícilmente discontinúa sus viejos productos, y por otra parte, los nuevos casi siempre cuentan con financiamiento. Para el autor esto es un clima presupuestario artificial, el cual no requiere de una explicación minuciosa para el reparto entre sus rubros pues basta con la estimación de escenarios riesgosos para justificar los fondos masivos que se destinan a las compañías.

El sistema monetario del CMI involucra complejas interdependencias que impiden las reducciones del presupuesto; se han formado importantes fuerzas de cabildeo de parte de los contratistas que financian partidos políticos para que se aprueben los contratos que otorga el Departamento de Defensa (DdD) de Estados Unidos. Los empleados del CIM (gubernamentales y no gubernamentales) dependen al mismo tiempo de tal distribución. También hay compañías multinacionales que venden sus servicios al Departamento de Defensa a través del departamento de Ventas Militares Extranjeras [Foreign Military Sales, FMS]

Montos presupuestales del CIM

Desde su origen en la segunda guerra mundial, el tamaño del monto destinado al CIM estadounidense ha aumentado considerablemente. Tuvo una importante cima durante la Guerra de Corea y una segunda en el conflicto bélico de Vietnam; durante los años setenta decrece hasta la presidencia de Reagan con un acelerado repunte hasta 1985. Posteriormente en 2001 los conflictos llamados terroristas del nuevo siglo impulsan el presupuesto a un nuevo máximo histórico en 2010 y de ahí en adelante hasta 2015; los datos sobre este tema son prácticamente estimaciones debido a la poca información disponible al público (Dato Crucial 1, 2 y 3).

El CIM es una fuerte creación de empleos que incluye tanto puestos de personal militar como civiles y contratistas independientes. Al interior de los puestos ejecutivos de mayor mando están en su mayoría ocupados por personal relacionados con la defensa (Dato Crucial 4).

En el tema del presupuesto militar se señala que parte importante es registrado en el Departamento de Defensa, pero no todo está en él, ya que existen otros departamentos y entidades, tanto públicas como privadas, que destinan o reciben inversiones con fines militares como lo son: los gastos a veteranos, universidades o armamento nuclear (Dato Crucial 5, 6, 7 y 8).

Asignaciones presupuestarias del CIM

Ronald Reagan destinó gran parte de recursos públicos a las fuerzas armadas por lo que el CIM logró consolidarse masivamente, esto fue pausado en los años noventa del siglo XX; posteriormente, aquellas empresas que lograron sobrevivir se hicieron de grandes contratos, principalmente después del 11 de septiembre de 2001. En 2012 el presupuesto militar estadounidense sumó la increíble cantidad de 793.9 mil millones de dólares, el cual quedó prácticamente distribuido en tan solo 10 grandes corporaciones de armas (Dato Crucial 9). Igual o más importante es señalar que dicha cifra es 63% superior al total acumulado (486.7 mil millones de dólares) por las 9 naciones con mayores inversiones militares después de Estados Unidos (Dato Crucial 10).

Otro aspecto importante del CIM es su relevancia como creador de puestos de empleo, tanto militares como civiles (Dato Crucial 12), aunque también ha aumentado la presencia de los contratistas privados –externos–, y las inversiones clasificadas en rubros de presupuesto independientes (Dato Crucial 13). Otro gran rubro son los gastos militares etiquetados como “operaciones de inteligencia”, el cual está inicialmente concentrado en el Departamento de Defensa y después se distribuye entre el Programa Nacional de Inteligencia [National Intelligence Program, NIP], el Programa Conjunto de Inteligencia Militar [the Joint Military Intelligence Program, JMIP] y los fondos de Inteligencia Táctica y Actividades Relacionadas [Tactical Intelligence and Related Activities, TIARA] (Dato Crucial 14).

Dentro de los costos totales del CIM, no sólo en términos de monto presupuestal (financiado mediante recursos públicos y privados), el autor sugiere incluir aquellos daños incurridos por la producción y experimentación con bombas –y otro tipo de armas–, cuyos impactos que se extienden sobre el territorio, las personas y el medio ambiente, generando graves e irreversibles afectaciones que son negadas (y al mismo tiempo legitimadas) por los sujetos que impulsan las guerras junto con el respaldo de las leyes internacionales.

Ante esto, el autor reconoce que la tarea de determinar la eficiencia del CIM en comparación con sus excesos multifacéticos es algo aún incierto. Para lo cual es necesario determinar en primer lugar cuáles son las entidades involucradas activa o pasivamente con las actividades del CIM.

Datos cruciales: 

1. En 1948 la partida presupuestal del Departamento de Defensa de Estados Unidos superaba 97 mil millones de dólares (mmd), en 1952 (Guerra de Corea) ascendió a 444.5 mmd para posteriormente descender a 216.3 mmd en 1955. En 1968 (Guerra de Vietnam) alcanzó 413.3 mmd.

2. El presupuesto del Departamento de Defensa decreció durante los años setentas y posteriormente alcanzó un nuevo máximo en 1985 (presidencia de Ronald Reagan) con 551.8 mil millones de dólares (mmd) para decrecer durante en los noventa hasta su punto mínimo en 2000 con 391 mmd.

3. En 2010 (Guerra de Irak y Afganistán) el presupuesto del Departamento de Defensa tuvo su máxima cifra histórica de 756.3 mil millones de dólares (mmd). En 2015 se estima que el presupuesto final ronda entre 501.8 y 598.5 mmd (McCartney y McCartney 2015).

4. En 2015 los contratistas de defensa pagaron cerca de 50 millones de dólares a 655 personas dedicadas al cabildeo político, de los cuales 423 son personas relacionadas con actividades de defensa (Cohen, 2015).

5. Durante el año fiscal 2016, el presupuesto de 573 mil millones de dólares (mmd) para el Departamento de Defensa no incluían 163 mmd destinados para el Departamento de Asuntos de los Veteranos [Department of Veterans Affairs].

6. Los “Programas de la Gran Estrategia” [Grand Strategy Programs, GSP] financiados por filántropos conservadores invierten en universidades para que académicos investiguen y enseñen una "Universidad de Guerra Larga" que prepare a los estudiantes para una guerra permanente. Colectivamente las universidades participantes constituyen lo que se denomina las “universidades estatales de guerra nacional” [national warfare state universities]. Su objetivo es educar sobre la contrainsurgencia [counter-insurgency, COIN]. Un ejemplo es la Universidad de Yale con un presupuesto destinado de 17.5 millones o la Universidad de Temple con 225 mil dólares (Horn y Ruff, 2011).

7. Durante la Guerra Fría, Estados Unidos y Rusia tenían 70 000 armas nucleares, para 2010 se redujeron a 1 550 cada una y en 2014 se cuentan 16 200.

8. El financiamiento, dado a conocer públicamente, de armas nucleares para nueve años sumó 179 mil millones de dólares (2010-2018), con un promedio anual de 20 mil millones de dólares. Este total combina fondos del Departamento de Defensa con fondos del Departamento de Energía de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear [National Nuclear Security Administration]. Juntos sostienen el plan de renovación de la “triada nuclear” (con base en tierra, submarina y aérea) con un costo estimado de 500 mil millones de dólares para los próximos 20 años.

9. En 2012 la industria de defensa recibió un presupuesto de 793.9 mil millones de dólares (mmd) el cual se distribuyó principalmente en 10 compañías cuyos contratos e ingresos en 2011 se registraron de la siguiente manera: Lockheed Martin (40 mmd en contratos y 46 mmd en ingresos), Boeing (21.5 mmd y 69 mmd), General Dynamics (19.5 mmd y 33 mmd), Raytheon (15 mmd y 25 mmd), United Technologies (8 mmd y 58 mmd), SAIC (7.4 mmd y 11.1 mmd), L-3 Communications (7.38 mmd y 15.7 mmd), Oshkosh Corporation (4.94 mmd y 7.6 mmd), McKesson Corporation (4.7 mmd y 112 mmd) (McCartney y McCartney, 2015).

10. En 2012 la industria de defensa estadounidense sumó un presupuesto de 793.9 mil millones de dólares (mmd), 63% superior al total de 486.7 mmd que sumaron el resto de las naciones importantes por su gasto militar: China (89.8 mmd), Reino Unido (62.7 mmd), Francia (58.8 mmd), Japón (58.4 mmd), Rusia (52.7 mmd), Arabia Saudita (46.2 mmd), Alemania (44.2 mmd), India (37.3 mmd) y Brasil (36.6 mmd) (McCartney y McCartney, 2015).

11. En 2013 los más grandes productores mundiales de armas, no estadounidenses, fueron: BAE Systems (Reino Unido) la tercera más grande en venta de armas con 26 millones de dólares (md), Trans-European EADS en el séptimo lugar (15 md), Finmeccanica (Italia) y Thales (Francia) con 10 md cada una, Almaz-Anter (8 md) (Kelley, 2014).

12. La sede del Departamento de Defensa, el Pentágono, alberga 40 000 empleados militares y civiles, actualmente cuenta con más de 23 000 empleados de apoyo no defensivos.

13. En 2008 el Departamento de Defensa empleó 155 826 contratistas privados en Iraq y solo 152 275 soldados. Para el mismo año, tenía 108 000 contratistas en Afganistán y solo 65 700 soldados (McCartney y McCartney, 2015). El 70% de fondos presupuestales independientes para operaciones de inteligencia militar son destinados a contratistas privados (Bloomfield, 2013).

14. En 2013 el presupuesto estadounidense destinado a la inteligencia nacional sumó 52.6 mil millones de dólares (mmd), del cual 28% terminó en la Agencia Central de Inteligencia [Central Intelligence Agency], 10.5 mmd para la Agencia de Seguridad Nacional [National Security Agency] y otros 4.9 mmd fueron empaquetados como “operaciones de contingencia” en Irak y Afganistán (Brownd, 2013).

Trabajo de Fuentes: 

GlobalSecurity.org, Intelligence budget, http:// www.globalsecurity.org/intell/library/budget/intro.htm

McCartney J, McCartney MS [2015] America’s war Machine . New York, St. Martin’s Press, New York

Mills CW [1956], The power elite, Oxford, Oxford University Press

OpenSecrets.org [2015], Defense: Lobbying, 2015, https://www.opensecrets.org/industries/lobbying

Rosen S (ed) [1973], Testing the theory of the militaryindustrial Complex, Editor’s introduction, http://pages.uoregon.edu/kimball/MIC.trx.tested.htm

Cox RW [2016], "The military-industrial complex and US military spending after 9/11", Class, Race and Corporate Power, http://digitalcommons.fiu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1027&context=c...

Bloomfield, A. [2013], Booz Allen Hamilton: 70% of the U.S. intelligence budget goes to private contractors, Policy Mic. online at https://mic.com/articles/48845/ booz-allen-hamilton-70-of-the-u-s-intelligence-budge t-goes-to-private-contractors#.A7sIPD2ga

Brown, H. [2013], "The U.S.’s top secret $52.6 billion spy budget – By the numbers", ThinkProgress, 29 Aug 2013. Online at 4 Military Industrial Complex (MIC) http://thinkprogress.org/security/2013/08/29/2551561/ secret-526-billion-spy-budget-numbers/

Cohen, A. [2015], "Defense contractors spend millions to overturn limits on military spending", Time, online at http://time.com/3984453/defense-contractors-lobbying/

Horn, S. y Ruff, A. [2011], "How private Warmongers and the Military Infiltrated Universities", David Swanson (ed), The military industrial complex at 50, Charlottesville, pp 108–121

Kelley, MB [2014], "The Top 25 weapons companies in the World (Excluding China)", Business Insider, online at http://www.businessinsider.com/the-top-25-weaponscompanies- in-the-world-excluding-china-2014-12

Nexo con el tema que estudiamos: 

El complejo militar industrial es el organismo que articula “la(s) lógica(s) de guerra(s) moderna(s)”, involucrando complejas interdependencias entre sujetos e instituciones, tanto públicas y privadas, que dan forma y movimiento a las distintas modalidades en la que lo militar se relaciona con lo civil, lo geopolítico y lo cultural. Emergiendo nuevas formas de financiamiento, tecnologías, empleos e imaginarios (identidades ficticias o reales, de terror o de orgullo). En el siglo XXI el CIM adquiere la importancia de no solo ser un aparato corporativo-militar sino también de cabildeo-político y distribuidor de excedentes económicos. En él la distinción entre lo público y lo privado se desvanece y la relación entre corporaciones y Estado se hace mucho más estrecha.

En el marco de la disputa por la hegemonía es importante conocer la sobresaliente brecha de superioridad del CMI estadounidense respecto sus similares y competidores en la estructura de poder mundial de siglo XXI.

El complejo militar-industial es una forma de especificar la idea del sujeto bicéfalo: además de la cada vez más estrecha relación entre empresas y estados, este concepto habla de las formas que adopta la base y la cultura material de la guerra. El complejo militar-industrial sintetiza la acción del sujeto bicéfalo en el terreno de la guerra.