A burning issue in Africa. Africa's big carbon emitters admit they have a problem. Can they continue developing and still uphold the Paris climate agreement?

Cita: 

The Economist [2018], "A burning issue in Africa. Africa's big carbon emitters admit they have a problem. Can they continue developing and still uphold the Paris climate agreement?", The Economist, London, 21 de abril, https://www.economist.com/news/middle-east-and-africa/21740796-can-they-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 21, 2018
Tema: 
Las emisiones de dióxido de carbono de África subsahariana
Idea principal: 

Cuando África subsahariana aparece en los debates sobre el cambio climático, es casi siempre dentro de la discusión de la adaptación a las consecuencias, sobre el cómo enfrentarlas, como el caso del empeoramiento de las sequías en la región. La región es responsable de solo 7,1% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, a pesar de ser el hogar del 14% de la población mundial. La mayoría de los países africanos no emiten mucho dióxido de carbono. Sin embargo, hay algunas excepciones notables.

Una de ellas es el caso de Sudáfrica, un país rico en carbón y que arroja más dióxido de carbono que Gran Bretaña, a pesar de tener 10 millones de personas menos y una economía de un octavo tamaño en comparación a Gran Bretaña. Al igual que casi todas sus plantas de energía, muchos de sus vehículos dependen del carbón, que se usa para fabricar gasolina. Un complejo petroquímico en la ciudad de Secunda propiedad de Sasol, una gran empresa de energía y productos químicos, es una de las fuentes de gases de efecto invernadero más grandes del mundo.
Zambia es otra excepción. Quema tanta vegetación que sus emisiones relacionadas con el uso de la tierra superan a las de Brasil, un deforestador notorio y mucho más grande.

Pero Zambia y Sudáfrica no son los únicos. Los hogares y las empresas nigerianas dependen de generadores diésel sucios para 14GW de potencia, más que la capacidad instalada del país de 10GW. Los agricultores de subsistencia de Angola a Kenia usan técnicas de tala y quema para fertilizar campos con cenizas y para producir carbón vegetal, que casi 1 000 millones de africanos usan para cocinar. Esto, más el vertiginoso crecimiento de las industrias extractivas, explica por qué los bosques africanos están desapareciendo a un ritmo de 0.5% anual, más rápido que en América del Sur. Debido a que los árboles secuestran carbono, cortarlos cuenta como emisiones en la contabilidad del clima.

Los encargados de formular políticas en la última cumbre climática africana, que concluyó en Nairobi el 13 de abril, reconocieron el problema del carbono en el continente. Pero les preocupa que el desarrollo se ralentice si África cumple con su compromiso en virtud del acuerdo climático de París, que apunta a limitar el calentamiento global. África ofrece un potencial casi ilimitado de energía solar y eólica, pero lo que las economías africanas necesitan ahora son las "reservas rotatorias", que pueden responder rápidamente a la demanda volátil, los combustibles fósiles ofrecen esto; las energías renovables no.

La ayuda exterior, de la que dependen muchos países africanos, a menudo genera más emisiones. Para garantizar que su dinero se use eficientemente y no se lo roben, las agencias de desarrollo occidentales favorecen los grandes proyectos seguros, como las plantas de combustibles fósiles. También lo hacen los chinos, que quieren mantener a sus ingenieros ocupados ahora que han dejado de construir centrales eléctricas de carbón en China.

Sin embargo, las nuevas iniciativas de financiamiento verde de Naciones Unidas (ONU) están demostrando ser más generosas con África que su antiguo Mecanismo de Desarrollo Limpio, que ha canalizado solo 2.5% de sus recursos al continente desde 2001. Muchas de las plantas de carbón propuestas en África, incluida la planeada para Lamu, están intrigadas por las plantas híbridas donde la mayoría de la electricidad es generada por paneles solares. La adaptación seguirá siendo la principal preocupación climática de África en el futuro previsible.

Datos cruciales: 

-Una hora al este de Johannesburgo, en las llanuras de Highveld, se asientan seis enormes torres de enfriamiento alrededor de dos chimeneas eructos.
-La central eléctrica de Kendal se encuentra entre las más grandes del mundo, produciendo 4.1 gigavatios (GW) de la quema de carbón. A pocos kilómetros, hay otra planta de carbón, Duvha, que es solo un poco más pequeña. Una aún más grande, Kusile, está en construcción al lado.
-Gráfico 1. Muestra las emisiones de gases de efecto invernadero de los países de África subsahariana, medidos a partir de toneladas de CO2. En el gráfico muestra que el mayor emisor es Sudáfrica, seguido por Nigeria y Zambia. Además analiza las emisiones de gases incluyendo el cambio de uso de la tierra y la forestación, así como sin este cambio.
-Mapa 1. Muestra toda la zona africana que ha sido quemada y talada por los agricultores de subsistencia sobre todo de Angola a Kenia para fertilizar campos con cenizas y producir carbón desde enero a noviembre de 2017. Las zonas están concentradas específicamente en el Congo, Zambia y Angola.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Es importante resaltar la crítica a los países del sur (en este caso África) de parte de los países del norte por la emisión de gases de efecto invernadero, la causa de fondo indica que gran parte de estas emisiones son originadas por intereses de empresas con capitales del norte y por intereses de estos mismos Estados. En casos concretos podemos observar la relación de Gran Bretaña o China con Sudáfrica, países que presumen de estar en la vanguardia en proyectos de transición energética cuando por otra parte sus empresas se han transladado a contaminar en estos otros países.