Shareholder activism. Capitalism’s unlikely heroes

Cita: 

The Economist [2015], "Shareholder activism. Capitalism’s unlikely heroes", The Economist, London, 7 de febrero, http://www.economist.com/news/leaders/21642169-why-activist-investors-ar...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Febrero 7, 2015
Tema: 
Fondos de inversión activistas y sus beneficios.
Idea principal: 

En los últimos 15 años se ha arrojado una sombra sobre las empresas que cotizan en bolsa [En la tradición anglo-sajona la empresa pública es la que cotiza en bolsa y la controlada por el estado es empresa de propiedad estatal; correlativamente, la empresa privada es la empresa que no cotiza en bolsa, aquella sobre la que el público no puede intervenir]. La gobernanza se ha debilitado por el aumento de los fondos de índice pasivos, lo que significa que los mayores accionistas de muchas empresas son programas de software. Los inversores institucionales prefieren vender a las primeras señales de problemas en lugar de gestionarlos.

Grandes capitalistas privados dicen que su modelo de concentración de la propiedad tiene más sentido. Algunos gobiernos argumentan que las empresas necesitan la mano firme del Estado. Pero hay otra opción, los fondos de inversión activistas, éstos toman pequeñas participaciones en empresas y actúan como activistas políticos, tratando de ganar apoyo a demandas como: la representación en empresas de otros accionistas, reducción de costos, escisiones y devolución de efectivo a accionistas.
Los activistas ejecutan fondos con al menos 100 mil millones de dólares de capital, y en 2014 se captó a una quinta parte de todos los flujos en fondos de cobertura. El año pasado se pusieron en marcha 344 campañas en contra de las empresas que cotizan en bolsa. Algunas de las empresas donde se encuentran Accionistas Activistas son: Procter & Gamble, Apple, Microsoft, Yahoo, eBay, Burger King, PepsiCo y Netflix. En diciembre un fondo activista llamado Trian abrió nuevos caminos al ganar un asiento en el directorio de Bank of New York Mellon, custodio de varios de los mayores bancos del mundo. Los activistas de hoy a menudo buscan mejorar las juntas de las empresas en lugar de sólo enfocarse separarse de activos, con frecuencia trabajan con otros accionistas y ganan el apoyo de administradores de grandes empresas de inversión. Otra característica notable es comprometer capitales en el mediano y largo plazo. The Economist ha analizado los 50 fondos de cobertura activistas más importantes y su evaluación general es positiva: en la mayoría de los casos, las ganancias, el capital de inversión y la investigación y desarrollo, han crecido.

Algunas ventajas de los activistas son que en vez de llenarse de deuda para financiar la adquisición de empresas enteras consiguen sus objetivos con una participación, por lo general, de 5%. Se consideran una opción benéfica dado que usan menos deuda, no pagan primas de adquisición y cobran cuotas mucho menores que otros inversionistas. Como rasgo central se argumenta que los fondos activistas atacan uno de los principales problemas de la gobernanza empresarial: la falta de interés de los accionistas en cómo son gestionadas las empresas. Accionistas europeos y asiáticos dicen que no necesitan activistas porque tienen más poder que los inversionistas estadounidenses sobre los salarios y los nombramientos de directivos. Por lo general los descartan como una solución estadounidense a un problema estadounidense.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Los fondos de cobertura activistas son una innovación que busca dinamizar una lógica empresarial que se juzga tecnocratizada y falta de creatividad. ¿Son un freno a la creciente automatización de los mercados financieros? También se engarzan con iniciativas de protesta política y social: en algunos conflictos mineros se ha logrado apoyo de una parte de los accionistas para quienes defienden sus territorios. La gobernanza empresarial refiere a las modalidades de la relación entre propiedad y control, base de la gestión empresarial.