La revista inglesa señala que la nube de cómputo con el crecimiento más rápido en el mundo, no es de propiedad estadounidense (Amazon o Google), sino de su rival asiático Alibaba (Datos Cruciales 1 y 2). De acuerdo con The Economist la corporación asiática forma parte de un grupo más amplio que integra la industria de servidores remotos chinos, la cual está creciendo rápidamente.

Aunque la tecnología que ofrecen ambos bandos de servidores de cómputo remoto es similar, esto se debe en parte a que las empresas chinas han sabido aprovechar los beneficios que otorgan las firmas occidentales, al ser en su mayoría, de código abierto. No obstante se argumenta que las diferencias en sus ritmos de crecimiento son reflejo los elementos que las componen:

1. El uso de la tecnología. En Occidente los primeros clientes fueron empresas emergentes y posteriormente firmas más grandes. En China la tecnología de la nube surgió de los servicios al consumidor (incluidos Taobao, el mercado de comercio electrónico de Alibaba y los juegos en línea ofrecidos por Tencent, la segunda empresa en línea más grande). Por ende muchos servicios aún no están listos para ser aplicados por corporaciones.

2. El marco regulatorio. Mientras que en Occidente las organizaciones a menudo comparten centros de datos con otros clientes, en China hay "nubes (específicamente) de la industria". Como ejemplo se menciona a los bancos que son alentados a suscribirse a los servicios prestados por empresas específicas como CIB FinTech (una desintegración del Banco Industrial de China), lo cual facilita la administración de los reguladores.

Mientras en Occidente reinan las empresas estadounidenses como Microsoft y Google no es el mismo panorama en China, donde son las firmas locales (Alibaba, China Telecom y Tencent) las que llevan la delantera (Dato Crucial 3). Y la competencia desborda sus fronteras nacionales, enfrentándose en regiones europeas y asiáticas (como India, ver Dato Crucial 4).

Un balance final reconoce que las plataformas de cómputo occidentales todavía son mucho más grandes y tienen una brecha tecnológica respecto sus rivales asiáticas (como chips especializados para procesar grandes cantidades de datos para servicios de inteligencia artificial). Sin embargo los competidores chinos no se quedan atrás, tienen sus propias ventajas: como un enorme mercado interno donde las regulaciones nacionales están a su favor (las leyes chinas obligan a que las firmas extranjeras tengan un socio chino para operar centros de datos locales). Por otra parte, es probable que muchas subsidiarias chinas en el extranjero opten por un servidor remoto connacional. Otras factores geopolíticos indican que Alibaba busca fortalecer sus servicios de computación en la nube incorporando su plataforma a la iniciativa de “One Belt, One Road”, el ambicioso plan de infraestructura del presidente Xi Jinping para conectar su país con otras partes de Asia, Europa y África.