Citizens of the world. Why many rich Chinese don't live in China. Wealthy Chinese increasingly choose to live abroad

Cita: 

The Economist [2018], "Citizens of the world. Why many rich Chinese don't live in China. Wealthy Chinese increasingly choose to live abroad", The Economist, London, 19 de mayo, https://www.economist.com/special-report/2018/05/19/why-many-rich-chines...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Mayo 17, 2018
Tema: 
La migración de los "super ricos" chinos a Estados Unidos, Australia y Canadá
Idea principal: 

En 2013, Sherry Li presentó un programa de construcción en un área rural de las montañas Catskill, al norte de Nueva York. Este programa podría convertirse en un extenso complejo de residencias, casino, tiendas, oficinas, etc. El objetivo inicial de Li era atraer 1.5 millones de visitantes anuales a esta zona, transformando la economía adormecida del lugar. Fundamentalmente esto también atraería inversionistas chinos. S. Li esperaba que el proyecto fuera aprobado bajo el programa “EB-5” del gobierno de Estados Unidos, el cual ofrece residencia permanente a extranjeros que inviertan por lo menos 500 000 dólares en proyectos rurales que creen por lo menos 10 empleos o que inviertan 1 millón de dólares en otros desarrollos. El “EB-5” representa comprar el derecho a vivir en Estados Unidos. La mayor demanda del programa es de chinos; 75% de los que postulan para él, tienen esta nacionalidad.

El proyecto de Sherry Li ha progresado poco, encontrando fuerte resistencia frente a los ambientalistas locales que temen el daño que se le pueda hacer a los humedales protegidos. Li ha reducido sus planes, su objetivo actual es la construcción de una universidad privada, con alojamiento de 2 500 estudiantes y 270 empleados, el proyecto es grande pero no tiene la capacidad de atraer a un gran numero de personas. El Thompson Education Centre, nombre por el cual se le conoce, busca convertirse en un “EB-5” y está buscando dinero entre los ricos en China.

Promover y satisfacer la necesidad de visas se ha convertido en un gran negocio en China. Algunas compañías promueven el centro de educación Thompson, aún no existente, en sus sitios web. Inclusive se muestra un artículo en el principal portal de noticias del gobierno. Con este programa se busca atraer inversión, mostrar que es muy fácil para los inversores emigrar a Estados Unidos y que con su inversión, pueden obtener de manera sencilla la residencia.

Estados Unidos tienen una cuota anual de 10 000 visas para inversionistas “EB-5”, pero en noviembre de 2017 el número de solicitantes en lista de espera se situó en 30 000, del cual 90% eran chinos. Canadá tenía un esquema muy parecido, pero se deshicieron de él en 2014, como resultado de que los chinos ricos excedieron su capacidad. El programa estadounidense se encuentra en escrutinio desde que Nicole Meyer, hermana del yerno de Donald Trump, atrajo inversores para un proyecto “EB-5” durante su viaje a China en mayo de 2017.

En 2017, más del 46% de chinos con fortunas entre 1.3 y 26.3 millones de dólares estaban pensando emigrar, según una compañía de investigación de Shangai. Entre las razones destacaba la educación de sus hijos, el ambiente político en China y la protección de sus activos.

La migración de chinos acaudalados por estas razones se evidencia en el rápido crecimiento de comunidades de chinos en los suburbios de las grandes ciudades de Australia, Estados Unidos y Canadá. Para estos lugares, hace 20 años Wei Li, académico de la Arizona State University, acuñó la palabra ethnoburb, distritos prósperos de la ciudad donde los migrantes chinos forman una gran parte de la población.

Los ethnoburbs muestran también una contradicción en el desarrollo de China. A pesar de que cada vez existen más oportunidades en el país, son cada vez más las personas acaudaladas que desean irse; inclusive los medios estatales lo admiten.

Las universidades australianas proporcionan evidencia visible: carreras como contabilidad y tecnologías de la información, que presentan puntajes altos en el sistema del gobierno australiano para adquirir la residencia permanente, tienen una mayor número de estudiantes chinos que aquellas que no tienen un puntaje alto. Además de la calidad de las carreras y de que hay una competencia menos feroz por los lugares que en las mejores universidades chinas, otro atractivo de las universidades australianas es la relativa facilidad para que los extranjeros graduados puedan permanecer en el país.

También los chinos pobres se sienten atraídos por la vida en el extranjero. Aunque la economía de su país está creciendo aceleradamente, para las personas de la China rural establecerse y prosperar en una ciudad china puede ser tan difícil o quizás aún más que trabajar en un país extranjero. Los migrantes internos en China a menudo son tratados como ciudadanos de segunda clase.

Datos cruciales: 

1. El programa “EB-5” ofrece la residencia permanente a los extranjeros que inviertan por lo menos 500 000 dólares en proyectos rurales que generen por lo menos 10 empleos o a los que inviertan 1 millón de dólares en otros desarrollos.

2. El 75% de los postulantes del programa “EB-5” son chinos.

3. En noviembre de 2017, de las 30 000 en lista de espera para el programa EB-5 el 90% de los postulantes era de origen chino.

4. Según una encuesta de Hurun En 2017, más del 46% de los chinos con fortunas de 10 a 200 millones de yuanes (entre 1.3 y 26.3 millones de dólares) pensaban emigrar. El 75% de los encuestados mencionaron la educación de sus hijos como una razón. Uno de cada seis señaló el ambiente político y uno de cada cinco, busca proteger sus activos.

5. En 2017, el número de estudiantes chinos en Australia aumentó 17% respecto al año pasado, pasando a representar 140 000 estudiantes.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La migración china parece no ser un reto para el país, China no tiene un déficit de mano de obra, el excedente de trabajadores en una de sus ventajas comparativas. La migración puede ofrecer a China más ventajas que desventajas, creando conexiones amplias a lo largo del mundo, llevando a las ciudades parte de la cultura china (el migrante siempre lleva su cultura) haciéndola mucho más familiar para personas de otros países y liberando un poco la presión que causaría el excedente de población y de capital. La migración China puede ser parte de una estrategia diplomática similar a la usada por Estados Unidos y por Alemania en el siglo XX, donde el derecho e intereses de los países se extendía hasta donde llegaba su última persona. Estas migraciones son beneficiosas para China, y es probable que el Estado pueda llegar a promoverlas.

Sin embargo, las políticas de migración sólo serán exitosas si se logra evitar la fuga de cerebros sin retorno y la huida de inversores en cantidades significativas. China, ademas, sabe que la migración puede ser usada de manera negativa para evadir cuestiones judiciales con el gobierno.