America v China. The battle for digital supremacy. America's technological hegemony is under threat from China

Cita: 

The Economist [2018], "America v China. The battle for digital supremacy. America's technological hegemony is under threat from China", The Economist, London, 15 de marzo, https://www.economist.com/leaders/2018/03/15/the-battle-for-digital-supr...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Marzo 15, 2018
Tema: 
Camino equivocado en las políticas estadounidenses frente al ascenso tecnológico chino
Idea principal: 

El artículo cuestiona las políticas con las que responde Estados Unidos ante la transformación de China como nuevo proveedor emergente de tecnología digital de punta en el mundo.

Los gigantes tecnológicos chinos de clase mundial (Alibaba y Tencent) tienen valores de mercado que alcanzan 500 mil millones de dólares compitiendo con las grandes firmas estadounidenses (por ejemplo, Facebook). La nación asiática está creciendo y expandiéndose aceleradamente en varios frentes tanto económicos como tecnológicos (Dato Crucial 1). La situación impacta el liderazgo estadounidense, frente a la cual, Estados Unidos ha decido responder bruscamente con medidas defensivas (políticas arancelarias e intervenciones gubernamentales a su favor, ver Datos Cruciales 2, 3 y 4). Para el semanario inglés el ascenso tecnológico de China requiere una respuesta estratégica, no una respuesta instintiva.

Primero, se debe identificar adecuadamente el problema: el renacimiento tecnológico de una enorme economía con crecimiento acelerado y una cultura de investigación científica junto con una ventaja demográfica para la digitalización (Dato Crucial 5). En seguida se agrega que la importancia de dominar el núcleo de las tecnologías de la información radica en ser la base para la fabricación, la creación de redes y el poder destructivo de los sistemas avanzados de armas. Por ello, el ganador podría establecer una posición inalcanzable en cada mercado. En el caso de las empresas chinas están sujetas a un régimen autoritario y opresivo que se presenta como una alternativa a la democracia liberal.

Segundo, para The Economist la “respuesta estratégica” está en combinar la inversión pública y la empresa privada encaminada hacia un proyecto nacional (como ocurrió en la carrera espacial durante la Guerra Fría). Al mismo tiempo Estados Unidos debe actualizar las medidas de seguridad nacional para las (verdaderas) amenazas digitales de China. Se recomienda expandir la jurisdicción del Comité sobre Inversiones Extranjeras en Estados Unidos (CFIUS), un organismo interinstitucional encargado de evaluar los acuerdos que afectan la seguridad nacional, para analizar las inversiones en inteligencia artificial y las adquisiciones absolutas (se cita como ejemplo las políticas adoptadas por Gran Bretaña como ejemplo Dato Crucial 6).

Lo anteriormente señalado implica cambiar radicalmente la dirección de la respuesta que ha ido tomando Estados Unidos en los últimos años (políticas contracíclicas y antimigratorias, ver Datos Cruciales 7 y 8).

Datos cruciales: 

1. China tiene el mayor mercado de pagos en línea, su producción se exporta en todo el mundo, tiene la computadora más rápida. Está construyendo el centro de investigación de computación cuántica más lujoso del mundo y se espera que su próximo sistema de navegación satelital compita con el GPS de Estados Unidos para 2020.

2. The Economist señala que actualmente (marzo 2018) está en proceso una investigación que espera argumentar que el robo de propiedad intelectual por parte de China ha costado a las compañías estadounidenses alrededor de 1 billón de dólares; lo cual podría justificar el incremento de políticas arancelarias.

3. A principios de 2018, el Congreso presentó un proyecto de ley para evitar que el gobierno haga negocios con dos empresas chinas de telecomunicaciones: Huawei y ZTE.

4. Recientemente el presidente Donald Trump, evocando razones de seguridad nacional, ha decidido bloquear abruptamente la adquisición hostil de Broadcom, un fabricante de chips con sede en Singapur, sobre Qualcomm, una rival estadounidense, por 142 mil millones de dólares. La justificación para bloquear el acuerdo fue que era probable que la empresa invirtiera menos en I&D en Estados Unidos.

5. China tiene más de 800 millones de usuarios de Internet, más que cualquier otro país, lo que significa la capacidad para generar más datos y perfeccionar su naciente tecnología de inteligencia artificial.

6. Gran Bretaña encontró una forma creativa de mitigar algunas de sus preocupaciones de seguridad relacionadas con China, mediante la creación de un centro de evaluación con la capacidad de profundizar en cada detalle en las adquisiciones y su impacto en la competencia.

7. El gasto del gobierno federal estadounidense en I&D fue del 0.6% del PIB en 2015, un tercio de lo que era en 1964.

8. La propuesta presupuestaria del presidente para 2019 incluye un recorte de 42.3% en el gasto discrecional no defensivo hasta 2028, rubro en donde la investigación científica se encuentra.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El tamaño y la creciente densidad del mercado chino está acortando la ventaja estadounidense en las actividades de alta tecnología. El argumento liberal se interroga sobre las posibles respuestas de las empresas estadounidenses líderes y apuesta por una repetición de las fórmulas de "emprendimiento" que dieron origen a los distritos tecnológicos más avanzados. Sin embargo, el tema de la densidad poblacional y del tejido industrial es imbatible por medios simplemente tecnológicos o financieros. Este tipo de competencia parece empujar a la expansión territorial y a la formación de alianzas por parte del hegemón. La competencia económica tiene profundas resonancias en los conflictos internacionales...