Planning manoeuvres. China considers its response to Donald Trump’s proposed tariffs. Though America has more firepower, China can still do it a lot of damage—at a cost to itself

Cita: 

The Economist [2018], "Planning manoeuvres. China considers its response to Donald Trump’s proposed tariffs. Though America has more firepower, China can still do it a lot of damage—at a cost to itself", The Economist, London, 23 de junio, https://www.economist.com/finance-and-economics/2018/06/23/china-conside...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Junio 23, 2018
Tema: 
La guerra comercial entre Estados Unidos y China
Idea principal: 

La disputa comercial entre China y Estados Unidos ha despertado un sinfín de declaraciones y opiniones por parte de los medios de comunicación y de la sociedad que contribuye a identificar la percepción acerca del aumento arancelario impuesto por el gobierno estadounidense de Donald Trump. Global Times, un periódico estatal, acusó al presidente estadounidense de "apostar" a que China se verá intimidada por su "actitud caprichosa y obstinada". La agencia de noticias Xinhua se ha encargado de rastrear todos los acuerdos que el presidente Trump ha abandonado desde su llegada a la Casa Blanca, entre ellos se encuentran: acuerdos sobre comercio, cambio climático y armas nucleares, con respecto a Irán.

No obstante, China tiene la responsabilidad de mantener esta situación en parámetros estables. Yantai, es una ciudad oriental que será la primera en sufrir las consecuencias del incremento arancelario, pues, en esta ciudad está ubicada la planta de automóviles Dong Yue propiedad de SAIC-General Motors, una empresa conjunta que fabrica el único automóvil chino que se vende en Estados Unidos en cantidades significativas. El modelo Buick Envision costará unos 8 000 dólares adicionales una vez que los aranceles aumenten. Ante esta situación, el salario de los trabajadores de la fábrica se vería afectado, si disminuye la cantidad de automóviles para la exportación. A pesar de esto, la situación no es ajena para los chinos.

En 2012, la disputa comercial entre China y Japón causó entre los chinos un rechazo a cualquier producto proveniente de Japón, los disturbios provocaron que los nacionalistas chinos atacaran las tiendas de fideos japonesas, destrozaran banderas y dañaran los automóviles japoneses. En los últimos años, una cadena de supermercados de Corea del Sur fue expulsada por hostigamiento oficial y un boicot al consumidor, debido a una disputa sobre las defensas antimisiles estadounidenses en Corea del Sur. Pero hasta el día de hoy, la decisión de Estados Unidos sobre los aranceles no ha despertado el furor de la sociedad china.

Ahora los medios estatales se han encargado de construir en el presidente Xi Jinping la figura responsable con la capacidad de manejar a líderes populistas como es el caso de Donald Trump afirma The Economist. A partir de esta situación, una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos, sobre el sentimiento empresarial, encontró que la mayoría de sus miembros informaron que los ingresos crecientes y las ganancias son saludables, pero el 75% también dijo que las compañías extranjeras se volvieron menos bienvenidas en China. Las empresas y los diplomáticos occidentales en China anhelan ver al país alcanzar una negociación estable entre el modelo de capitalismo estatal asertivo y el modelo occidental orientado al mercado.

Los estadounidenses temen "el desarrollo de China", dice Kong, el técnico de reparación de maquinaria de Dong Yue. "Les preocupa que afecte el estado dominante de Estados Unidos".

Nexo con el tema que estudiamos: 

El incremento arancelario impuesto por Estados Unidos a China es una muestra de la disputa comercial que se ha consolidado con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. El choque de dos fuerzas económicas ha significado una evolución del mercado internacional. No obstante, esta situación ha afectado a la sociedad y la opinión pública, misma que considera se ha comportado “dolida” ante las consecuencias que podría significar esta guerra comercial. En efecto, este comportamiento ha depositado su confianza en el primer ministro Xi Jinping, pues creen que el mismo puede resolver el problema. Sin duda el liderazgo es clave para cesar la hostilidad entre ambos países, solo si se logra aceptar el hecho de que China está creciendo y disputando el liderazgo económico estadounidense.

Efectivamente, esta disputa comercial es un indicador de la potencia económica que ha adquirido China en los últimos años, situación que ha despertado el interés de Estados Unidos para buscar los mecanismos necesarios que eviten el posicionamiento de una nueva potencia económica mundial.