All under heaven. China's belt-and-road plans are to be welcomed—and worried about. The 'project of the century' may help some economies, but at a political cost

Cita: 

The Economist [2018], "All under heaven. China's belt-and-road plans are to be welcomed—and worried about. The 'project of the century' may help some economies, but at a political cost", The Economist, London, 28 de julio, https://www.economist.com/leaders/2018/07/26/chinas-belt-and-road-plans-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Julio 28, 2018
Tema: 
El debate acerca de la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda: propósitos, expectativas y peligros
Idea principal: 

La Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda ha causado muchas controversias; mientras para algunos es símbolo del progreso y de una mejor infraestructura que enlace China y Europa, para otros se trata de un plan siniestro en favor de la hegemonía china. En general, existe bastante confusión con respecto a la Iniciativa, ya que no existe mucha información al respecto: así, su sitio en internet no cuenta en absoluto con detalles o datos. Solamente se sabe que se trata de un proyecto que contiene rutas marítimas y terrestres. Aunque se hace referencia a la vieja Ruta de Seda, la Iniciativa contempla nuevas rutas y se trata de un proyecto más amplio de dimensiones globales: así, se habla también de una "Ruta de Seda del Pacífico", una "Ruta de Seda Glacial" que atraviesa el Océano Ártico y una "Ruta de Seda Digital" del ciberespacio.

La construcción de infraestructura -carreteras, vías de ferrocarril, puertos y centrales eléctricas- en países asiáticos, africanos y europeos puede ser vista como una inversión bienvenida que lleva consigo bienestar. Por esta razón, los gobiernos de países como Azerbaiyán y Georgia se muestran entusiastas, vinculando con las inversiones chinas sus expectativas de una mejor conexión con el mundo. Además, China argumenta que la prosperidad en países de Asia central favorece la seguridad, previniendo la influencia del terrorismo islámico.

Sin embargo, también existen serias preocupaciones con respecto a la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda. En primer lugar, la Iniciativa se ha convertido un elemento central en la propaganda del gobierno chino y, en especial, en el culto alrededor del presidente chino Xi Jinping. En este sentido, se habla únicamente en forma positiva sobre la Iniciativa y prácticamente no se permite la expresión de voces críticas.

En segundo lugar, los habitantes de algunos países involucrados en la Iniciativa, podrían lamentar el entusiasmo de sus gobiernos. Por un lado, las inversiones chinas pueden favorecer la corrupción ya que los términos de los negocios quedan muchas veces ocultos, beneficiando probablemente más a políticos locales que a la población. Asimismo, los países corren el riesgo de endeudarse demasiado permitiendo así que China tenga un control estratégico sobre ellos, como es el caso de Pakistán.

En tercer lugar -si bien Xi Jinping habla de una "ruta de paz"-, también existen riesgos de seguridad, puesto que la marina china se podría apoderar de varios puertos, como aquel de Hambantota en Sri Lanka, el cual cayó en manos de una empresa china debido a que el gobierno local no podía pagar sus deudas. De esta forma, China podría extender su control marítimo.

En cuarto lugar, analistas de Asia y Occidente creen que con la Iniciativa, China trata de combatir la hegemonía estadounidense en Asia. Mapas chinos demuestran que las rutas atraviesan varios territorios en disputa, por ejemplo las aguas del Mar del Sur de China.

Por estas razones, varios gobiernos asiáticos -por ejemplo los de India y Vietnam- y occidentales han manifestado su malestar y desconfianza con respecto a la la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda. El año pasado, el secretario de defensa estadounidense, James Mattis, mencionó que ninguna nación debería ponerse en una posición superior desde la cual dicta a las demás naciones. En enero, el presidente francés Emmanuel Macron dijo que la ruta no debería construir una nueva hegemonía convirtiendo a los países involucrados en vasallos. Además, se debería reconocer que la antigua Ruta de Seda nunca estaba solamente en manos chinas y que todas las rutas tienen que compartirse.

Aunque se trata de un proyecto chino en favor de disminuir la influencia occidental, esto no será una misión fácil: solo con el dinero no se logrará una Pax Sinica, "Paz China". Además, otros países del mundo se podrían involucrar en la Iniciativa, para que ésta se vuelva más beneficiosa. En este sentido, se necesitarán inversiones bajo estándares internacionales desde Occidente: de la Unión Europea y de instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Para apaciguar los temores relacionados con la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, no se debería buscar el conflicto abierto con China. Los beneficios y riesgos del proyecto chino dependen directamente del compromiso estadounidense con Asia. La presencia estadounidense puede garantizar los beneficios del proyecto chino; en cambio, un abandono de Asia por parte de Estados Unidos, a su vez, resultaría sumamente peligroso para la seguridad de la región.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Ante las políticas proteccionistas de la administración Trump, analistas y políticos comienzan a problematizar sobre la Nueva ruta de la seda, en tanto representa una de las principales iniciativas del liderazgo chino para disputar la hegemonía mundial. Como todas las potencias, China pretende disfrazar su expansión como una tarea de beneficios compartidos, sin embargo, los préstamos y aún más, las inversiones están sirviendo como mecanismos de apropiación de territorios, riquezas e infraestructuras en los países huéspedes. La profecía de Adam Smith, actualizada por G Arrighi, parece lejana debido a la falta de sincronía entre los principales sujetos del mercado mundial.