En 1990, China produjo menos del 3% de la producción manufacturera mundial en cuanto a valor y su cuota actual es de casi un cuarto. China ha seguido los pasos de los tigres asiáticos como Corea del Sur y Taiwán en cuanto a imponer su producción a pesar de que muchos asumieron en su momento que la estafeta podría pasar a otras partes del mundo, permitiendo a éstas fabricar su camino a la prosperidad. Existe un éxodo de producción basada en la mano de obra barata de China yéndose principalmente al sudeste asiático, reforzando la posición dominante de la “Factory Asia”.

La economía china no es tan robusta como lo fue antes: el mercado inmobiliario está plagado de exceso de oferta; el aumento de la deuda es una carga; a principios de este mes, el gobierno dijo que estaba apuntando al crecimiento de 7% para 2015, lo que sería su nivel más bajo desde hace más de dos décadas. Sin embargo, el nuevo tigre asiático seguirá teniendo tres ventajas formidables en la manufactura que beneficiará su economía: primero, se aferra a la manufactura de bajo costo, incluso cuando avanza la necesidad de explotar actividades de mayor valor, ha logrado integrar cadenas productivas con empresas locales, crear infraestructura e introducir automatización; segundo, la “Factory Asia”, implica que las actividades que abandonan China debido al alza de salarios, se instalan en la región y crean una red donde China ocupa el sitio central; la tercera ventaja es la mayor demanda de su mercado, a medida que el gasto y la sofisticación del consumidor chino crece, los contratistas locales tienen ventaja sobre sus rivales distantes. Este modelo de desarrollo exige más que nunca regulaciones en materia de costos laborales.

Parece vivirse el agotamiento de la producción basada en la mano de obra barata como vía de desarrollo: la competencia exige que la producción se haga compleja e incorpore tecnologías. Por ahora las exportaciones aparecen como el mejor camino para el éxito en los mercados emergentes, pero no sólo de manufacturas sino echando mano de los productos agrícolas y de servicios; también es fundamental aplicar políticas liberales en servicios, creación de infraestructura, mejoras de la educación entre los rubros más importantes.