Taking aim at China. How to safeguard national security without scaring off investment. It is hard when the lines between friends and foe are blurred

Cita: 

The Economist [2018], "Taking aim at China. How to safeguard national security without scaring off investment. It is hard when the lines between friends and foe are blurred", The Economist, London, 11 de agosto, https://www.economist.com/leaders/2018/08/11/how-to-safeguard-national-s...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Agosto 11, 2018
Tema: 
Seguridad nacional e inversión extranjera directa
Idea principal: 

En 1986, Estados Unidos hizo su primer esfuerzo para monitorear inversión extranjera directa por motivos de seguridad nacional. Desde entonces la cuestión se ha vuelto más complicada. Actualmente el principal depredador es China y la presa es cualquier tipo de tecnología o base de datos, tanto de uso civil como militar.

Las preocupaciones en torno a la inversión extranjera directa se han globalizado. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, tiene un proyecto de ley impulsado por ambos partidos en el Congreso que maximiza el margen de acción del Comité de Inversión Extranjera de Estados Unidos, organismo con capacidades para bloquear acuerdos que amenacen la seguridad nacional. Los gobiernos de Alemania y Reino Unido indicaron que buscarán aumentar su poder para bloquear la inversión extranjera directa; Australia y Japón extendieron su poder el año pasado; la Unión Europea está buscando desarrollar un marco general de evaluación. Inclusive China está ajustando sus medidas políticas.

Hasta ahora estos mecanismos son justificables y prudentes. Las economías están cada vez más entrelazadas, los datos cruzan las fronteras y la frontera entre amistad y rivalidad es borrosa; a esto se suma que China tiene un expediente histórico de robo de propiedad intelectual. Pero ¿cuándo la prudencia se convierte en proteccionismo?

Hasta el momento las medidas han sido prudentes. La Ley de modernización y de revisión del riesgo de inversión extranjera en Estados Unidos, la mayor modificación en diez años al Comité de Inversión Extranjera, ha sido sensata, y de promulgarse ampliaría el poder del Comité para evaluar no solo las inversiones extranjeras sino también las inversiones minoritarias que dan acceso a infraestructura crítica, tecnología o bases de datos personales sensibles; la ley también ampliaría las tecnologías que cubre el Comité. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea consideran importante atender quién se encuentra detrás de los inversionistas extranjeros, en especial cuando se trata de China.

Sin embargo, a veces las decisiones tomadas bajo el pretexto de la seguridad nacional pueden devenir políticas de proteccionismo. Bloquear la inversión extranjera directa bajo este pretexto debe ser el último recurso, no la primera línea de defensa. Es necesario saber a qué tecnologías prestar atención, como la inteligencia artificial y la robótica, para no llegar tan lejos en políticas de protección. Las políticas deben ser revisadas una por una y no restringir a un país en particular; lo que haga China hoy, puede ser una política de cualquier otro país mañana. Además, las políticas de seguridad nacional no deben usarse como políticas comerciales. El proteccionismo no convencerá a China de abrirse, hay otras formas para impedir el robo de propiedad intelectual como los controles de exportación y los tratados bilaterales.

Las políticas para salvaguardar la propiedad intelectual por sí solas no mantendrán la ventaja tecnológica de Occidente. Es necesario seguir una estrategia de innovación.

Datos cruciales: 

1. China gasta más que la Unión Europea en investigación; la Fundación Nacional de Ciencia, una agencia federal de Estados Unidos reconoce que antes de que termine el 2018 el gasto chino en investigación podría superar al gasto de Estados Unidos.

2. Gráfica 1. Inversión extranjera directa saliente de China:

- Entre 2005 y 2007 la inversión extranjera directa saliente de China no superaba los 50 mil millones de dólares estadounidenses.

- Entre 2008 y 2009 la inversión extranjera directa saliente de China superó ligeramente los 50 mil millones de dólares estadounidenses. De 2008 a 2012, la misma se mantuvo por debajo de los 100 mil millones de dólares estadounidenses.

-En 2013 la inversión extranjera directa de China superó ligeramente los 100 mil millones de dólares estadounidenses. Entre 2013 y 2016 ésta se mantuvo por debajo de los 150 mil millones de dólares estadounidenses.

-En 2016 la inversión extranjera directa saliente de China se encontraba por debajo de los 200 mil millones de dólares estadounidenses. En 11 años la inversión extranjera directa saliente de China ha crecido aproximadamente 1400%

Nexo con el tema que estudiamos: 

La inversión extranjera directa también puede funcionar como un arma económica. China es hoy un país que busca invertir capitales más allá de sus fronteras, sin que esto signifique dejar de lado el enriquecimiento de tecnologías y datos por medio de la apropiación. Las políticas y estrategias de los modos de capitalismo chino, que no concuerdan con los mecanismos de capitalismo estadounidense, plantean un reto para Occidente. ¿Qué debe primar, la libertad de recibir inversiones extranjeras o la defensa de tecnologías en pro de la seguridad nacional?

El modelo chino plantea dificultades al capitalismo occidental, poniendo en contraposición sus propios términos, ¿seguridad nacional o libre mercado? El crecimiento de la inversión extranjera directa modifica la forma del mercado internacional, llevando a Estados Unidos y la Unión Europea que tan peligroso podría ser tener en sectores estratégicos el capital del mayor competidor.