Military Contractors & the American Way of War

Cita: 

D. Avant, Deborah. de Nevers, Renée [2011], “Military Contractors & the American Way of War”. Dædalus, the Journal of the American Academy of Arts & Sciences. Cambridge, Massachusetts. MIT Press. 140(3):88-99, verano.

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Junio 1, 2011
Tema: 
Riesgos y beneficios del uso de contratistas militares para la política exterior de Estados Unidos.
Idea principal: 

Las Empresas Militares y de Seguridad Privada (EMSP a partir de ahora) se encuentran profundamente entrelazadas con el ejército estadounidense y la política exterior de Estados Unidos. Guardan una relación diferente con el gobierno estadounidense, la ciudadanía y el derecho nacional e internacional respecto del personal militar, estas diferencias plantean tanto riesgos como beneficios.

Los caminos se bifurcan entre los beneficios y los riesgos cuando de EMSP se trata. Pueden beneficiar a Estados Unidos en las tareas de gobernanza mundial, reclutando y movilizando rápidamente personal en todo el mundo, de las disciplinas que sean necesarias y de nacionalidades variadas según sea la operación. Esto permite gestionar la demanda global de seguridad, que las Fuerzas armadas son incapaces de cubrir. En el camino de los riesgos hay más ejemplos, uno de ellos es su estructura legal, que permite desvío de fondos en prácticas contrarias a los intereses estadounidense o llevar a cabo operaciones sin necesitar el aval del congreso o la ciudadanía.

La dependencia del gobierno con las EMSP ha crecido a través de los años, el punto de inflexión más importante fue el que se vio en Irak y Afganistán, cuando las EMSP, apoyaron en tareas de protección a ciudadanos estadounidenses trabajando en aquellos países, apoyando en cuestiones de logística y entrenamiento al ejército y policía iraquíes y recurrió a cuerpos de seguridad privada para salvaguardar los recursos naturales. Este caso resulta paradigmático pues fue aquí, cuando el personal privado igualó por primera vez al de las Fuerzas Armadas en número, un contratista por cada soldado. en conflictos anteriores la cifra siempre fue menor aunque con tendencia creciente, cuando la Guerra del Golfo de 1991, la relación entre tropas y contratistas era de aproximadamente diez a uno; en 2007. ya en 2010 el número de contratistas en Afganistán había superado a las tropas, había 1.43 contratistas por cada soldado estadounidense. Es común que el personal que despliegan las EMSP en sus operaciones tengan antecedentes en las filas de las Fuerzas Armadas o como policías.

Las EMSP ofrecen una diversidad de servicios: operaciones militares, mantenimiento del orden, asesoramiento y capacitación militar y policial, apoyo logístico y servicios de inteligencia. Los servicios comunes incluyen el apoyo a los sistemas y equipos de armamento, el asesoramiento y la capacitación militar, el apoyo logístico, la seguridad en el lugar (armada y no armada), la prevención del delito, la capacitación de la policía y los servicios de inteligencia. Los servicios de seguridad incluyen la vigilancia de personas, edificios y convoyes. Muchos contratistas de seguridad están armados; en el desempeño de sus funciones, rutinariamente disparan y se les dispara. Los servicios de reconstrucción incorporan todos los aspectos, desde la construcción de infraestructura física (para carreteras, comunicaciones, agua y energía) hasta el fortalecimiento de las instituciones.

Juegan un rol importante en todos los aspectos del ejército y la política exterior estadounidense. De la mano del Departamento de Defensa, coordinan proyectos de ayuda a política exterior. Considerar, por ejemplo, el apoyo de los contratistas a las políticas de ayuda exterior de Estados Unidos en África y América Latina. En África, los Estados Unidos han dependido del sector privado para apoyar misiones como la capacitación militar y las operaciones de mantenimiento de la paz. Estos programas se encuentran en africom, el comando militar de Estados Unidos para África establecido en 2007, y el programa de mantenimiento de la paz en África (africap) del Departamento de Estado, que tiene una estructura similar a la del ejército. En 2008, los objetivos declarados de africap eran fortalecer la paz y la estabilidad regionales en África mediante la capacitación en mantenimiento de la paz y gestión y prevención de conflictos para las fuerzas armadas africanas, así como a través de actividades logísticas y de construcción en apoyo de las misiones de mantenimiento de la paz y de capacitación. La política exterior de Estados Unidos en América Latina, dominada desde al menos 2000 por los esfuerzos antinarcóticos y antiterroristas, también depende en gran medida de los contratistas. El Plan Colombia, el elemento central de una iniciativa antinarcóticos centrada en la región andina, ha buscado reducir la producción de drogas en Colombia y fortalecer las fuerzas de seguridad colombianas para proteger mejor al Estado contra las amenazas que plantean los terroristas, las drogas y los grupos paramilitares. El programa no ha logrado frenar la producción de drogas allí, pero la formación militar y policial llevada a cabo por ambos. Aproximadamente la mitad de la ayuda militar a Colombia se gasta en contratistas privados financiados por el Departamento de Defensa y el Departamento de Estado. Al igual que el Plan Colombia, la Iniciativa Mérida 2007, un acuerdo de asistencia entre Estados Unidos y México, busca desbaratar las actividades de narcotráfico mediante el suministro de equipo y capacitación a las fuerzas de seguridad mexicanas.

Existe una tensión constante entre las tropas y los contratistas derivada de las diferencias salariales y las responsabilidades, a pesar de que una pequeña parte de las operaciones llevadas a cabo en el exterior combinan a ambos sectores en campo, los problemas de coordinación, disciplina y corrupción saltan a la vista. El caso más grave fue el de Blackwater Square en 2007, cuando empleados de Blackwater Security Consulting, una EMSP, dispararon contra civiles iraquíes.

El empleamiento de EMSP ha arrojado resultados mixtos, pues ha representado un aumento de eficacia a expensas de rendición de cuentas. Han ayudado a mejorar la gobernanza mundial, así como a gestionar la demanda global de seguridad que las fuerzas armadas son incapaces de cubrir, pero también pueden llevar a cabo tareas que no cuentan con el consenso de la ciudadanía ni el congreso y desviar recursos en prácticas contrarias a los intereses de EU.

Se demanda una fuerte supervisión a estos contratistas, Pues muchas preocupaciones versan sobre la corrupción y el despilfarro. También existe tensión entre el personal privado y el personal militar derivadas de la remuneración y las responsabilidades.

Su operación al margen de las autoridades militares ha fomentado en el personal de las EMSP una cultura de la impunidad, aunado a su carencia de valores que pueden no ser consistentes con la democracia, el liberalismo y las leyes de la guerra, esto impide conciliar la política exterior con los valores e instituciones nacionales.

Aún cuando diversos sectores promueven una regulación más estricta que permita una mejor rendición de cuentas, parece improbable que esta suceda en un futuro próximo.

Datos cruciales: 

1- Más de la mitad del personal que Estados Unidos ha desplegado en Irak y Afganistán desde 2003 proviene de EMSP, para 2008 superó al personal militar.

2- En 1991, durante la Guerra del Golfo, la relación entre tropas y personal de EMSP era de 10 a 1, en 2007 en Irak de 5 a 1 y para 2010 había 1.43 personal de EMSP por cada militar.

3- La comisión para la contratación en tiempos de guerra calcula que al menos 177 000 millones de dólares, habían sido destinados a contratistas para apoyar las operaciones en Irak y Afganistán desde 2001 a 2008.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las EMSB juegan un rol definitorio en las nuevas formas de la guerra. La cesión de tareas por parte del gobierno estadounidense a estas corporaciones, cambian radicalmente el papel de la política exterior estadounidense, redefinen los territorios y la vida social en su conjunto.