Hacia un análisis feminista y dialéctico de la globalización neoliberal: el peso del complejo militar-industrial sobre las 'mujeres globales'

Cita: 

Falquet, Jules [2014], “Hacia un análisis feminista y dialéctico de la globalización neoliberal: el peso del complejo militar-industrial sobre las ‘mujeres globales’”, Revista Internacional de Pensamiento Político, España, I Época, volumen 9: 139-148, noviembre.

Fuente: 
Artículo científico
Fecha de publicación: 
Noviembre, 2014
Tema: 
Mujeres globales, mujeres de servicios
Idea principal: 

Jules Falquet, socióloga y profesora feminista de la Universidad de Diderot, Francia.

Hacia un análisis feminista y dialéctico de la globalización neoliberal: el peso del complejo militar-industrial sobre las 'mujeres globales'

Jules Falquet comienza el texto haciendo una breve recopilación de los análisis sobre la mundialización, los cuales, menciona que en su mayoría siguen marcados por un profundo sesgo androcéntrico. Con esto se refiere a que los análisis se centran únicamente en los seres humanos, en específico hombres, así como en sus intereses y las relaciones que establecen entre sí. Sin embargo, esto ha ido cambiando desde la década de 1990 cuando feministas en las diversas disciplinas han logrado proponer perspectivas alternativas al respecto, algunas feministas han realizado valiosos aportes desde la sociología, sociología del trabajo, ciencias políticas, geografía, economía, entre otras. Lo que hará Falquet a lo largo del texto es justamente presentar algunas de estas reflexiones tomando como eje central las transformaciones de la economía global.

Actualmente lo que ha sucedido ha sido el simple hecho de introducir a las mujeres como una forma de terminar con el androcentrismo ya mencionado, sin embargo, según la autora lo que se ha presentado en la actualidad son ambivalencias tanto en la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, como en el tipo de actividades que la mundialización reserva mayoritariamente a las mujeres no privilegiadas del planeta, los cuales son vinculadas principalmente a las actividades de “servicio”. Por ello, la autora menciona la importancia de hacer una análisis a la mundialización desde una perspectiva de género con la finalidad de comprender mucho más a fondo el problema.

En el primer subtema del texto, las "mujeres de servicios" como las nuevas "mujeres globales", Falquet menciona que desde finales de la década en 1980, las teóricas feministas comienzan a profundizan sus críticas a la separación arbitraria entre las actividades que son denominadas respectivamente como “productivas” y “reproductivas”, a partir de lo cual se va a cuestionar a profundidad la economía y sobre todo, el discurso dominante sobre la historia del capitalismo. La autora menciona algunos ejemplos de académicas como Maria Mies (1986), quien propone reconsiderar la importancia de las relaciones patriarcales para la acumulación del capital a escala mundial.

Dentro de la mundialización neoliberal, menciona que se produjeron numerosos estudios que muestran el impacto de los planes de ajuste estructural en las vidas de las mujeres. Esto con todas sus consecuencias incluidas: la crisis económica, el aumento de desempleo y la profundización de las desigualdades, muestran cómo han afectado y empobrecido de forma particular a las mujeres, esto tanto en términos absolutos como en relación a los hombres. Además, especifica el caso de los países del Norte, los cuales se han beneficiado con políticas de importación de mano de obra femenina desde países del Sur global para realizar tareas que el Estado abandona, mientras que los hombres se rechazan a realizarlas, y muchas mujeres de los países del Norte ya no logran “conciliarlas” con el resto de sus obligaciones.

A partir de esto, la autora abre la pregunta de si el capitalismo neoliberal es un aliado de las mujeres. Porque lo que menciona Falquet es que algunas autoras analizan que el capitalismo neoliberal se posiciona como un aliado de las mujeres al insertarlas de forma masiva al mercado laboral, y que incluso algunas de estas autoras de hecho lo ven de forma positiva, ya que consideran que el acceso de las mujeres al mercado de trabajo asalariado les da autonomía económica, la cual sería clave para la igualdad entre los sexos. Sin embargo, otras autoras como Nancy Fraser (2013), critican esta cierta convergencia que existe entre una parte del movimiento feminista y el capitalismo, ya sea que el mercado internacional necesita mano de obra y por eso ahora se muestra asequible que las mujeres se inserten en la economía global, sin embargo, dentro de su interés está el contratar preferentemente mano de obra femenina cuyo costo es abaratado por prejuicios patriarcales.

Para Falquet, la inserción de las mujeres al mercado del capitalismo neoliberal está lejos de ser positiva. Para sustentar esta afirmación resalta que el desmantelamiento sistemático de la legislación laboral afecta principalmente a las mujeres, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de estas mujeres ya se concentraba en sectores de actividad desvalorizados y mal protegidos, pues ahora las reformas neoliberales precarizan y Flexibilizan sus situaciones laborales aún más. Aunado a esto existen nuevas modalidades de trabajo que requieren “cualidades típicamente femeninas” como la docilidad y aceptar contratos de tiempo parcial, al mismo tiempo que son infinitamente extensibles, así como polivalencia e implicación total, sobre todo emocional. Esto dibuja formas de servilismo normalizadas y generalizadas.

Por todas estas cuestiones, la autora menciona que el análisis con perspectiva de género sobre la mundialización debe ser a la par de una análisis de clase y raza. Resalta que para tener avances para las mujeres, no tiene ningún sentido si se hace a costa de retrocesos en la situación de las personas proletarias y racializadas (de las cuales, además, el 50% son mujeres). Sin embargo, la OCDE se empeña en legitimar la mundialización neoliberal pretendiendo que significa un progreso en términos de igualdad entre hombres y mujeres.

Para terminar este apartado del texto, Falquet recupera una nueva categoría de análisis, “mujer global”, de las estadounidenses Barbara Ehrenreich y Arlie Russell Hochschild. Dentro de esta categoría entran las niñeras, las criadas y las trabajadoras sexuales. Lo cual abre una perspectiva más cruda sobre las varias formas de coacción que se están desarrollando para obligar a las mujeres a hacerse cargo de los demás y además, hacerlo a un bajo precio. Dentro de estas coacciones, las más impactantes son las reformas legislativas extremadamente restrictivas en el ámbito laboral, y también en el migratorio.

Para la mayoría de las mujeres no privilegiadas, las opciones migratorias y de “carrera” se reducen a encontrar rápidamente un marido (legal, documentado) al llegar a la región hacia donde emigra, a inscribirse en programas oficiales de importación-exportación de mano de obra De “servicio” o a integrarse al mercado del trabajo sexual para hacer frente a los costos exorbitantes de la migración ilegalizada. Porque para la mayoría de las mujeres no privilegiadas de la migración ilegalizada, las opciones laborales y de vida que tienen se reducen a encontrar rápidamente un esposo legal y documentado, inscribirse en los programas oficiales de importación-exportación de mano de obra de servicio o formar parte del mercado de trabajo sexual. A todo este proceso, la autora lo conceptualiza como "hetero-circulación de las mujeres".

En el siguiente apartado, la autora recupera otra categoría que llamará "hombres en armas", menciona que a la par que crecen las “mujeres de servicios", analizadas en el apartado anterior, crecen también los “hombres en armas”, es decir, serían: soldados, mercenarios, guerrilleros o terroristas, policías, miembros de bandas o de organizaciones criminales, vigilantes penitenciarios o guardias jurados, entre otros. Y estos hombres en armas pueden ejercer en el sector público, semipúblico, privado o ilegal.

La autora comienza el apartado afirmando que todo lo anterior se produce a la par de que estamos en un estado de guerra y de control generalizado. Es decir, que asistimos hoy una competencia internacional, feroz y militarizada, que lo que busca es hacerse de los recursos, los mercados y el control de las fuerzas productivas. Todo esto quedó claro a partir del 11 de septiembre de 2001, desde ese momento el nuevo marco general de esta competencia es la guerra anti-terrorista, la cual es dirigida por las principales potencias neoliberales contra diferentes países del Sur global. Esto se traduce en: guerras abiertas, como en países de Medio Oriente; intervenciones militar-humanitarias, principalmente en África; guerra contra la migración “ilegal”, en los países de la OCDE; y, en una guerra contra las drogas en la región latinoamericana.

Además que de manera general, hay una destrucción del sistema económico y social que empobrece drásticamente a las mujeres, mientras que ciertos hombres se enriquecen a través del pillaje y de tráficos diversos, en la medida en que acceden a espacios en el poder como jefes político-militares de diferentes rangos.

Se recuperan los aportes de la politóloga estadounidense Cynthia Enloe (1989, 2000), quien señala que los vínculos existentes entre la implantación de bases militares estadounidenses después en la Segunda guerra mundial y el desarrollo de la prostitución y del turismo sexual. "Muchos Estados del Sur global a los que se incita a fomentar el turismo y que viven en gran parte del envío de dinero de las y los migrantes, se ve empujados a fingir la ignorancia de cara a este tipo de actividades." (p. 144).

En el texto también se recupera a la socióloga francesa Andrée Michel (2013), quien realiza un análisis económico y político integral del Complejo Militar Industrial. Lo primero que muestra es que la organización del trabajo en la industria armamentística refuerza la división sexual del trabajo, así como la racial y la social. Es decir, "para las mujeres proletarias del Sur global, son los empleos precarios en la industria maquiladora, entre otros en la electrónica; para los hombres de clase media, los empleos de ingenieros, estables y bien remunerados, o de programadores informáticos en Silicon Valley." (p.145). Asimismo, Michel subraya "cómo la venta de armas enriquece a los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y a que su compra profundiza la deuda de los países del Sur global." (p.145). Este sistema alimenta la aparición de regímenes dictatoriales en los países del Sur, los cuales se basan en discursos nacionalistas o incluso étnicos mediante los cuales, las principales afectadas son las mujeres.

Además, los complejos militar-mediático-industriales basan su legitimidad sobre el control de los medios de comunicación y de las nuevas tecnologías de la información. Michel señala que una buena parte de los fondos públicos para la investigación es dirigida a dichos complejos, esto por supuesto, en detrimento en campos como la salud o la educación.

Flaquea concluye con que son las investigaciones realizadas desde una perspectiva de género, pero sobre todo a partir de una perspectiva de intersección de las relaciones sociales de sexo, raza y clase, las que permiten una comprensión más amplia de la mundialización y de sus efectos. Pero que además, es de vital importancia seguir su estudio ya que una de las principales cuestiones de la mundialización neoliberal es que se juega la reorganización de la reproducción social y de los complejos militar-mediático-industriales.

Trabajo de Fuentes: 

Mies, María [1986], Patriarchy and Accumulation on a World Scale, Londres, Zed Books.

Fraser, Nancy [2013], Fortunes of feminism: from state-managed capitalism to neoliberal crisis, Londres, Verso.

Enloe, C. [1989],Bananas, Beaches and Bases: Making Sense of International Politics, Berkeley, University of California Press.

Enloe, C. [2000],Maneuvers: the International Politics of Militarizing Women´s Lives, Berkeley, University of California Press.

Michel, A. [2013], Féminisme et antimilitarisme, Paris, iXe.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Me parece muy pertinente un tema que rescata este artículo sobre los nuevos trabajos de servicio a los que son sometidas las mujeres en la globalización neoliberal, sin embargo, una cuestión que me parece clave incluso para entender las nuevas formas de guerra hacia las mujeres es el trabajo sexual. En el artículo se menciona como otro trabajo de servicio a las que las mujeres ilegales recurren ante la falta de oportunidades reales, no obstante, también habría que aclarar que gran parte del trabajo sexual está vinculado a la trata de mujeres y que se relaciona intrínsecamente con nuevas modalidades de guerras, incluida la guerra contra las drogas. Esto porque muchas veces la trata de mujeres está relacionada directamente con los grupos criminales que trabajan en la ilegalidad pero que sus acciones son otro tipo de guerra hacia las mujeres, obligándolas a dar este "servicio". Por ello la gran crítica y los debates dentro del feminismo sobre la legalización del trabajo sexual.