Corporate soldiers and international security: the rise of private military companies

Cita: 

Kinsey, Christopher [2006], Corporate soldiers and international security: the rise of private military companies, Routledge, Taylor & Francis e-Library, 196 pp.

Fuente: 
Libro electrónico
Fecha de publicación: 
2006
Tema: 
Introducción al estudio sobre las compañías militares privadas (PMCs).
Idea principal: 

Introducción

Escribir un libro que presenta un estudio académico sobre las compañías militares privadas (PMCs, por sus siglas en inglés) no es un asunto fácil, puesto que muchas veces operan en secreto, sin embargo, resulta una labor necesaria ya que puede arrojar luz sobre las PMCs.

Con los profundos cambios sistémicos a partir del fin de la Guerra Fría, surgen en el ámbito de la seguridad internacional las PMCs, como nuevos actores que operan a nivel global. El mercado global de PMCs se encuentra dominado por empresas británicas y estadounidenses: mientras se sabe que las empresas estadounidenses han impulsado el mercado de las PMCs, se desconoce mucho sobre las empresas británicas y sus respectivas formas de operar. En general, no existen estadísticas con respecto al mercado de las PMCs y obtener información sobre estas es difícil, así que únicamente existen estimaciones.

Después de la Guerra Fría, las PMCs han tenido presencia en zonas de conflicto en todo el mundo -por ejemplo, en Croacia, Angola y Colombia- e influyen a menudo de manera decisiva en el resultado del conflicto. Los servicios ofrecidos por las PMCs están dirigidos a gobiernos, organizaciones internacionales y empresas multinacionales y se pueden dividir en cinco ámbitos: asistencia en operaciones militares, asesoramiento militar, asistencia logística, servicios de seguridad y prevención de crímenes. La asistencia en operaciones militares significa el apoyo para o la participación en operaciones militares de un gobierno. El asesoramiento militar involucra el entrenamiento de fuerzas militares estatales en el ámbito de armas, tácticas y estructuras de combate. La asistencia logística cubre una amplia gama de servicios como el suministro de equipamientos, la protección humanitaria y la ayuda en la reconstrucción de infraestructura pública. Los servicios de seguridad son dirigidos al mercado comercial e incluyen la protección de empresas y personas. También la prevención de crímenes se ubica en el mercado comercial, cubriendo extorsiones y fraudes. A pesar de que el mercado de las PMCs sigue creciendo y sus servicios cada vez resultan más aceptados, depende del desarrollo de los conflictos, por lo que cada situación implica cierto riesgo para las empresas.

Antes, la seguridad estaba en manos del gobierno, pero con la privatización de la seguridad después de la Guerra Fría, las PMCs cobraron mayor importancia. Existe un debate acerca de la privatización de la seguridad en el que se confrontan dos posiciones: mientras algunos ven una mayor eficacia como resultado de la privatización, otros enfatizan la defensa de los derechos humanos y señalan a las PMCs como simples mercenarios. Sin duda, las PMCs ya forman parte del escenario global y no pueden ser ignoradas. Las operaciones de las PMCs -como aquellas de la empresa británica Sandline Internacional en Sierra Leona y las de la empresa estadounidense DynCorp en los Balcanes y Afganistán- son altamente controvertidas y ponen sobre la mesa cuestiones con respecto al derecho de las PMCs de intervenir en conflictos y las implicaciones de la externalización de los asuntos públicos.

Si bien las PMCs británicas contemporáneas tienen sus raíces en los conflictos africanos con grupos mercenarios durante las décadas de 1960 y 1970, la naturaleza de la seguridad privada militar es muy diferente a la que tenía en el pasado. Hay un cambio de actitud, en el cual resulta cada vez más legítimo recurrir a la seguridad privada, -como ha sido el caso de las PMCs empleadas por estados Unidos en Irak-, lo que manifiesta que las PMCs son percibidas de forma diferente a anteriores tipos de violencia privada. El creciente impacto de las empresas privadas pone en riesgo el monopolio estatal de violencia. Actualmente, hace falta una regulación legislativa de las actividades de las PMCs a nivel nacional e internacional.

El libro está dividido en 6 capítulos: el capítulo 1 expone una serie de definiciones generales de las PMCs y una categorización de empresas. En el capítulo 2 se presenta el panorama histórico de la marginación de la violencia no-estatal, pero legítima, y su emergencia después de la Guerra Fría. El capítulo 3 se enfoca en la evolución de la violencia privada durante esta época y su rol como instrumento de política exterior. El capítulo 4 habla del caso Sierra Leona y las tensiones que causaba en el gobierno británico. Los capítulos 5 y 6 tratan de la naturaleza actual de la industria militar privatizada y abordan el papel de las PMCs como apoyo a los ejércitos estatales y el rol que juegan en el área de reforma del sector de seguridad (Security Sector Reform, SSR). El capítulo 7 habla de la regulación y el control de la industria.

Capítulo 1: Una tipología de empresas militares/de seguridad privada

En este capítulo se presenta una tipología basada en los rangos y escalas de las actividades que desarrollan las empresas privadas militares y de seguridad. En la primera parte del capítulo, se proponen las siguientes cuatro categorías: 1) compañías privadas de combate (PCCs, por sus siglas en inglés), 2) compañías privadas militares (PMCs), 3) empresas privadas de seguridad (PSCs) y 4) operadores freelance. En la segunda parte, se analiza cómo el uso potencial de diferentes niveles de fuerza letal y la cercanía al ámbito privado o público puede ser utilizado para caracterizar compañías. En la última parte, se presenta un análisis transversal de PMCs y PSCs.

Una tipología de PMCs y PSCs resulta complicada puesto que muchas compañías ofrecen una amplia gama de servicios y cambian su oferta constantemente dependiendo de la demanda. Parece más fácil categorizar a las actividades de empresas que a las empresas mismas. Asimismo, muchos de sus trabajadores cuentan con múltiples aptitudes y cubren servicios de distintos índole, desde operaciones de combate hasta protección comercial.

Los ejes
Se proponen dos ejes para comprender las operaciones de las compañías privadas militares y de seguridad en el entorno internacional. El eje horizontal representa el objeto a proteger y va del ámbito privado (izquierda) al ámbito de la autoridad pública y la defensa estatal (derecha). El ámbito privado representa la propiedad privada, edificios comerciales, refinerías de petróleo, minas, etcétera. La autoridad pública se entiende como la representación de una entidad territorial legal compuesta por una populación estable y un gobierno. El eje vertical representa el aseguramiento del objeto: va de la no-mortalidad (abajo), lo que significa que no se usen armas mortales para el aseguramiento del objeto, hasta la fuerza letal (arriba), que incluye las técnicas empleadas por cualquier soldado que lucha en una guerra. Estos dos ejes crean un campo, donde se posicionan diferentes compañías.

También se incluyen tres tipos ideales como agentes de control que ayudan interpretar a las compañías: se trata de la policía convencional, la policía paramilitar y el ejército. Por lo general, la policía convencional aparece como fuerza no letal y el ejército representa la mortalidad máxima, mientras que la policía paramilitar ocupa un lugar intermedio.

Los ejes forman cuadro cuadrantes. En el cuadrante abajo y a la izquierda, la seguridad se ofrece como una mercancía privada, que puede ser comprada por todos que están en la condición de hacerlo. Las empresas de seguridad que operan en este cuadrante, trabajan dentro de un ambiente socio-político funcional, cuya función es ayudar al estado a mantener la estabilidad. Subiendo el eje vertical, que indica el grado de mortalidad, se observa un deterioro de la estabilidad como consecuencia de un estado fallido.

El cuadrante abajo y a la derecha representa un aumento de la responsabilidad estatal: el estado tiene la responsabilidad de garantizar seguridad para la sociedad, por lo que las compañías que trabajan en este cuadrante, ofrecen sus servicios de seguridad al estado. En este cuadrante las tareas de seguridad tienen un bajo grado de mortalidad.

En el cuadrante de arriba y a la derecha existe la misma alta responsabilidad estatal, pero se trata de asuntos interestatales, mientras en el cuadrante de abajo se trata más bien de asuntos de seguridad interna. En este cuadrante, el ejército es lo más común, pero también hay PMCs sobre todo en los países africanos. Aun así, resulta poco probable que el sector privado pueda ganar importancia en este campo en un futuro.

El cuadrante de arriba y a la izquierda ofrece un panorama donde la responsabilidad estatal de ofrecer seguridad desaparece y se convierte en un asunto privado, como en el caso de Somalia. El ambiente socio-político en el extremo de este cuadrante equivale a la anarquía y el caos y la violencia se ha vuelto parte de la vida cotidiana. Las empresas privadas que operan en este cuadrante son PMCs como ArmorGroup, pequeñas empresas privadas de seguridad ad hoc que emplean operadores freelance y a los clásicos mercenarios, quienes aceptan hacer uso de la fuerza letal para cumplir con sus contratos.

Caracterización de las empresas privadas militares y de seguridad
En este apartado, se exponen las características principales de las empresas privadas militares y de seguridad, distinguiendo entre compañías y operadores freelance.

1) Compañías privadas de combate (PCCs)
Las PCCs representan un concepto analítico para marcar el extremo del espectro; sin embargo, podrían existir realmente. Executive Outcome (EO) y Sandline Internacional son las dos compañías que se acercan más al concepto. El concepto fue desarrollado por Nic van den Berg (ex-administrador de Sandline Internacional) durante la década de los años 90, y concibe a las PCCs como una fuerza de combate capaz de dominar a un enemigo mediante la fuerza militar. Así, mediante la acción militar se puede imponer la paz. El concepto parece útil para pensar el rol de la violencia privada en la seguridad internacional y si las PCCs podrían jugar un papel en intervenciones humanitarias, por ejemplo, las de Naciones Unidas.

2) Compañías privadas militares (PMCs)
La primera emergencia de una PMC se registró en Angola en 1993, cuando EO fue contratada para recuperar Soyo, un área con recursos petroleros, de los manos de UNITA (Uniõ Nacional para a Independencia Total do Angola). En general, las PMCs proveen servicios militares, tanto entrenamiento como equipamiento, sobre todo a gobiernos débiles o fallidos. Actúan como multiplicadores de fuerza, apoyando a las fuerzas del cliente en lo que sea necesario. Las PMCs son corporaciones con personalidad legal, sujetas a la legalidad y contratadas por gobiernos. Dado que son reconocidos como corporaciones, las PMCs adoptan prácticas de la cultura corporativa y tienen literatura que las promueve. Su directiva generalmente incluye exoficiales militares. Además, cuentan con pocos empleados permanentes y la mayoría son subcontratados. Las PMCs se transforman de estado a estado, estableciendo compañías familiares y subsidiarias para ahorrar impuestos.

2.1) Empresas militares proxy
Las empresas proxy representan un subconjunto de las PMCs. Un buen ejemplo de empresa proxy es MPRI, empresa con una estrecha relación con el Departamento de defensa estadounidense. Los empleados de MPRI no pueden estar armados y ejercer fuerza letal, pero ofrecen servicios de entrenamientos para el gobierno estadounidense. Si bien, MPRI ofrece los mismos servicios que el ejército, resulta más barato e implica menores riesgos políticos en el apoyo a otros gobiernos. También existen empresas británicas que mantienen relaciones estrechas con el gobierno, pero ninguna empresa tiene las características de una empresa proxy.

3) Empresas privadas de seguridad (PSCs)
Si bien las PSCs y PMCs comparten algunas características -como el hecho de que son generalmente fundadas por exmilitares y que mantienen ciertas políticas éticas- existen diferencias sustanciales en los servicios que ofrecen. Las PSCs brindan servicios vinculados con la prevención de crímenes y el orden público. Sus tareas incluye contrarrestar fraudes; la evaluación de riesgos de áreas inseguras; ofrecer guardias armados para la protección de gobiernos, edificios comerciales y personas; y asesoramiento de seguridad para compañías multinacionales que operan a nivel global. Algunas actividades de las PSCs se entrecruzan con los servicios de las PMCs. Por ejemplo, en los casos de compañías de seguridad que, protegiendo a consorcios mineros y de minerales, se alían a los respectivos gobiernos. Asimismo, en lugares inestables como Angola, Sierra Leona o Colombia, las actividades pasivas de seguridad se pueden convertir en acciones militares de índole más agresivo. En el caso de Colombia, la empresa de seguridad Defense Systems Ltd (DSL) fue acusada de entrenar fuerzas locales y haber cometido violaciones a los derechos humanos mientras protegía las instalaciones de la empresa British Petroleum Exploration Colombia. Esta empresa y otras operan en la frontera entre el ámbito militar y privado. Las PSCs operan también en el ámbito humanitario, que antes era terreno de las organizaciones caritativas. La empresa AmorGroup trabaja en Kosovo contratada por el gobierno británico.

3.1) Empresas de seguridad comercial
Las empresas de seguridad comercial se diferencian de las PSCs o PMCs en distintos aspectos. Por ejemplo, las estructuras organizativas de empresas de seguridad comercial exceden aquellas de las PSCs o PMCs. Así, la empresa Group 4 Securicor es una corporación multinacional que opera en 100 países empleando a 340,000 personas, con una ganancia anual alrededor de 3.8 mil millones de libras. La empresa opera en prisiones y en el ámbito de la inmigración; además ofrece servicios de ambulancias, servicios contra incendios y servicios de seguridad y rescate para la industria petrolera.

4) Operadores freelance
Los operadores freelance son los actores más controvertidos ya que se asemejan a los mercenarios. Tradicionalmente, se ha entendido como mercenario a un soldado que vende sus habilidades a quien más paga por ellas, independientemente de la causa. Los mercenarios son individuos que se contratan para una operación especial y no pertenecen a ninguna estructura, doctrina o grupo. Sin embargo, hay que distinguirlos de los operadores freelance, que son individuos que trabajan independientemente o que forman pequeños negocios retomando sus contactos, sobre todo de exmilitares.

Los actores
Se presenta una lista de compañías que constituye un sector transversal de actores de seguridad con operaciones globales que ofrecen una amplia gama de servicios militares y de seguridad a gobiernos, ONGs y el mercado comercial. Se enfatiza su posición en el eje vertical, es decir, tomando como referencia el grado de fuerza letal que usan estas compañías.

Instituciones estatales de seguridad (A, B, C)
En este ámbito se ubican los ejércitos tradicionales (A), la policía paramilitar (B) y la policía convencional (C). La mayoría de los ejércitos en el mundo son capaces de ejercer mayor fuerza letal que cualquier PMC. También la policía paramilitar puede alcanzar altos grados de fuerza letal, por ejemplo la Caribineri italiana o la Gendarmerie francesa, que operan con una estructura militar. A su vez, la policía convencional opera con poca fuerza letal, puesto que usa armas solamente en caso de defensa.

EO y Sandline Internacional (D, E)
Estas dos empresas ocupan el cuadrante más controvertido de los ejes. En el caso de EO, el uso de fuerza letal en operaciones militares en Angola o Sierra Leona equivale o supera el uso de fuerza letal de los ejércitos del mundo desarrollado. Se supone que Sandline Internacional solamente trabaja para gobiernos reconocidos y elegidos democráticamente. El trabajo de estas empresas para los gobiernos de países en desarrollo, también se vincula con operaciones de paz. Así, el uso de fuerza letal por parte de EO y Sandline International en Angola y Sierra Leona ha demostrado a la comunidad internacional que algunas PMCs cuentan con grandes capacidades de establecer paz en una zona de guerra. Asimismo, el gobierno estadounidense ha externalizado algunas tareas militares, por ejemplo, el Servicio de Seguridad Diplomática fue otorgado a Dyncorp para proteger el presidente afgano Hamid Karzi.

MPRI (F)
El papel de MPRI se distingue del de otras PMCs, especialmente del de aquellas no estadounidenses. MPRI tiene lazos estrechos con el gobierno estadounidense y no trabaja para compañías multinacionales, tampoco se involucra directamente en acciones militares, sino que ofrece entrenamiento y apoyo, por lo cual ha sido llamada "PMC pasiva". Ha sido activa en programas del gobierno estadounidense de transición democrática en los Balcanes y en un programa llamado Africa Contingeny Operations Training (ACOTA), sucesor del programa African Crisis Response Inicative (ACRI). Estos programas se enfocan en el entrenamiento de los ejércitos locales.

DynCorp (G)
DynCorp es una corporación multinacional que actúa en el campo de la tecnología. En el ámbito de la seguridad, ofrece sistemas y soluciones tecnológicas de seguridad, servicios internacionales y servicios de información médica. La empresa trabajó en Colombia, apoyando al gobierno en la guerra contra el narcotráfico. Sus servicios no se han extendido demasiado hacía el ámbito de combate, puesto que se sigue concentrando en el apoyo técnico y logístico y en el entrenamiento.

ArmorGroup Internacional PLC (H)
Esta empresa opera en más de 30 países alrededor del mundo. En diciembre de 2003 fue vendida a un grupo de inversores privados y se incorporó a la Bolsa de Londres en diciembre de 2004. La empresa cuenta con las siguientes competencias: 1) información inteligente, 2) salvaguardia de marcas, 3) contrarrestar fraudes, 4) protección de operaciones en ambientes riesgosos, 5) protección de individuos contra secuestros, 6) apoyo humanitario, 7) soluciones de seguridad electrónicas integradas, 8) seguridad informática y servicios forenses. El gobierno británico es un cliente sustancial. En sus operaciones, la empresa solamente hace uso de la fuerza mortal en caso de ataques mortales contra su personal o sus clientes, lo que la diferencia de EO y Sandline Internacional.

Control Risks Group (I)
Es una empresa especializada en la consultoría sobre riesgos de negocios internacionales que ha trabajado en más de 130 países. Sus competencias comprenden: 1) análisis de riegos políticos y de seguridad, 2) investigaciones confidenciales, 3) investigaciones sobre pre-empleados, 4) consultoría de seguridad, 5) administración de crisis y respuestas, 6) información de seguridad e investigación. La empresa ha trabajado en Irak, lo que la ha acercado al mercado de PMCs/ PSCs. El uso de fuerza letal está regulado por la política de la empresa que restringe el uso de armas.

Erinys Internacional (J)
La empresa fue fundada en Sudáfrica en 2001, donde se especializó en el mercado de seguridad, y posteriormente se extendió geográficamente. La empresa ofrece servicios similares a los de AmorGroup y Control Risks Group: 1) servicios de seguridad y consultoría, 2) administración de crisis y planes para emergencias, 3) seguridad de terrenos, 4) administración de fuerzas de guardias, 5) seguridad de transportes y logística, 6) recursos humanos. En Irak, la empresa brinda seguridad a campos petroleros y a individuos que trabajan en el país.

Group 4 Securicor (K)
La empresa se ubica en el ámbito comercial, donde ofrece servicios de entregas, de recolección de dinero, de monitoreo y guardias. Sin embargo, mantiene contratos con varios gobiernos occidentales y cubre responsabilidades estatales como la administración de prisiones, el transporte de prisioneros, servicios de inmigración y educación, de salud y defensa. La empresa tiene una política estricta en el uso de armas y para convertir la imagen militar de la seguridad en una civil, ha dejado de contratar a exmilitares.

Empresas de seguridad ad hoc (L)
Se trata del grupo más difícil de rastrear, ya que estas empresas tratan de no llamar la atención. Estas empresas suelen existir poco tiempo, hasta que son desmanteladas, vendidas o fusionadas, y mantienen lazos estrechos con las PMCs. Por ejemplo, Lifeguard Management fue una subsidiaria de EO. Mientras que EO mantiene contratos con gobiernos, Lifeguard Management tuvo contratos comerciales. Otra subsidiaria de EO -Saracan Uganda- trabaja para el gobierno ugandés, proporcionando seguridad para minas de oro.

Movilidad en los ejes
Organizaciones de derechos humanos han criticado las posiciones y la movilidad de algunas empresas militares y de seguridad, quienes ocupan los lugares que se supone deberían estar reservados para los ejércitos estatales. Sin embargo, las posiciones de las empresas se encuentran fijas y moverse resulta difícil. En primer lugar, salir del marco establecido de sus competencias tiene el riesgo de perder el control sobre las funciones de la empresa. Las empresas de seguridad son especialmente sensibles con respecto a sus operaciones, ya que estas podrían dañar su reputación. En segundo lugar, involucrarse en contratos que significan el reemplazo de ejércitos estatales, en el marco de un colapso de toda autoridad estatal o una guerra civil, no resulta atractivo para muchas empresas que no cuentan con suficiente fuerza letal. En tercer lugar, existen razones financieras, puesto que moverse hacía una nueva área de trabajo implica costos que no todas las empresas pueden pagar. Asimismo, muchas empresas, sobre todo las empresas estadounidenses, mantienen lazos estrechos con sus gobiernos, lo que impide que se involucren en operaciones con clientes y objetivos distintos. Así, si bien hay movimiento de las empresas, las grandes empresas establecidas se quedan dentro de las áreas de sus competencias centrales, puesto que moverse hacia otras áreas pone en peligro su reputación e imagen.

Conclusiones
En este capítulo se ha tratado de establecer una tipología de la industria basada en el rango y la escala de las actividades de las PMCs, PSCs y los operadores freelance. Además, se ha introducido la diferencia entre las PMCs y las empresas ad hoc. Mientras que las PMCs con reputación difícilmente se mueven fuera del marco de sus competencias establecidas, las empresas ad hoc operan de manera menos abierta. También se ha usado el grado de fuerza letal y su cercanía al ámbito privado o público para categorizar a las empresas. Esto ofrece un marco de referencia útil para mostrar el contorno del sector y las operaciones de las empresas. Como ha demostrado la caracterización, cada empresa tiene una idea diferente con respecto a la dimensión de seguridad en la cual opera y define sus actividades. En los dos cuadrantes de arriba, la seguridad se asocia con altos niveles de fuerza letal y los actores pueden ser estatales o no-estatales. En los dos cuadrantes de abajo, el uso de la fuerza letal solamente se legitima con la autodefensa y la seguridad se asocia con el bienestar general. Sin embargo, distinguir claramente entre los distintos grupos resulta difícil, ya que sus actividades se entrelazan.

Las PMCs y las PSCs representan un nuevo tipo de seguridad, diferente a la de los clásicos mercenarios. En un futuro, las PMCS y las PSCs podrían ocupar roles en el entrenamiento de ejércitos africanos. En operaciones de paz pueden tener un impacto positivo en la estabilidad internacional. La supervisión cercana de los gobiernos puede garantizar que las PMCs y PSCs no se involucren en asuntos que no les corresponden. En general, surge un nuevo tipo de seguridad en el ámbito internacional cercano a los gobiernos, pero que reside en el sector comercial.

Capítulo 5: La privatización de la guerra y la emergencia de las PMCs

En la era de post-guerra fría, se experimenta un cambio en la forma en que los países occidentales proyectan la fuerza militar. Nuestra imagen de la guerra se vuelve obsoleta: si bien los ejércitos estatales no son marginados, su papel se está transformando y los gobiernos subcontratan a compañías militares privadas (PMCs, por sus siglas en inglés). Este capítulo trata de explicar las razones del crecimiento de los servicios militares y de seguridad de las PMCs. En primer lugar, se examinan las razones por las cuales los gobiernos contratan a PMCs. Una parte de la explicación se vincula con la reducción de mano de obra en los ejércitos estatales con el fin de la guerra fría y, la otra, con los costos, la creciente complejidad de la tecnología en el campo de batalla y las actitudes cambiantes de las sociedades con respecto a la aplicación de fuerza letal en favor de intereses nacionales. En la siguiente sección, el capítulo enfoca las responsabilidades externalizadas y racionaliza las subcontrataciones, analizando la externalización de actividades militares a PMCs en el caso de estados Unidos y Gran Bretaña en la guerra de Irak y contra el terrorismo. Finalmente, el capítulo pretende demostrar la expansión de la subcontrataciones y explicar cómo se volvió un fenómeno global. El capítulo concluye con las tendencias en el mercado de las PMCs en el futuro.

Las fuerzas que llevaron a la privatización de la guerra
La expansión del mercado de PMCs es resultado de una serie de cambios históricos que facilitaron la subcontratación. Las PMCs de Gran Bretaña tienen sus raíces en la guerra fría, mientras que en estados Unidos sus orígenes se encuentran en las dos guerras mundiales y en el complejo industrial-militar. Desde el final de la guerra fría, el número de miembros de los ejércitos estatales occidentales ha disminuido. Asimismo, existe una dependencia tecnológica de los ejércitos occidentales, quienes usan tecnológicas sofisticadas como sistemas de armas y vehículos aéreos no tripulados. La mayor parte de la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías es realizado por empresas privadas y no por ejércitos.

El crecimiento de las PMCs también corresponde a una transformación en la estructura de la sociedad moderna: las guerras ya no tratan solamente de conflictos geográficos y las ideas neoliberales han proliferado. Según estas, el libre mercado puede satisfacer servicios públicos de manera más eficiente y barata. En consecuencia, muchos servicios públicos fueron vendidos al sector privado, así también en el ámbito de servicios militares. Puesto que hoy en día la sociedad civil no tolera muchos muertos entre sus tropas, la subcontratación resulta atractiva.

Creando espacios para las PMCs
Desde finales de la década de los años 90 del siglo XX, los ejércitos estatales pasan por una fase de transformación: tratan de enfrentar guerras civiles, conflictos de baja intensidad y emergencias humanitarias, mientras también se preparan para guerras convencionales. La experiencia del ejército estadounidense en Somalia, fue un factor central que amargó la actitud ante intervenciones en el extranjero, como se demuestra en el Presidential Decision Directive (PDD) 25, documento que estipula una larga lista de condiciones para las intervenciones estadounidenses. Similarmente, el genocidio en Ruanda revela la tendencia en contra de las intervenciones militares. Si bien Francia y algunos países africanos eventualmente enviaron tropas para establecer zonas seguras para los refugiados, estas intervenciones fueron criticadas por haber imposibilitado una clara victoria del Frente Patriótico Ruandés. Así, debido que cada vez existe menos apoyo de la sociedad civil en favor de intervenciones que no involucran directamente intereses nacionales, se abre más espacio para las PMCs. Mientras los soldados de los ejércitos siguen combatiendo, las PMCs se ocupan de los ámbitos que no involucran directamente el combate.

Dos acercamientos a la externalización de actividades militares a las PMCs
Los papeles que juegan las PMCs tienden a ser un espejo de las funciones principales de los ejércitos estatales. La forma en que las PMCs se han desarrollado en estados Unidos y Gran Bretaña, refleja las necesidades primarias de sus clientes y sus respectivas estructuras organizacionales son muy diferentes. En el caso de estados Unidos, la mayoría de los trabajos de corporaciones multinacionales como DynCorp o MPRI provienen de contratos con el gobierno estadounidense u otros gobiernos. En Gran Bretaña, las PMCs son más pequeñas y la mayor parte de su trabajo se ubica en el sector comercial. En los siguientes dos apartados, se verán con más detalles las diferencias en ambos modelos.

El modelo estadounidense de la externalización de servicios militares técnicos y complementarios
En estados Unidos, las raíces de las PMCs y las empresas privadas de seguridad (PSCs, por sus siglas en inglés) se encuentran en los inicios del siglo XX, en el sector de ingeniería. La industria siempre ha mantenido una relación estrecha con el gobierno, especialmente con el sector de defensa. Esta relación se fortaleció aún más con la introducción de la tecnología computacional durante la guerra fría y con el desarrollo de investigaciones científicas por parte de las empresas. El complejo militar-industrial reflejaba esta estrecha relación entre gobierno, empresas y ciencia. La relación entre el mundo corporativo y el mundo militar que abarca todo el siglo XX, se puede resumir en beneficios mutuos. Como consecuencia de su largo involucramiento con el ejército, las empresas que proveen servicios militares complementarios son grandes y sus sedes se encuentran cerca de instituciones gubernamentales. Las corporaciones que suministran la mayoría de los servicios y servicios militares y de seguridad asociados con las actividades de las PMCs son, entre otras: Booz Allen Hamilton, Vinnell Corpoation, DynCorp, BDM Internacional Inc. y Science Application Internacional Corporation (SAIC).

Todas estas empresas comprobaron su capacidad técnica, su carácter confidencial y ofrecieron soluciones a problemas difíciles. Por ejemplo: el gobierno ha contratado a DynCorp y California Mircrowave Systems, para proveer pilotos y mecánicos, apoyando el programa de erradicación de cultivos de coca y amapola en Colombia. AirScan es otra empresa que mantiene contratos con el gobierno estadounidense y de otros países en el ámbito de la vigilancia y seguridad aérea. Además, con la tendencia a la automatización del combate y el uso sistemas de armas computarizadas, la subcontratación se vuelve más común y puede crecer en el futuro.

Las PMCs también operan en el área de la inteligencia, sobre todo después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, proporcionando programas y apoyos tecnológicos para agencias de defensa y servicios de inteligencia. Las empresas CACI International y Titan Corporation administran la cárcel de Abu Ghraib en Irak con interrogadores e intérpretes. Otro ámbito de operaciones son los programas de entrenamiento para el ejército estadounidense y otros ejércitos. El programa African Crisis Response Inicative (ACRI) promovía el entrenamiento de miles de soldados africanos por PMCs, garantizando así operaciones humanitarias y de paz sin el involucramiento directo de las tropas estadounidenses. Sin embargo, muchos de los empleados de las PMCs, como MIPRI, son exsoldados con altos grados en el ejército estadounidense, así que los entrenamientos son de alta calidad.

El caso de MIPRI ejemplifica como el gobierno estadounidense y las PMCs se integran cada vez más: mientras las PMCs se encargan de los asuntos complementarios de las guerras, los ejércitos se pueden enfocar en el combate.

El modelo del gobierno británico de externalización de servicios militares técnicos y complementarios
Los orígenes, el desarrollo y los negocios de las PMCs en Gran Bretaña son distintos a los de las PMCs en estados Unidos. Los orígenes de las PMCs británicas radican en las operaciones de mercenarios en África y otros lugares durante los años 1960 y 1970. Se caracterizan por ser más pequeñas, por concentrarse en el sector comercial y no mantienen lazos tan estrechos con el gobierno. Las PMCs en Gran Bretaña operan para una amplia gama de organizaciones británicas y extranjeras, ONGs y organizaciones comerciales. Una gran parte de sus actividades se concentran en asuntos de seguridad para el sector comercial. Su estructura organizacional se asemeja en algunos aspectos a la de las Fuerzas Especiales: las compañías son pequeñas, manejan poco personal que se conoce bien entre sí y, a menudo, son exintegrantes de las fuerzas especiales. En este sentido, son más homogéneas y, por lo general, no forman parte de grandes corporaciones multinacionales.

Las PMCs británicas mantienen lazos estrechos con unidades de élite, cuyos integrantes combatieron en la guerra de las Malvinas, en la guerra del Golfo y el conflicto en Irlanda del Norte. Existe una diferencia entre las personas que combatieron en la guerra de las Malvinas y que están dispuestas a participar en acciones más ofensivas y las personas que únicamente han participado en el mantenimiento de la paz y están acostumbradas a operaciones más defensivas. No obstante, todos los empleados suelen ser expertos en varias materias y suelen ser políglotas.

Puesto que sus raíces se hallan en actividades de mercenarios, lo que podría poner en cuestión su legitimidad, el gobierno británico no ha colaborado con PMCs en el ámbito de servicios militares. No obstante, el gobierno contrata a PMCs en ámbitos menos controvertidos como aquellos del apoyo técnico y de otros servicios complementarios. Un ejemplo de esto son los servicios de mantenimiento de barcos y aviones de guerra, realizado por empresas como Babcock Engeneering Services.

La externalización de actividades militares en Irak
El caso de Irak puede ejemplificar las ventajas y desventajas de la subcontratación de PMCs. En 2004, el Pentágono firmó un contrato con Aegis Defense Services, volviéndolo el agente principal de coordinación y administración de cuestiones de seguridad en Irak, con la desaprobación de otras PMCs de mayor experiencia. Para el gobierno estadounidense, la subcontratación ha implicado una disminución de los riesgos políticos, pero quizá no favorezca los intereses de los empleados de las PMCs. Nadie quiere ver a tropas salvando a empleados de PMCs que no saben manejar situaciones peligrosas.

Otro problema, es el hecho de que las PMCs reclutan su personal de los ejércitos. Si este proceso se intensifica aún más, los gobiernos tendrán de tomar acciones para evitar una fuga de sus filas. Asimismo, surgen problemas cuando las PMCs no cumplen con sus contratos. Las tropas estadounidenses en Irak enfrentaron la falta de materiales porque el apoyo logístico no funcionó como hubiera debido, con lo que surgió la cuestión del control y la necesidad de regulaciones.

La guerra contra el terrorismo
Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, las perspectivas económicas para la industria se ven mejor que nunca y subieron masivamente las cotizaciones bursátiles de las PMCs. Los atentados trajeron consigo un incremento de la demanda de seguridad para el personal de compañías, propiedades y asentamientos. La explosión de una bomba en un banco de HSBC en Estambul en 2003, reforzó aún más esta tendencia. El papel que juegan las PMCs en la guerra contra el terrorismo es global: en Afganistán, contratistas de seguridad son requeridos para el desarrollo de programas de seguridad y el entrenamiento de la policía afgana local, apoyando la reconstrucción del país. En Asia, la compañía Brown & Root construye y mantiene varias bases militares. La guerra contra el terrorismo requiere además del entrenamiento y asistencia militar alrededor del mundo y estados Unidos y sus aliados operan en nuevas regiones estratégicamente importantes, como Asia Central y Yemen. Todo esto, provee nuevas áreas de trabajo a las PMCs.

Conclusiones
El futuro a largo plazo de la industria privada militar y de seguridad nunca se ha visto mejor que ahora. El número decreciente de jóvenes que se inscriben en el ejército, los avances tecnológicos, y los cambios en la estructura de la sociedad moderna han llevado a crear más espacios de operación para las PMCs. La reducción en el apoyo a intervenciones militares, ha provocado que las PMCs cubran funciones militares complementarias. Quizás se puede observar el inicio de un proceso de una nueva división laboral dentro de los ejércitos: los soldados se ocupan del combate -como principal función- y su entrenamiento, mientras las demás funciones militares son externalizados y realizadas por contratistas.

Los modos de externalización difieren entre diferentes gobiernos. Los papeles asignados a las PMCs reflejan las funciones que ocupan sus ejércitos estatales. En el caso de estados Unidos, compañías como MPRI son simplemente una extensión de la maquinaria militar, realizando todo lo que el gobierno pide. Si bien son organizaciones comerciales, en los demás ámbitos se parecen mucho a los ejércitos. La situación en Gran Bretaña es diferente: aquí las cualidades de las compañías reflejan frecuentemente cualidades encontradas en fuerzas especiales. Por lo mismo, estas empresas tratan de operar con bajo perfil.

La externalización de funciones complementarias a las PMCs representa un proceso que seguramente continuará. No solamente los ejércitos estatales, sino también otras entidades como departamentos gubernamentales u organizaciones se benefician de los servicios ofrecidos por las PMCs. Como se discute en el siguiente capítulo, las PMCs proveen servicios de seguridad a una variedad de clientes: agencias de desarrollo, organizaciones internacionales, corporaciones multinacionales y ONGs. Así, las responsabilidades y servicios que anteriormente estaban en las manos de agencias gubernamentales, se ejercen cada vez más por PMCs.

Capítulo 6: El rol de PMCs en un ambiente global cambiante

Introducción
El ambiente global de la posguerra fría sigue siendo atormentado por la guerra, sobre todo el continente africano, donde existen muchos conflictos internos y regionales. Mientras que en la guerra fría se experimentaba una cierta estabilidad gracias a las superpotencias ( estados Unidos y la Unión Soviética), hoy en día se manifiesta una multiplicidad de conflictos que involucran unidades de combate desde lo público hasta lo privado. El ambiente sociopolítico y económico de estas guerras es dominado por políticas caudillistas, la economía informal y “complejos estratégicos”.

El papel de la seguridad privada en este ámbito es extenso, pero también controvertido. Aunque las PMCs han sido activas en muchas partes del tercer mundo, han jugado un papel especial en África, donde han participado en las guerras civiles de Angola, Sierra Leona y la República Democrática del Congo. En los casos de Angola y Sierra Leona combatieron para los gobiernos, pero también han apoyado a grupos rebeldes. El pago de sus servicios se vincula más con las economías informales que con actividades económicas normales. Asimismo, resulta controvertida su creciente participación en complejos estratégicos. Estos complejos incluyen ONGs internacionales, gobiernos, establecimientos militares, instituciones financieras internacionales, el sector de negocios, etcétera. Son estratégicos porque persiguen una agenda radical de transformación social en interés de la estabilidad global. En este sentido, los antiguos complejos representados por el sector de la ayuda al desarrollo se expandieron para constituir redes de relaciones y gobernanza estratégica que crecientemente son privatizados y militarizados.

En este capítulo se explica la naturaleza política del caudillismo y su dependencia de la economía informal que domina actualmente muchas partes de África. Los gobernantes adoptan la lógica política del caudillismo en lugar de fortalecer las instituciones estatales y se apoyan en grupos armados y compañías militares privadas (PMCs, por sus siglas en inglés) para garantizar sus bases de poder. Después, se discute sobre la fusión de desarrollo y seguridad en complejos estratégicos. Finalmente, el capítulo explica la función de la seguridad privada en esta nueva arena y se enfoca especialmente en las reformas del sector de seguridad y su apoyo silencioso a las ONGs.

Caudillismo y economía informal
El caudillismo es un sistema político y económico que representa un sistema alternativo de poder y lucro, así como nuevas formas de legitimidad, muy distinto a aquellos de las autoridades soberanas reconocidas por Occidente. Sus estrategias incluyen: el uso de la economía informal para promover intereses económicos y el uso de una juventud marginalizada, en lugar de basarse en las estructuras formales de burocracia estatal. Además, los gobernantes se apoderan del control de los recursos estratégicos mediante la ayuda externa. Tanto el patrimonialismo como el clientelismo son conceptos centrales para el caudillismo: las redes clientelares se extienden desde un nivel local hasta un nivel internacional. De esta forma, los gobernantes también mantienen acuerdos internacionales con corporaciones multinacionales para protegerse de los gobernantes rivales. Por un lado, esto empodera a los gobernantes, por otro lado, también los vuelve subordinados a los intereses de las corporaciones multinacionales.

El caudillismo y clientelismo surgen de las políticas patronales de la guerra fría que establecían una relación de patrón/cliente. Hoy en día, existe una relación caudillismo/cliente que se define por la sobrevivencia del régimen. En consecuencia, gobernantes de estados débiles tuvieron que adaptar sus estructuras desarrolladas durante la guerra fría a las nuevas circunstancias, priorizando la sobrevivencia de su régimen. Con el fin de la guerra fría, se ha incrementado el proceso de desburocratización en los estados débiles. La ayuda al desarrollo brindada por instituciones como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional se da bajo el entendimiento de que la burocracia estatal tiene que ser recortada.

La economía informal
La economía informal es consecuencia de la incapacidad de los gobernantes de los estados débiles de controlar las actividades económicas dentro de sus territorios. En este sentido, se realizan muchos acuerdos en el ámbito privado y no-burocrático, de modo que los ingresos estatales no son reinvertidos en servicios públicos, como, por ejemplo, la educación. Los participantes en la economía informal aprovechan la falta de estabilidad causada por las nuevas guerras, puesto que pueden cobrar precios más altos para los productos básicos lo que incrementa sus ganancias. Los participantes en la economía informal operan frecuentemente fuera de sistemas formales y regulados por el estado. Las actividades de la economía informal no son registradas ni reguladas, sino extralegales y transfronterizas.

Gracias a la globalización, la economía informal se ha expandido enormemente y la introducción de un mercado desregulado y privatizado ha abierto las posibilidades de las empresas extranjeras de moverse entre distintos niveles de legitimidad percibida. Las empresas extranjeras se han posicionado en ambos lados de la red de suministro: abasteciendo las nuevas guerras, por un lado, y denegando el acceso a recursos, por el otro. Finalmente, la economía informal es crucial para los gobernantes con respecto a las políticas caudillistas. La autoridad política de los gobernantes se tiene que transformar en control efectivo de los recursos estratégicos y otros negocios que generan ingresos. Así, son capaces de comprar armas y protegerse contra amenazas internas.

Cómo los gobernantes adoptan políticas caudillistas
El fin de la guerra fría ha cambiado las oportunidades que tienen los gobernantes de los países en vías de desarrollo. Los gobernantes tienen que decidir por cuál estrategia optan en este contexto: ¿deberían responder con el cultivo de una legitimidad popular, completar la privatización del poder estatal o adoptar estrategias intermediarias? Justamente ahí se encuentra el problema. Los gobernantes cuya autoridad está fracturada, tienen que decidir entre la vía electoral u otra forma para garantizar su poder. Para algunos, las políticas caudillistas son una alternativa viable, ya que tienen la posibilidad de hacer negocios con empresas extranjeras.

En consecuencia, una amplia gama de las responsabilidades del estado son delegadas a las empresas extranjeras. La distinción critica entre políticas caudillistas y estado se muestra en el triunfo de los intereses privados sobre los intereses colectivos. Además, se establecen dos distintos tipos de autoridad: la autoridad colectiva y la autoridad privada. Mientras que en el caso de la autoridad colectiva la seguridad es un derecho de todo miembro de la nación, en la esfera privada, la seguridad resulta consecuencia de otros factores, ante todo económicos.

El Frente Nacional Patriótico de Liberia (NPFL, por sus siglas en inglés) de Charles Taylor usó empresas extranjeras para vincularse con la economía global y establecer su autoridad en Liberia. Desde los primeros días del año 1989, controló partes extensas de Liberia y Sierra Leona, además estuvo involucrado en la minería de diamantes. El NPFL contó con las estructuras formales estatales, estableciendo su propio sistema de bancos, su propia estación de televisión, e incluso introduciendo su propia moneda. Las empresas extranjeras jugaron un papel central en el fortalecimiento del poder de Taylor, quien comerció con maderas, diamantes y productos agrícolas con otros países mediante empresas extranjeras como Firestone Tire and Rubber Company, una empresa cuyo nexo con Liberia existe desde 1926 cuando se creó la primera plantación de caucho. En un acuerdo entre Firestone y Taylor, las fuerzas de seguridad de éste controlaron a los trabajadores en las plantaciones, mientras que Firestone proporcionó al régimen instalaciones de comunicación y suministros. Además, las empresas extranjeras se convirtieron en una importante fuente de moneda fuerte. De esta forma, Taylor había desarrollado un camino innovador para integrarse a la economía mundial mientras mantenía su autoridad fracturada en el país. Adquiriendo recursos mediante el control de redes comerciales, pudo financiar su lucha armada contra el presidente Samuel Doe. Sin embargo, se creó un círculo de violencia que no se pudo romper. Únicamente se interrumpió por un periodo corto gracias al uso de PMCs en Angola y Sierra Leona.

Faccionalismo
Al igual que con las políticas caudillistas, los gobernantes enfrentan el problema del círculo de violencia con el faccionalismo. Existen varios grupos que disputan las autoridades fracturadas de los gobernantes como resultado de las nuevas guerras. Una multiplicidad de unidades de combate está involucrada: los grupos paramilitares, las autodefensas, los ejércitos extranjeros y los mercenarios.

El término “grupos paramilitares” comprende una serie de organizaciones armadas dispuestas a dar o negar su lealtad al gobernante de un régimen. Los grupos paramilitares tienden a asegurar sus propios intereses y por lo mismo, su lealtad resulta débil. Por lo general, se trata de grupos autónomos, centrados en un líder individual y compuestos por soldados desempleados, pero también criminales y niños soldados.

Los grupos de autodefensa, compuestos por voluntarios, usan la violencia solamente para garantizar la sobrevivencia. En este sentido, el fortalecimiento de las instituciones estatales podría contribuir a reducir la necesidad de estos grupos de protegerse y su uso de violencia. Para lograr esto, la reforma del sector de seguridad resulta esencial.

Ejércitos extranjeros
La necesidad de los gobernantes de usar la violencia, se agrava por el apoyo militar que gozan los grupos paramilitares por parte de algunos gobiernos extranjeros. Algunas de las razones para apoyar a un grupo en conflicto son: la seguridad nacional, la situación política o las ventajas económicas. Por ejemplo, el régimen de Mobutu se involucró en tres guerras de países vecinos: apoyó al gobierno de Khartoum en su guerra contra la rebelión sud-sudanesa; ofreció su territorio como base para ataques de movimientos armados contra Uganda, Ruanda y Burundi; y, apoyó a UNITA en la rebelión de Kabila. Hay pocas evidencias de que las PMCs hayan sido involucradas en los combates u operaciones de apoyo al combate, aunque sí ofrecieron sus servicios al régimen de Mobutu. Un número de PMCs realizaron contratos con el gobierno de Kabila, mientras que otros PMCs no participaron en el conflicto por voluntad de sus propios gobiernos. En este conflicto, fue más común la operación de los clásicos mercenarios, mientras que algunas PSCs protegieron minas y ofrecieron otros servicios.

En los casos en que las PMCs han trabajado para gobernantes, estas han podido reducir el grado de violencia, como en Sierra Leona y Angola. En ambos países, Executive Outcomes(EO) usó sus competencias para romper el círculo de violencia, aunque por poco tiempo. Al contrario, en la guerra civil de la República Democrática del Congo estuvieron involucrados cinco ejércitos extranjeros, pero ninguno ha sido capaz de terminar el combate.

Las dinámicas de las nuevas guerras y estructuras emergentes de conflicto
Las nuevas guerras son, en parte, la consecuencia de políticas caudillistas que han llevado a la lucha por el control de los recursos estratégicos y el control sobre redes informales. Según Keen, las nuevas guerras son conducidas por cálculos económicos. Kaldar argumenta que se trata de políticas de identidad y del poder, más que metas geopolíticas o ideológicas. En este sentido, las nuevas guerras se distinguen de las anteriores por las metas, los métodos de guerra y su forma de financiamiento. Las estrategias de las nuevas guerras pueden incluir la guerrilla, contrainsurgencia, terrorismo y genocidio. Todas las nuevas guerras tienen en común la dependencia de la economía global para su financiamiento, estableciendo así una nueva economía de guerra.

En las nuevas guerras se tiende a difumar la distinción entre guerra y paz. Según Duffield, muchos países que experimentan nuevas guerras se pueden caracterizar por altos grados de desempleo y subempleo, desburocratización y un alto grado de autonomía política por parte de las élites. Las nuevas guerras representan la posibilidad de acceder a diferentes formas de protección, legitimidad y riqueza vinculada con el comercio informal transfronterizo. De esta forma, las facciones en guerra incorporan sus redes locales a las redes globales. Además, ya no se puede distinguir en un sentido tradicional entre civiles y combatientes. Dentro de las nuevas guerras, los individuos son identificados a menudo como parte de un grupo étnico y, dependiendo de su pertenencia étnica, sufren distintos grados de violencia. Al mismo tiempo, las economías de guerra son descentralizadas y atraen a muchos jóvenes desempleados. En las nuevas guerras se generan ingresos mediante el control de recursos estratégicos y otros proyectos. Los ejércitos estatales también han hecho uso de los métodos propios de las nuevas guerras para sostenerse en medio de una economía débil. En general, las nuevas economías de guerras se caracterizan por la pobreza, la descomposición de la comunicación, competencia por los recursos y criminalidad, lo que va de la mano con varias formas de colapso, caos y regresión.

En la era post-guerra fría, los gobernantes de países débiles ya no dependen del suministro de recursos por parte de los gobiernos de Occidente, lo que reduce su influencia. Hoy en día, los gobernantes se pueden vincular con la economía internacional mediante compañías multinacionales y su enlace con la industria privada de seguridad. Eso les ha permitido acceder a la generación de riqueza y establecer nuevas formas de legitimidad y administración de conflicto. La pérdida de control sobre la economía internacional a causa de la desregularización, ha alimentado las nuevas guerras que se vuelven asuntos privados, libres de interferencias desde fuera.

El involucramiento de los gobernantes en las redes informales exige esfuerzos de compromiso para introducir buenos gobiernos basados en el desarrollo y la seguridad. Sin embargo, en el caso de los gobernantes de estados débiles que realizan contratos con empresas extranjeras se debería garantizar la apertura del mercado antes que el compromiso con un buen gobierno puesto que el obstáculo de la apertura del mercado podría restringir o impedir el progreso. Existe una contradicción interna a la globalización que consiste en el hecho que las nuevas guerras interrumpen cada vez más en la economía internacional conforme la comunidad internacional pide la apertura y menos restricciones. Así, los gobernantes de estados débiles enfrentan dificultades en la desregulación y la liberalización del mercado: las ideas neoliberales han favorecido la informalización de la economía y la proliferación de nuevas guerras. Por consecuencia, se observa en estos países un incremento de todo tipo de protección privada.

El vínculo entre las nuevas guerras y la economía global
La globalización representa un proceso que genera una creciente interconexión e interdependencia entre estados y sociedades. No obstante, la interacción internacional no siempre es pacífica: las nuevas guerras y las economías informales basadas en el flujo de capital son una característica de esta interrelación en muchas partes de África, dónde se entrelazan regiones ricas en recursos con la economía global. Aquí operan varios actores con sus respectivas agendas políticas: líderes políticos, jefes militares, corporaciones multinacionales y organizaciones internacionales. En este ambiente, las PMCs juegan un papel central, ya que protegen la transferencia de los flujos de capital de sus clientes.

Complejos estratégicos
Los complejos estratégicos consisten en actores estatales y no-estatales, militares, civiles, públicos y privados. Comprenden gobiernos, ONG internacionales, establecimientos militares, instituciones financieras internacionales, PMCs y PSCs, organizaciones intergubernamentales y el sector empresarial. Estos actores conforman complejos, mutantes y estratificados, que funcionan como redes, todos entrelazados, pero con diferentes grados de autoridad, competencias y agendas. Estos complejos persiguen una agenda de transformación social en los intereses de la seguridad global, tendiendo a privatizar y militarizar sus actividades con respecto al desarrollo y la seguridad y a menudo trabajando con agencias como Oxfam o USAID. Las nuevas guerras y los complejos estratégicos han difumado las distinciones entre gobiernos, ejércitos y gente y son el resultado de la desregulación del mercado y la delegación de competencias del estado al sector privado.

La función de la seguridad privada
Existe la necesidad de distinguir entre la seguridad privada cotidiana y la seguridad privada empleada en las nuevas guerras. La seguridad privada cotidiana es el uso de la seguridad privada comercial para la protección de establecimientos comerciales, como minas de diamantes o refinerías petroleras. La seguridad ofrecida en las nuevas guerras –si bien sigue siendo comercial–, tiene una naturaleza militar.

El rol de las PMCS en los complejos estratégicos
Muchas veces, las elites políticas confían en los servicios de seguridad privada. Proteger zonas con recursos y garantizar el acceso de gobernantes y jefes militares ha sido una tarea fundamental. Esto ha permitido, que gobernantes y jefes militares se vinculen directamente con la economía internacional. En este sentido, la política es comercializada y se vuelve un negocio. Pero no solamente los gobiernos, sino también las compañías multinacionales de petróleo y de extracción requieren protección en caso de posibles ataques.

La relación entre las PMCs y compañías multinacionales es de beneficio mutuo. La mayoría de los servicios brindados son de naturaleza defensiva, de protección más que de contrainsurgencia. Por otro lado, no existe ninguna relación igual de estrecha entre PMCs y ONGs, dado que las contrataciones de PMCs ponen en peligro la neutralidad de las ONGs.

Las PMCs y las reformas del sector de seguridad
La idea de incluir al sector de seguridad en los programas de desarrollo, surgió en los países escandinavos y en los Países Bajos. En estos países la reforma de la seguridad se veía como parte de una reestructuración amplia y no como algo aislado. Este cambio de paradigma se puede observar en varios programas de países africanos que incluyen el entrenamiento militar, presupuestos de defensa, entender el papel del ejército dentro de la democracia, entre otras cosas.

Las reformas del sector de seguridad significan un compromiso normativo y práctico con la agenda de desarrollo; se vinculan con la consolidación de democracia, la promoción de los derechos humanos, de buenos gobiernos y de una cultura de la responsabilidad y transparencia. Empresas como Atos Consulting han sido involucradas en las reformas del sistema de seguridad y justicia en países en vías de desarrollo. En uno de sus proyectos más grandes, se reformaron tres grandes ministerios de Jamaica. El trabajo de estas empresas consultoras está orientado a la estabilidad a largo plazo y la formación de competencias y capacidades locales.

En el continente africano, muchos programas apuntan hacía el reentrenamiento de militares según estándares profesionales. No solamente las PMCs europeas y estadounidenses, sino también las PMCs sudafricanas pueden jugar un rol importante, ya que conocen con mayor profundidad los problemas locales.

Las PMCs y su relación con las corporaciones multinacionales y organizaciones internacionales
Ante todo, las PMCs desarrollan su trabajo en el ámbito defensivo de la protección de asentamientos y operaciones comerciales y de extracción. No obstante, las PSCs cuentan con una mayor legitimidad jurídica que las PMCs. Independientemente del tipo de empresa que se use, la seguridad privada es un componente esencial para empresas extranjeras y organizaciones internacionales que trabajan en países que emergieron recientemente de guerras civiles. Su presencia es necesaria para garantizar las inversiones, de tal manera que la seguridad privada juega un papel central en favor del desarrollo.

PMCs y ONGs
En el área de asistencia para el desarrollo, existe un gran potencial para las PMCs. Puesto que se han registrado varios ataques a trabajadores de ONGs, las PMCs ofrecen protección para asegurar el trabajo de las organizaciones. EO trabajó en Angola ofreciendo servicios de purificación de agua y transporte de niños huérfanos a Sierra Leona.

Sin embargo, el uso de PMCs en apoyo a operaciones humanitarias puede poner en cuestión los principios humanitarios y la legitimidad de dichas operaciones. Hasta ahora, las agencias de ayuda no han hecho uso de PMCs, pero es posible que se vuelvan parte integral de la red de desarrollo. En un futuro, una licencia y regularización de las PMCs podría volver más fácil para las ONGs de hacer uso de la seguridad privada.

Conclusión
Como consecuencia del cambio de políticas patronales a políticas caudillistas, muchos países africanos han caído en guerras civiles en las cuales sus elites políticas lucharon por el control de los recursos. Sin poder evitar estas guerras, los gobiernos de Occidente las ignoraron o buscaron formas alternativas de resolución de conflictos. En este sentido se crearon los “complejos estratégicos”, vinculando a actores estatales y no estatales, organizaciones civiles y militares y organizaciones públicas y privadas.

La privatización de la violencia es un aspecto controvertido de la respuesta a las nuevas guerras y la convergencia de desarrollo y seguridad por parte de los miembros de los complejos estratégicos. Debido a la renuncia de Occidente de involucrar a sus ejércitos para acabar con las nuevas guerras, las ONGs, organizaciones internacionales y el sector de negocios recurren al sector privado para asegurar sus propias actividades. Muchos miembros de los complejos estratégicos contratan empresas privadas de seguridad para proteger instalaciones, como refinerías de petróleo o minas de diamantes, pero también convoyes humanitarios y ayuda alimentaria. Sin la ayuda de las PSCs, muchos miembros no podrían cumplir con sus objetivos. Más controvertida es la provisión de servicios militares directamente a los gobernantes. En Angola y Sierra Leona, por ejemplo, EO logró a fortalecer al gobierno y resolver así el conflicto, aunque fue temporalmente y bajo el uso de métodos legalmente cuestionables. El uso de las PMCs resulta así un equivalente para la privatización desregulada de la guerra. Por otro lado, muchos gobernantes de estados débiles requieren la ayuda de PMCs para proteger los recursos ubicados en sus territorios. Sin embargo, se requiere de nuevas políticas, para que las PMCs se pueden involucrar más en las reformas del sector de seguridad.

La privatización de la seguridad es adecuada para las nuevas guerras. Mientras que se enfrenta un futuro inseguro, las PMCs pueden expandir sus roles, ser legitimados mediante regularizaciones y operar en situaciones de conflicto. Asimismo, el sector comercial necesita protección y las PMCs pueden ofrecer soluciones para todas estas necesidades, pero no se sabe si se trata de una solución perdurable o no.

Conclusión

Las PMCs y PSCs se han establecido en el escenario internacional como actores importantes. La seguridad privada se relaciona con la estructura de la seguridad como un sistema internacional. Los factores claves que definen este sistema: son la reducción de personal en los ejércitos, la tecnología, la eficiencia monetaria y conveniencias políticas. Mientras el sistema internacional no cambie, tampoco desparecerán las PMCs y las PSCs.

La seguridad privada constituye un fenómeno global en crecimiento. En particular, han crecido las empresas que se ubican en los dos cuadrantes de abajo (empresas que proveen entrenamiento y consejos militares, servicios de seguridad, logística, inteligencia, apoyo técnico y transporte). Las empresas que se involucran directamente en combates militares, como EO, no han crecido de la misma manera. Todavía existe mucha hostilidad en contra de las PMCs, ya que son identificadas como mercenarios.

El libro expone cinco postulados sobre la industria de la seguridad privada militar:
1) Las PMCs representan un nuevo actor, diferente a las formas anteriores de violencia privada.
2) La novedad de las PMCs es cada vez más reconocida.
3) Las PMCs tienen un impacto creciente en la seguridad internacional.
4) Este impacto puede ser positivo, en favor de estabilidad y seguridad.
5) Los gobiernos tienen que encontrar una solución legislativa satisfactoria para este fenómeno global.

La guerra de Irak ha demostrado que muchos gobiernos confían en los servicios que ofrecen las PMCs. Mientras que las empresas británicas están luchando todavía por ser reconocidas, las PMCs estadounidenses están llevando a cabo reformas en el sector de seguridad en países africanos y otros países en vías de desarrollo, con el entrenamiento de ejércitos estatales y el soporte de operaciones humanitarias. Potencialmente, las PMCs son instrumentos muy útiles para los gobiernos que enfrentan una serie de dilemas socio-políticos y de seguridad, para organizaciones humanitarias que enfrentan desastres humanitarios y para organizaciones internacionales que operan en regiones volátiles y conflictivas del mundo. Las PMCs ofrecen una manera económica de administrar seguridad y muchas veces cuentan con personal altamente calificado.

Contextualizando la posición de las PMCs estadounidenses y británicas en el ámbito internacional de seguridad
Si bien el libro abarca la industria de las PMCs en general, el mercado se encuentra dominado por empresas estadounidenses y británicas. Aunque la guerra de Irak ha significado una ampliación de las actividades de las PMCs, probablemente en los próximos años las empresas se concentrarán en algunas competencias centrales. Además, las empresas comerciales de seguridad no pretenden involucrarse en las áreas de combate directo, ya que esto puede dañar su imagen en caso que algo vaya mal. La mayoría de estas empresas usan armas para la autodefensa y la protección del cliente, no para operaciones ofensivas.

Una de las diferencias entre las empresas estadounidenses y las británicas es su relación con la política exterior de sus países. En ambos casos, la contratación de las empresas es resultado de la incapacidad o la aversión de los ejércitos de ofrecer el nivel de seguridad que se espera de ellos. Por un lado, las empresas británicas se organizan con estructuras informales y hasta ahora el gobierno no interviene legalmente. Por otro lado, las empresas estadounidenses trabajan estrechamente con su gobierno y las fuerzas armadas, por lo que el mercado estadunidense de PMCs se encuentra bien estructurado.

Sin embargo, la diferencia más notable entre ambas se encuentra en sus respectivos tamaños. Mientras que el mercado estadounidense está dominado por corporaciones multinacionales, las empresas británicas son más pequeñas. Sin el apoyo de su gobierno, las empresas británicas no podrían competir con las empresas estadunidenses, que después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 han crecido. Debido a la naturaleza transnacional del negocio resulta necesario que los gobiernos trabajen juntos para evitar complicaciones legales.

Administrando la industria
El debate actual se da entre los defensores de derechos humanos que ven las PMCs como una amenaza directa para los derechos humanos, y aquellos que apoyan el uso de las PMCS. Si bien tanto los mercenarios como las PMCs tienen sus raíces en las guerras de descolonización en las décadas de 1960 y 1970, hoy en día los empleados de PMCs actúan de manera diferente que los mercenarios. Más allá del debate sobre los derechos humanos existen otras razones por las cuales las PMCs deberían ser reguladas y monitoreadas: registrar las actividades de las PMCs y su regulación, las volverá más transparentes. Los gobiernos deberían garantizar que las empresas no se muevan entre el ámbito legal e ilegal y que no socaven la soberanía de los estados.

Las PMCs se encuentran dentro de los marcos de los estándares internacionales y las leyes con respecto a los conflictos armados, al igual que los ejércitos estatales. El comportamiento de los contratistas privados puede ser controlado para que no actúen ilegalmente. Sin embargo, existe una gran debilidad en el sistema y se requieren más investigaciones en este ámbito.

Regulando la industria
Parece sumamente improbable que las leyes internacionales para regular las actividades de las PMCs entren pronto en vigor. La regulación internacional con respecto a los mercenarios entró finalmente en vigor en 2001, muchos años después de las debacles de mercenarios en Angola. Países como estados Unidos y Sudáfrica ya cuentan con regulaciones a nivel nacional, puesto que toda la importación y exportación de artículos y servicios de defensa son controlados. Sin embargo, este control tampoco ha sido tan efectivo.

Mientras que en Gran Bretaña ya se está pensando en una legalización, en la mayoría de los países no se ha planteado todavía este tema. La adopción de una legalización nacional debe ser una prioridad para todos los países que permiten a las PMCs operar en su territorio. Antes de introducir un sistema de regulación, los gobiernos deberían considerar cual sería la mejor forma para regular la industria. Se requieren sistemas nacionales de regularización que respondan a prácticas de negocios particulares de cada país.

Por último, parece que el problema más fuerte radica en la búsqueda de un equilibrio legal entre intereses públicos e intereses comerciales. La eliminación de las PMCs de la arena internacional, podría empeorar la situación en países en vías del desarrollo, donde el vacío de seguridad podría favorecer el surgimiento de mercenarios.

Comentarios finales
Si bien la privatización de la violencia no es nada nuevo, su manifestación hoy en día es única: las PMCs son muy diferentes a otras formas de violencia privada que emergieron en el pasado. En Gran Bretaña, la percepción de las PMCs está todavía vinculado a los mercenarios, mientras que en estados Unidos su aceptación es más amplia. Además, el gobierno estadounidense usa activamente a PMCs para ejercer iniciativas gubernamentales. La subcontratación de PMCs implica que las empresas juegan roles que complementan el rol del ejército estatal, en lugar de sustituir al estado.

A largo plazo, el futuro de la industria se ve positivo: mientras que aún existe oposición a los servicios de seguridad ofrecidos por las PMCs, la tendencia a la subcontratación crece.

Hoy en día, las PMCs trabajan abiertamente para clientes mayores, como agencias gubernamentales y corporaciones multinacionales. La industria se encuentra atrapada entre intereses que representan fuerzas legales o sociales. Las fuerzas legales han transformado dramáticamente la personalidad legal de las PMCs durante la última década, lo que ha sido necesario para que la industria prospere. Al mismo tiempo, la industria lucha contra su imagen como mercenarios.

Datos cruciales: 

Introducción
1. Se estima que la industria de PMCs genera anualmente 100 mil millones de dólares y que las PMCs operan en más de 50 países (p. 2).

2. En una lista publicada en 2004 por el Internacional Consortium of Investigative Journalists, se sostiene que desde 1994 el Departamento de defensa estadounidense ha firmado 3 061 contratos con 12 de las 24 PMCs estadounidenses (p. 2).

3. La PMC ArmorGroup cuenta con 4 000 empleados en 38 países. Military Profesional Resources Inc. cuenta con 1 000 empleados y tiene operaciones en todas las regiones del mundo (p. 2).

4. Tabla 1. Lista de 60 compañías privadas de servicios militares y de seguridad: se enlistan las compañías alfabéticamente y se cuenta con 21 empresas de Gran Bretaña, 19 de Estados Unidos, 5 de Sudáfrica, 4 de Francia, 3 de Canadá, 2 de Angola, 2 de Israel, 1 de Bélgica, 1 de Zimbabue, 1 de Australia y 1 de Italia. Se indica como fuente las páginas de internet de las empresas. Las empresas que no cuentan con página web pueden encontrarse probablemente en el siguiente vínculo: www.publicintegrity.org/bow/docs/bow_companies.xlsya (pp. 5-6).

Capítulo 1
1. Figura 1. Localización de empresas privadas militares y de seguridad por el objeto protegido (eje horizontal) y el nivel de letalidad (eje vertical). El eje horizontal va del ámbito de objetos privados (izquierda), al ámbito de la autoridad pública y de la defensa estatal (derecha). El eje vertical marca de abajo hasta arriba un aumento del grado de letalidad. Así se crea un campo de cuatro cuadrantes, donde se ubican 12 tipos de actores, nombrados con letras de A - K. (Para la leyenda de actores véase p. 22) (p. 10).

A) Ejército tradicional vestfaliano del Estado. Ubicado en el cuadrante a la derecha arriba. Más alto grado de letalidad y mayor grado público.
B) Policía paramilitar. Posicionada en el cuadrante a la derecha arriba. Mayor grado público y en medio del eje vertical, con un grado medio de letalidad.
C) Policía convencional. Posicionada en el cuadrante a la derecha abajo. Con mayor grado público y poca letalidad.
D) EO. Localizada en medio del cuadrante a la derecha arriba, con alto grado de letalidad y alto grado público.
E) Sandline Internacional. Localizada justo debajo de D, en el cuadrante a la derecha arriba. Con alto grado público y alto grado de letalidad.
F) MPRI. Ubicada en el cuadrante a la derecha abajo; nulo grado de letalidad y alto grado público.
G) DynCopr. Ubicada en el cuadrante a la izquierda abajo. Mediano grado de letalidad, más cercano al ámbito privado.
H) ArmorGroup Internacional PLC. Localizada en el cuadrante a la derecha abajo. Muy a la izquierda, alto grado privado y mediano grado de letalidad.
I) Control Risks Group. Localizada justo al lado de H, en el cuadrante a la derecha abajo. Alto grado privado y mediano grado de letalidad.
J) Erinys. Localizada justo debajo de H, en el cuadrante a la derecha abajo. Alto grado privado y mediano grado de letalidad.
K) Group 4 Securicor. Localizada en el cuadrante a la izquierda abajo. Poco grado de letalidad y más cerca del ámbito privado que público.
L) Empresas de seguridad ad hoc. Única localización en el cuadrante arriba a la izquierda. Cercano al ámbito privado, con mediano grado de letalidad.

Capítulo 5
1. Según un artículo publicado en The Financial Times, del 17 de noviembre de 2004 (F. Rohatyn y A. Stranger, "The Profit Motive Goes to War"), en la primera guerra del golfo, la relación entre tropas estadounidenses y contratistas privadas era de 50:1. Para la segunda guerra del golfo, la relación era de 10:1 (p. 94).

2. El número de miembros de los ejércitos estatales occidentales se encuentra disminuyendo desde el fin de la guerra fría. Mientras el ejército estadounidense contaba en 1991 con 780 000 tropas, en 2006 contaba con 380 000 tropas. Véase: http://www.miami.com/mld/miamiherald/news/nation/5335374.htm (p. 95).

3. La corporación Booz Allen Hamilton fue fundada en 1914 como despacho de administración industrial. En 1915, realizaba investigaciones de negocios, estudios y análisis estadísticos. En 1940, la empresa ayudaba a la Marina estadounidense a prepararse para la guerra. En 1947, obtuvo su primer contrato con las Fuerzas Aéreas en el ámbito de la inteligencia electrónica. En 1950, la empresa expandió sus áreas y a mitades de los años 50, trabajaba en el submarino nuclear Polaris. En 1960, la empresa trabajaba intensamente con la Marina, y en los años 70 y 80, la empresa estaba en el primer plano de la revolución tecnológica y microelectrónica. En 1990, entregaba sistemas en apoyo de las fuerzas aliadas durante la guerra del golfo (p. 99).

4. Vinnell Corporation se fundó en 1931 como empresa constructora. Durante la Segunda guerra mundial, la empresa administra asignaciones militares. La empresa siguió expandiéndose durante la posguerra, aprovechándose del auge de las construcciones en Asia. En los 70, la empresa se encontraba en el ámbito del entrenamiento militar. Entrenaron, entre otras fuerzas extranjeras, la guardia nacional de Arabia Saudí. Hoy en día, la empresa provee una amplia gama de servicios técnicos y profesionales, de entrenamientos militares, educativos y profesionales hasta asistencia logística en Estados Unidos y en el extranjero (p. 99).

5. DynCorp se fundó en 1946. Es una de las empresas de servicios y tecnología más grandes de Estados Unidos. Ofrece tecnología integrada, subcontrataciones y soluciones técnicas para el sector privado y público y es empleada por más de 40 agencias federales. En marzo de 2003, la empresa fue comprada por Computer Sciencies Corporation por alrededor de 950 millones de dólares (p. 99).

6. BDM Internacional Inc. empezó sus negocios en 1960 como compañía de informática. En 1997, 36% de los ingresos de la empresa provenían del sector defensa. En diciembre de 1997, la empresa fue adquirida por TRW (p. 99).

7. Science Application Internacional Corporation (SAIC) es fundada en 1969 como compañía de investigación ingeniera. En 2006, operaba en más de 150 localidades, ofreciendo soluciones internacionales marítimas de seguridad y asesoramiento militar (p. 99).

8. En mayo de 2004, Aegis Defense Services recibió un contrato del Pentágono de 293 millones de dólares como administrador y coordinador de la reconstrucción en Irak (p. 105).

9. Después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la cotización bursátil de algunas principales PMCs subieron en 50%, y otras vieron su cotización bursátil duplicada (p. 108).

Capítulo 6
1. En los primeros años de la década de los 90, Taylor (del Frente Nacional Patriótico de Liberia) se había convertido en el tercer proveedor de maderas duras tropicales para Francia (p. 116).

Cápitulos relevantes para el proyecto: 

Capítulo 1: Una tipología de empresas militares/ de seguridad privadas
Capítulo 5: La privatización de la guerra y la emergencia de PMCs
Capítulo 6: El papel de PMCs en un ambiente global cambiante
Conclusiones

Nexo con el tema que estudiamos: 

Después de la Guerra Fría se inicia un proceso de privatización de la seguridad, por lo que en los conflictos y guerras alrededor del mundo no sólo se involucran los ejércitos de los estados-naciones, sino cada vez las empresas militares privadas ganan mayor importancia, haciendo de la guerra un negocio y ofreciendo varios servicios. Según el autor, es necesario conocer más acerca de las formas cómo operan estas empresas para crear una regularización legal de sus actividades. Actualmente, no existe un marco legal a nivel internacional que fije las reglas de juego, sino que alrededor de la participación de las empresas privadas en los conflictos surgen abundantes controversias y hay muchas cuestiones abiertas.

La tipología de empresas militares privadas y de empresas de seguridad privadas presentadas en el capítulo 1 pueden ayudar a analizar con mayor precisión las lógicas en las cuales operan las distintas empresas. También arroja luz sobre los vínculos que existen entre las empresas, gobiernos, ejércitos y compañías multinacionales.

A pesar de su supuesta neutralidad analítica, el texto hace algunas afirmaciones que ponen en cuestión el significado de la seguridad. En algunas ocasiones, la seguridad aparece como sinónimo de "conflicto neutralizado". En las sociedades capitalistas, sin embargo, el conflicto de intereses es inherente la sociedad. Hablando de las guerras civiles en Angola y Sierra Leona, Kinsey dice: "El uso de fuerza letal por parte de EO en Angola y en Sierra Leona ha demostrado claramente a la comunidad internacional las capacidades de algunos tipos de PMCs de establecer paz en zonas de guerra. En consecuencia, algunos en la comunidad internacional ven en las PMCs una alternativa al uso de los ejércitos estatales en ciertos tipos de conflictos, gracias por su capacidad de ganar con éxito al enemigo."(p. 23) Aquí el uso de la fuerza letal es justificado por constituir una forma de ganar al enemigo y establecer la paz. No se menciona explícitamente quien es el enemigo, pero en los casos nombrados se trataba de grupos de rebeldes y revolucionarios. En Sierra Leona, estos llegaron a controlar minas de diamantes y la fuerza de las PMCs fue utilizada por el gobierno, entre otras cosas, para la recuperación de estas minas. Cuando Kinsey concluye que las PMCs podrían tener en un futuro un efecto positivo para la estabilidad internacional, se les presenta como un "actor neutral", lo que debería cuestionarse, ya que siempre hay intereses detrás quienes financian a las PMCs.

En el quinto capítulo vemos las razones y formas concretas en las cuales se realiza la externalización de servicios militares complementarios en el caso de Gran Bretaña y Estados Unidos. En el caso de la guerra en Irak y en otros conflictos militares, la guerra es privatizada y la relación entre gobiernos, ejércitos y empresas es replanteada.

En el libro, Kinsey presenta a las PMCs como empresas necesarias dada a la situación del mundo posterior a la guerra fría. Es decir, por causa de políticas neoliberales y la privatización de amplios sectores -como la seguridad. La perspectiva del autor se queda en lo "sistémico", puesto que no opta por una perspectiva crítica y, por lo mismo, tampoco busca una salida a la actual situación, sino que su análisis se mueve dentro de "lo que es". De esta forma, se supone que siempre habrá guerra y que el desarrollo y la estabilidad tienen por sí mismos un valor superior a cualquier otro.