China v America. The end of engagement. How the world's two superpowers have become rivals

Cita: 

The Economist [2018], "China v America. The end of engagement. How the world's two superpowers have become rivals", The Economist, London, 18 de octubre, https://www.economist.com/leaders/2018/10/18/the-end-of-engagement

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
2018
Tema: 
Los problemas entre Estados Unidos y China como superpotencias mundiales
Idea principal: 

“Durante el último cuarto de siglo, el enfoque de Estados Unidos sobre China se ha basado en una creencia en la convergencia. La integración política y económica no solo haría a China más rica, sino que también la haría más liberal, pluralista y democrática”. Hoy la idea de la convergencia ha terminado. Actualmente Estados Unidos ve como un rival potencial a China. El gobierno de Donald Trump culpa a China por influir en la cultura y política del país, además de buscar no solo el liderazgo de Asia, sino el del mundo entero.

Por otro lado China lleva años sospechando que el gobierno de Estados Unidos de alguna manera bloquea su asenso como país. “En parte es por eso que China buscó minimizar la confrontación ocultando sus fortalezas y esperando su momento”. Después de la crisis financiera que azotó a Estados Unidos en 2008, China prosperó. Desde ese entonces el presidente de China, Xi Jinping, incentivó el “sueño chino” que no es otra cosa que destacar a nivel mundial; por tanto los tiempos de esconderse llegaron a su fin.

El crecimiento de China aumenta dos veces más rápido que el de Estados Unidos. Además, China está invirtiendo de forma intensiva en inteligencia artificial, computación cuántica y biotecnología. Pero se espera por el bien de la humanidad que estos países lleguen a un acuerdo. La pregunta es ¿cómo?

El presidente Donald Trump y su administración han hecho tres cosas correctas. En primer lugar es que Estados Unidos necesita ser fuerte. En segundo que ha endurecido las reglas sobre adquisiciones, para dar más peso a la seguridad nacional. Y por último, han aumentado el gasto militar.

China ha usado su dominio comercial para influenciar en la política exterior de países más pequeños. Estados Unidos necesita más que tácticas; es necesaria una verdadera estrategia donde que promueva sus valores como país. Trump ha sido cínico ante los valores que se consagraron después de la segunda guerra mundial; de seguir por ese camino se logrará que Estados Unidos se vea deficiente como idea, como fuerza moral y política.

Una estrategia sana debería permitir que China se desarrolle pacíficamente, lo que también provocaría que aumentara su influencia. A pesar de su rivalidad, los dos países están conectados comercialmente. Le guste o no a Trump, comparten responsabilidades. “Las alianzas son la mejor fuente de protección de Estados Unidos contra la ventaja que China obtendrá de su creciente poder económico y militar”. Toda rivalidad puede llevar a la guerra.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La disputa entre Estados Unidos y China, puede escalar el conflicto de manera que surja una nueva guerra de escala mundial. Los problemas de las potencias mundiales son formas de guerra en la que existe una relación directa con los procesos y las formas en que estas potencias se relacionan.

Con el plan "Made in China 2025" la disputa por el liderazgo económico mundial entre Estados Unidos y el país asiático apunta a volverse más álgida, particularmente porque ese plan involucra enormes inversiones en tecnología de vanguardia y pone en cuestión la posición de Estados Unidos y sus corporaciones en el mercado mundial.