En agosto de 2018, un grupo de inversionistas de Silicon Valley viajaron a las ciudades de Pekín y Shenzhen, consideradas las Silicon Valley chinas, la razón del viaje, organizado por las firmas de capital de riesgo Basis Set Ventures, Index Ventures y Silicon Valley Bank, fue el interés por comprender con mayor cercanía, el precoz avance tecnológico chino que ha logrado impulsar algunas de las empresas de internet más valiosas y poderosas del mundo.

Encontraron un complejo tecnológico que si bien se asimila a su par estadounidense, en el fondo guardan diferencias fundamentales. Se trata de complejos que se caracterizan por un gran sacrificio laboral y determinación en la toma de decisiones, este último aspecto, considerado de alto riesgo dada la política de violaciones sistemáticas a la privacidad de los ciudadanos chinos por parte de su gobierno y que dichas empresas suelen apoyar.

China ha dejado de ser caracterizada como un país imitador de tecnología de occidente y ha pasado a ser productor de nuevas tecnologías con empresas que presumen de gran valor (algunas más de mil millones de dólares). Es una de las razones por la que los inversores y gestores de fondos de Estados Unidos (como Sequoya Capital, la más importante empresa de capital de riesgo, ver Datos Cruciales) se ven atraídos por el país asiático.

En su viaje, el grupo de inversores se percató de la forma en la que China ha incorporado tecnologías desarrolladas en Occidente, como los pagos electrónicos y el streaming, que son utilizados de forma amplia en las grandes ciudades, junto con el desarrollo de sistemas de Inteligencia Artificial. También fueron testigos de las restricciones en internet que prohibe el acceso a las principales redes sociales y medios de comunicación estadounidenses.

El respaldo gubernamental le ha permitido a las empresas poder contratar al mejor talento y tener acceso a la información de los usuarios, algo que de acuerdo a Kai-Fu Lee, director ejecutivo de Sinovation Ventures y exdirector de Google China, le otorga una ventaja sobre Estados Unidos. Por otro lado, el país cuenta con ciertas desventajas: (i) la falta de internacionalización de sus trabajadores y ejecutivos, pues todos son chinos; (ii) extensas jornadas laborales por encima del standar; (iii) la horizontalidad de las empresas en la toma de decisiones, pues sus trabajadores tienen poca libertad para producir nuevas tecnologías.

Las empresas de tecnología chinas cooperan con el gobierno en el desarrollo de tecnologías que vulneran la privacidad de sus ciudadanos, ya sea por obligación o por negocio. Sobre todo en el caso del reconocimiento facial, tecnología utilizada por instituciones gubernamentales y empresas, además de la policía.