Parleying with the PLA. The US and Chinese armies struggle to learn how to talk to each other. A big problem is China's unwillingness to open up.

Cita: 

The Economist [2018], "Parleying with the PLA. The US and Chinese armies struggle to learn how to talk to each other. A big problem is China's unwillingness to open up", The Economist, London, 18 de diciembre, https://www.economist.com/china/2018/12/22/the-us-and-chinese-armies-str...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Martes, Diciembre 18, 2018
Tema: 
Discusión entre las fuerzas armadas de China y los Estados Unidas, seguida de un incidente en el Mar del Sur de China.
Idea principal: 

El 30 de septiembre de 2018 hubo un incidente entre el Ejército Popular de Liberación de China y las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. El USS Decateur, un destroyer estadounidense, estaba llevando a cabo una operación de libertad de navegación cerca de arrecifes en el Mar del Sur de China, cuando desde el Lanzhou, un destroyer chino, una navegante china avisó que se encontraban en un curso peligroso y que si la embarcación estadounidense no cambiaba el curso sufrirían consecuencias. Posteriormente, la embarcación china aceleró y rebasó a la nave y dejando 41 metros de distancia entre estas, amenazando una posible colisión, sopló cuatro veces desde un silbato.

Anteriormente se han encontrado aeronaves y barcos de ambos países que han resultado en preocupaciones por ambas partes. En 2009, buques chinos rodearon el USNS Impeccable, un barco de reconocimiento, en aguas internacionales cerca de la isla de Hainan. En 2001, un miembro de tripulaciones aéreas fue arrestado por 11 días en Hainan, posterior a un aterrizaje de emergencia del EP-3, una aeronave espía, debido a un choque con un jet de combate chino. Los estadounidenses temían un incidente como el ataque en 1968 sobre el USS Pueblo, un buque que fue atacado por fuerzas norcoreanas.

Después del incidente de Impeccable en 2009, las aeronaves y barcos de ambas naciones están en mayor riesgo de encuentros cercanos, por lo que ambas se han preparado para crisis y para evitar malentendidos que surjan. China ha construido bases militares sobre islas recientemente construidas; por su parte, Estados Unidos ha incrementado sus operaciones de libertad de navegación.

Las relaciones entre los establecimientos de defensa entre ambas naciones, se han pulido a lo largo de los años, en parte porque se han reducido el número de incidentes como el de Hainan en 2001, Belgrado en 1999 o Taiwán en 1996; además que ambas fuerzas armadas han procurado relaciones estables. Desde 2012, bajo el liderazgo de Xi Jinping, China ha promovido su importancia en el Mar del Sur de China, al mismo tiempo que oficiales de ambas naciones han fortalecido sus lazos.

En 2014 se aprobó el Código de Encuentros Marítimos No Planeados. Entre 2014 y 2015 una serie de mensajes intercambiados ayudaron a establecer reglas más claras en la operación de barcos y aeronaves cerca de las del otro país. Ahora las interceptaciones aéreas, acercamiento de aeronaves con la finalidad de desviar el curso, sobre aeronaves estadounidenses son menos comunes. Aunque el Almirante Harry Harris, ex jefe de las fuerzas armadas estadounidenses en Asia, afirma que encuentros entre ambas fuerzas armadas son generalmente seguros, el reciente incidente indica amenazas existentes.

Desde hace dos décadas, con el Acuerdo Militar Marítimo Consultivo, se realizan foros de oficiales, los cuales explican sus puntos de vista en incidentes previos. Algunos oficiales estadounidenses se quejan de que China los usa para recitar puntos políticos y otros afirman que son valiosos.

También existe el enlace telefónico de defensa, establecido en 2008, el cual sirve para comunicar a oficiales de ambas naciones, organizando y pidiendo las llamadas a través de fax; el proceso puede tomar días. Roy Kamphausen, miembro de la Oficina Nacional de Investigaciones Asiáticas, señala que sirve para para comunicarse lo más pronto posible, no inmediatamente.

Kamphausen además señala que la confianza se conduce de abajo hacia arriba para Estados Unidos, mientras que para China se conduce a la inversa, lo cual indica obstáculos más fundamentales en sus esfuerzos por comunicarse; aún si se comunicara el jefe de la Flota Estadounidense del Pacífico con su contraparte china, sería necesario que un comisario político aprobara decisiones para tratar alguna crisis.

Los conflictos entre China y Estados Unidos dificultan las relaciones entre oficiales. El General Joseph Dunford, presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, organizó en 2017 y 2018 el Mecanismo de Diálogo del Estado Mayor Conjunto, buscando reunir generales mayores; no obstante, la reunión de 2018 fue cancelada después de sanciones estadounidenses impuestas por la importación de armamento ruso por parte de China.

Drew Thompson, miembro de la Escuela Lee Kuan Yew de Singapur, piensa que las pláticas militar a militar con China pueden ser un proceso lento y penoso, eventualmente se alcanzarán logros. Sin embargo, existe la posibilidad de que surja una crisis antes de concluir las pláticas.

Datos cruciales: 

1. Aprobación del Código de encuentros marítimos no planeados en 2014 entre China y Estados Unidos.

2. Mapa. Encuentros entre barcos y aeronaves estadounidenses con fuerzas chinas.

3. Establecimiento del enlace telefónico de defensa en 2008.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La problemática que denota el incidente del 30 de septiembre en el Mar del Sur de China es que aún existen amenazas que se creían, o afirmaban, haber sido eliminadas. El poder militar que recientemente ha ganado el Ejército Popular de Liberación de China es muy importante, particularmente tratándose en asuntos del Mar del Sur de China, principal vía de recursos petrolíferos importados de China, además de su importancia como ruta comercial. Por otro lado, la magnitud de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos sigue siendo un factor a tomar en cuenta en las relaciones entre China y Estados Unidos. Últimamente las relaciones entre ambos países se han deteriorado, evolución que se podría tratar como una crisis multimodal en la que se anteponen intereses nacionales en una competencia entre las dos economías más grandes del mundo, posiblemente las más poderosas. En esta competencia se puede apreciar también la visión de China que ahora se representa en las dimensiones económica, política-diplomática y cultural, donde sería válido notar que Estados Unidos recientemente ha perdido presencia en la dimensión política-diplomática.