Red moon rising. How China could dominate science. Should the world worry?

Cita: 

The Economist [2018], "Red moon rising. How China could dominate science. Should the world worry?", The Economist, London, 12 de enero, https://www.economist.com/leaders/2019/01/12/how-china-could-dominate-sc...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Enero 12, 2019
Tema: 
Posibles dilemas relacionados a los avances científicos en China.
Idea principal: 

El movimiento estudiantil de 4 de mayo en 1919 inició como una serie de protestas en busca de poner marcha atrás un siglo de decadencia a partir de abandonar el confucianismo e importar el dinamismo occidental. El movimiento también buscaba reclutar al “señor Democracia” y al “señor Ciencia”. Ahora China está en búsqueda de alcanzar la grandeza. Aterrizar en el lado oculto de la Luna demuestra sus ambiciones. Sin embargo, Xi Jinping espera poder hacerse del control en investigación de punta al mismo tiempo que el Partido Comunista de China fortalece su posición política privilegiada, separando al “señor Ciencia” del “señor Democracia”. Según The Economist, occidente teme que logre dicha meta.

El gobierno de China cuenta con dinero, instituciones y cerebros capacitados, factores con los que China ha avanzado en los rankings de logros científicos. Ha invertido miles de millones de dólares en máquinas para detectar materia oscura y neutrinos, así como en institutos de distintos tipos. Una editorial japonesa, Nikkei, en conjunto con una editorial científica, Elsevier, encontró que más artículos científicos venían de China que de cualquier otro país en 23 de los 30 campos más concurridos. La calidad de investigación en China está desarrollándose; ese país contó con 11% de los artículos científicos más influyentes entre 2014 y 2016.

La presión sobre científicos chinos los impulsa a realizar importantes hallazgos, priorizando los fines sobre los medios. En 2018 He Jiankui, académico de Shenzhen, editó genomas en embriones sin las medidas correctas para el bienestar postparto o de futuras generaciones. Investigadores chinos en inteligencia artificial podrían estar realizando algoritmos con información estadística de ciudadanos chinos. En 2007 China probó un arma espacial en un satélite climático cuyos desechos podrían resultar letales. El robo de propiedad intelectual crece descontroladamente.

El prospecto de una China de tecnología avanzada alarma a políticos occidentales. Los gobiernos autoritarios suelen utilizar la ciencia para la opresión de la sociedad. Actualmente China monitorea su población a través de técnicas de inteligencia artificial. El resto del mundo puede encontrar este tipo de avances extremadamente amenazante. Este miedo está justificado por un superpoder científico contenido en una dictadura de partido único.

La ciencia en China abarca más que solamente armamento y opresión. El mundo tiene mucho que esperar de los esfuerzos de China. Además, la investigación en China podría terminar cambiando China en formas que el gobierno no espere.

Xi Jinping presenta la ciencia y la tecnología como un proyecto de nación. Sin embargo, el chovinismo debilita la mayoría de la investigación científica; las buenas ideas, la creatividad y la experiencia no conocen fronteras. El desarrollo de la ciencia pura requiere intercambio y colaboración. La investigación se da en equipos. Las publicaciones son un elemento, pero también son esenciales las conferencias y encuentros frente a frente entre científicos.

Los científicos chinos tienen el incentivo de observar las normas internacionales; si China desea sustentar el poder, debe estimular la investigación con ética. Los actos de He Jiankui pueden ser recordados por la condena que recibieron y el castigo de las autoridades. La destrucción del satélite en 2007 recibió el mismo trato.

Los científicos deben creer en la libertad política. Pero, esto amenaza al autoritarismo, quien controla lo que la gente piensa y dice. La Unión Soviética manejó esta cuestión encapsulando a científicos en ciudades y dándoles privilegios especiales. China no podría seguir este ejemplo. Algunos científicos necesitarían buscar amplia autoexpresión, lo que causaría problemas al Partido Comunista de China. Como en su tiempo Andrei Sakharov, científico ruso, se convirtió en un importante jefe de la disidencia o Fang Lizhi, astrofísico chino, quien inspiró a estudiantes para las protestas en la Plaza de Tiananmen en 1989; ambos se situaban como buscadores de la verdad y contaban con una autoridad moral inmensa.

Algunos occidentales buscan contener la amenaza del desarrollo chino buscando mantener a sus científicos al alcance, buscando eliminar la distancia entre ellos, de alejarse aún más los resultados podrían ser contraproducentes. La colaboración es la mejor manera de asegurar que la ciencia en China sea responsable y transparente. Podría resultar en el próximo Fang Lizhi.

Xi Jinping podría enfrentar una decisión difícil, permanecer con el atraso en la ciencia o darles a sus científicos la libertad que necesitan y arriesgarse a las consecuencias. En ese sentido, es él quien corre el experimento más grande.

Datos cruciales: 

1. Primer aterrizaje en el lado más lejano de la Luna el 3 de enero de 2019 a manos de científicos de China.

2. Análisis de 17.2 millones de artículos científicos entre 2013 y 2018 llevado a cabo por Nikkei, publicadora japonesa, y por Elsevier, publicadora científica, que apunta que China es líder en publicaciones para 23 de los 30 campos más concurridos por los científicos en el mundo.

3. 11% de las publicaciones científicas más influyentes entre 2014 y 2016 provienen de China.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La República Popular de China busca engrandecerse y una vía para alcanzar su sueño es mediante el desarrollo científico y tecnológico que ya están llevando a cabo, después de cuestionamientos elaborados por occidentales, es necesario conocer las capacidades y limitantes de esta vía. Es necesario que los investigadores en China sigan un marco normativo aceptado internacionalmente y que trabajen en colaboración con investigadores internacionales de sus mismos campos y especialidades. Si bien es necesario la secrecía en algunas investigaciones, particularmente en la industria militar, la mejor vía para el desarrollo científico es el trabajo conjunto. La relación entre centros de investigación, empresas y gobierno de China puede llegar a proteger a su industria nacional, aún llevando a cabo prácticas como el robo de propiedad intelectual.