La última de las cumbres climáticas (Hosting Cop24) que realiza la Organización de las Naciones Unidas (ONU) anualmente, se llevo acabo en la ciudad de Katowice en Polonia. Una ciudad que simbólicamente, es el hogar de los mineros de carbón en Polonia, y que ahora está llena de consultores de gestión y baristas. Es el símbolo del cambio que todos los países buscan un mundo nuevo.

Esta cumbre que para muchos como Ottmar Edenhofer, un responsable de la política climática de Alemania y director del Instituto Potsdam para la Investigación del Cambio Climático, sería el ¨principio del fin del Acuerdo de París¨, o que serviría para poner en la mesa asuntos no resueltos en el pasado. Sin embargo, 14 mil delegados de 195 países lograron el objetivo principal de la reunión, que es un ¨libro de reglas¨ que hará posible la puesta en práctica del acuerdo de París de 2015. El cual compromete al mundo a mantener el calentamiento global muy por debajo de los 2°C y preferentemente dentro de 1.5°C.

Pero llegar a ese objetivo parecía muy complicado, pues era difícil para los países pasar de establecer objetivos abstractos en papel, como el acuerdo de París; a saber, qué debían hacer para poder lograrlo. Definir aspectos técnicos y la supervisión de los progresos. Iba a ser sin duda complicado. De hecho, ni el gobierno de Polonia en donde se llevaba a cabo la reunión contaba con esos aspectos, lo que hizo que los países pensaran en una inminente caída diplomática.

La cumbre no tuvo un comienzo favorable. Alguno mandatarios de países como Polonia y Francia no estaban dispuestos a cooperar con algunas de las peticiones del acuerdo de París (renunciar a las reservas de carbón, o reducir el impuesto a los combustibles que pueden disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte). Sin olvidar, que Brasil renunció a ser sede de la cumbre en 2019; pues el presidente electo Jair Bolsonaro declaró que Brasil no tiene interés en participar en la cumbre. Estados Unidos es otro de los países que ha optado por retirarse del Acuerdo de París. Afortunadamente, los delegados lograron resolver la mayoría de los 2 800 puntos a discutir en referencia al borrador previo a la cumbre del ¨libro de reglas¨.

En la cumbre, ¨los países pobres recibieron garantías de que los países ricos ayudarían a pagar reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al aumento del nivel del mar y las inundaciones, sequías, tormentas y otros problemas relacionados con el clima¨. Los países ricos insistieron a China que acepte métodos "aprobados" para calcular las emisiones. Por su parte, los países en desarrollo no les quedo opción que aceptar las claúsulas del Acuerdo.

Se acordó una normativa que establece que de no cumplir con los estándares definidos las naciones deberán explicar los motivos por los cuales incurrieron en la falta y presentar un plan para resarcir el daño. Lo que será una puerta abierta si Estados Unidos decide volver al acuerdo. Otros países, incluidos los grandes contaminantes como Ucrania además de negociar las reglas, utilizaron la reunión para anunciar sus planes de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (OrNDCS, como se conocen los compromisos voluntarios que los países presentan bajo el acuerdo de París), en los cuales se encuentra la eliminación del carbón. Finalmente, Chile se propuso para organizar la cumbre del próximo año.

Lamentablemente, no todos los países se fueron conformes de la cumbre. Los países más vulnerables, como los estados insulares que se encuentran en peligro por el aumento del nivel del mar, temen que los resultados de un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre las horribles consecuencias de un aumento en la temperatura de medio grado se hagan realidad. Mientras que algunos países ricos, se quejaron de que los países pobres están evadiendo problemas, pues siguen emitiendo dióxido de carbono.

Al final, la meta del Acuerdo de París de 2°C y la aspiración de llegar a 1.5°C, sigue siendo muy lejana. Pues aún con el conjunto de las ¨Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional¨ (OrNDCS), el mundo estará alcanzando 3°C de calentamiento y algunas islas estarán en riesgo de hundimiento. Lo que indica que es urgente tener más ambición en las tareas para evitar a las futuras catástrofes climáticas.