El cambio climático es cada vez más alarmante, las manifestaciones en Estados Unidos demuestran que hay un descontento social respecto a las actividades industriales que agravan este problema. Sin embargo, para los cinco grandes inversionistas en el campo de la explotación de combustibles fósiles: Chevron, ExxonMobil, Royal Dutch Shell, BP and Total, estos problemas no simbolizan una excusa para detener las inversiones.

ExxonMobil planea extraer alrededor de 25% más petróleo y gas en 2025 a comparación de lo que ya se explotó de estos recursos en 2017; así mismo, las cinco grandes empresas demuestran que para 2030 la demanda de petróleo crecerá en un 13%, de esta manera planean seguir invirtiendo cada vez más en su explotación. Sin importar los resultados de los estudios climáticos, elaborados por un cuerpo intergubernamental llamado IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change), que exponen que será necesario reducir la extracción de petróleo y gas 20% para 2030 y un 55% para 2050 con la necesidad de disminuir el calentamiento global, estas empresas continuarán extrayendo los minerales demostrando que la demanda de estos en el mercado, es cada vez más grande.

Sin embargo, para detener las consecuencias del cambio climático es necesario, -además de reducir la explotación de los combustibles fósiles- la intervención gubernamental para evitar las fallas en el mercado de energías. Por otro lado, las cinco grandes empresas mencionadas son una pieza importante para las bases de la economía, de sus inversiones dependen sectores como el de los pensionistas.