Las acciones de Apple, la marca Samsung (uno de los mayores fabricantes de teléfonos inteligentes por volumen) y la industria de teléfonos inteligentes en general se vieron afectadas por una reciente disminución en las ventas. De hecho, analistas estimaron que las ventas de teléfonos inteligentes en 2018 disminuirían respecto de 2017, y que sería el primer descenso anual de la industria. Lo que no ha sido nada alentador para aquellos inversionistas que esperaban que las ventas de teléfonos inteligentes tuvieran un crecimiento continuo.

Pero esta disminución en las ventas, las cuales se han estabilizado en alrededor de 1.400 miles de millones de unidades anuales, es algo que ha “favorecido a la humanidad” y que debe celebrarse. Pues actualmente, la mayoría de las personas en el mundo, son propietarias de un teléfono inteligente. Lo que lo convierte en “el producto de consumo más exitoso de la historia”. Y es de esperarse, ya que además de haber hecho posible la conexión con millones de personas con una “gran cantidad de información y servicios de internet”, ha eficientado los mercados e impulsado el crecimiento. De hecho, podría considerarse la “herramienta más efectiva de desarrollo en existencia”.

Pero esta disminución en las ventas de teléfonos inteligentes se debe principalmente a que el mercado a alcanzado su nivel de saturación y ya no queda espacio para vender a nuevos compradores. Algo que ha afectado fuertemente a empresas como Apple, pues a pesar de tener una pequeña porción del mercado (13%) absorbe la mayoría de las ganancias de la industria.

En realidad, lo que está pasando con el mercado, es que las personas están tardando más tiempo en remplazar sus dispositivos (dos o más de tres años) y se debe a que las mejoras que ofrecen los nuevos modelos no son suficientes para incentivar al consumidor. Sin embargo, aunque las ventas se mantengan estables, los tiempos más largos de actualización “significan que la penetración del producto en el mercado, en general sigue aumentando”.

Esto no significa, que la innovación se está desacelerando, pues los nuevos modelos de teléfonos contienen tecnología muy inteligente. Pero al igual que en las tecnologías maduras, los pequeños cambios no impactan tan fuerte al consumidor. No obstante, hay que recordar que las tecnologías maduras son capaces de soportar innovaciones y brindar seguridad en otras áreas como aplicaciones y servicios (como los pagos móviles y la transmisión de vídeo en vivo, el internet de las cosas o robotaxis).

A pesar de que expertos en tecnología, aseguran que conforme dispositivos como las computadoras se vuelven “más pequeñas, más personales y más cercanas al cuerpo de la gente”, los dispositivos portátiles desde “los relojes inteligentes hasta auriculares de realidad aumentada” serán la sensación del futuro. Sin embargo, lograr que otro dispositivo supere al teléfono inteligente será una tarea difícil.