Las negociaciones por encontrar un buen acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, se complican para el gobierno chino, pues dentro de Estados Unidos y también en varios Estados del continente europeo y asiático, se tiene al gobierno de china como un jugador incómodo para la economía internacional. Las razones de lo anterior son varias, las quejas contra China van dirigidas a sus políticas económicas que propician un ambiente de acoso para las empresas privadas y de violación de derechos para las empresas extranjeras, de esta manera, cada decisión del gobierno del país asiático ha provocado turbulencias en mercados nacionales y extranjeros.
Las principales causas de las quejas hacia el gobierno chino provienen de las fuertes intervenciones que provoca su gobierno, a través sus políticas económicas de Estado, hacia sus relaciones con el mercado internacional. Si China sigue sin dar espacio a la ideología del libre mercado podrá ocasionar graves consecuencias para su economía.

A pesar de todos los problemas actuales dentro de la economía internacional, en China, a partir de la fuerte intervención estatal se logró disminuir la pobreza, además de incrementar el crecimiento de su industria y de sus investigaciones científicas. Sin embargo, desde 2013 cuando el presidente Xi tomó el mando comenzó un retroceso debido a su fuerte intervención estatal en la economía del país, principalmente por provocar la disminución de la participación de las empresas privadas dentro de su jurisdicción.
Desde entonces, y sumándole la devaluación de su moneda en el año 2015, la economía china vive un retroceso y endeudamiento, especialmente porque los flujos de capital han sido fuertemente controlados por el Estado. Actualmente con el nuevo plan económico “Made in China”, de nuevo se deja ver que la intervención y mano dura estatal seguirán muy presentes en la economía del país asiático.

Actualmente China no ocupa un buen lugar en el mercado mundial que asegure la estimulación de su economía; su participación en las exportaciones mundiales necesitan superar el 13% de su crecimiento actual, por otro lado sus empresas más importantes como Huawei, han estado inmersas en una serie de ataques comerciales dentro de los mercados occidentales, estas dos situaciones provocan que el gobierno se endeude y se disponga a entrar a un aislamiento tecnológico.

En fin, para resolver su problema económico, el gobierno chino debería fomentar y proteger las inversiones privadas, terminar con las políticas de fuerte intervención estatal y propiciar un ambiente en su mercado al estilo liberal, o al menos esa es la opinión de The Economist para levantar el crecimiento de la economía del país asiático.