Protection rocket. Saudi Arabia’s missile race. A new rocket factory is stoking fears of nuclear proliferation

Cita: 

The Economist [2019], "Protection rocket. Saudi Arabia’s missile race. A new rocket factory is stoking fears of nuclear proliferation", The Economist, London, 16 de febrero, https://www.economist.com/middle-east-and-africa/2019/02/16/saudi-arabia...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Febrero 16, 2019
Tema: 
Desarrollo de armas de destrucción masiva en Arabia Saudita
Idea principal: 

En 2016, Muhammad bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí y gobernante de facto, anunció la última etapa de la “Saudización”; la sustitución de trabajadores extranjeros por saudíes. Esta sustitución no se detiene en los banqueros y panaderos, sino que se extiende a la fabricación de misiles balísticos. Unas fotografías satelitales analizadas por los investigadores del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, dadas a conocer por el Washington Post, parecen mostrar que Arabia Saudí ha estado construyendo una fábrica de cohetes, en una base de misiles existente en al-Watah, al suroeste de Riad. Parece que está configuranda para cohetes de combustible sólido, que pueden lanzarse más rápidamente que los de combustible líquido.

En 1987, Arabia Saudí compró unas pocas docenas de misiles DF-3 provenientes de China que estuvo a punto de lanzar después de ser golpeado por misiles iraquíes Scud durante la Guerra del Golfo en 1991. En el año 2000, probablemente recogió un lote de DF-21 chinos más nuevos y más precisos. Irán, el principal rival de Arabia Saudí, ha estado perfeccionando la capacidad de sus misiles. A pesar de la oposición occidental y los reproches de la ONU, ha realizado 135 lanzamientos de prueba desde 1990. En 2019, Ali Shamkhani, jefe del consejo de seguridad nacional de Irán, insistió que aunque su país no estaba buscando ampliar el alcance de sus misiles, "está trabajando continuamente para aumentar la precisión". Eso es un tranquilizador para los europeos y los estadounidenses, pero no para los saudíes afirma The Economist.

No obstante, Irán no es la única preocupación de Arabia Saudí. Hezbolá, un grupo militante libanés alimentado y armado por Irán, tiene un creciente arsenal de misiles, mismos que pueden llegar a las partes noroccidentales de Arabia Saudí. Aunque el príncipe Muhammad esta en buenos términos con Israel, las imágenes satelitales publicadas en 2013, muestran que una de las plataformas de lanzamiento saudíes DF-3 ubicada en al-Watah está en dirección a Tel Aviv.

La noticia de la construcción de la planta también ha reavivado las preocupaciones sobre las intenciones atómicas de Arabia Saudí. El fin del acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán en 2018 aumentó el riesgo de que Irán reanude su enriquecimiento de uranio a gran escala. Así entonces, Arabia Saudí se ha comprometido a seguir el ritmo a través de la construcción de dos reactores nucleares e insiste en su derecho al enriquecimiento de uranio. El gobierno de Trump se ha negado a vender tecnología nuclear civil en estos términos. Así que los saudíes pueden recurrir a otros "amigos nucleares". Los diplomáticos y espías occidentales han estado preocupados por el hecho de que Pakistán, cuyo propio programa nuclear fue financiado por Arabia Saudí, podría ser un proveedor conocimientos técnicos, combustible o bombas. El príncipe Muhammad tenía planeado acordar una inversión de 14 mil millones de dólares en Pakistán durante una visita al país el 16 de febrero de 2019.

Michael Elleman, un experto en misiles de Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Reino Unido, dice que está casi seguro de que la supuesta fábrica de cohetes fue "diseñada, equipada y construida por una entidad externa". Arabia Saudí no tiene capacidad para tal proyecto. Las similitudes con una instalación china en Lantinan permiten la especulación. La saudización, evidentemente, tiene mucho camino por recorrer, concluye The Economist.

Datos cruciales: 

1.Mapa 1. Demuestra el rango de alcance de los misiles entre Irán y Arabia Saudita. Irán, Sejjil 2 km de alcance y Arabia Saudita, DF-3 2500 Km de alcance.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Medio Oriente es un territorio que representa coyunturas estructurales en el escenario internacional. El fin de la carrera armamentística entre Estados Unidos y la Unión Soviética trajo consigo una apertura y desarrollo de misiles y armas nucleares en Medio Oriente. Esto significa un problema geopolítico que prevé el desarrollo de armas de destrucción masiva y permite especular sobre la relación que mantiene Arabia Saudita con China como posible financiador de estos proyectos. Sin duda es una expresión de los nuevos sujetos de la guerra y las funciones que adquieren dentro del escenario global.