Exploring the cosmos. The problems of flying to Mars. Astronauts will have to worry about space radiation—and also each other

Cita: 

The Economist [2019], "Exploring the cosmos. The problems of flying to Mars. Astronauts will have to worry about space radiation—and also each other", The Economist, London, 23 de febrero, https://www.economist.com/science-and-technology/2019/02/23/the-problems...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Febrero 23, 2019
Tema: 
Preservación de la salud física y mental de tripulantes espaciales
Idea principal: 

Enviar a la gente a Marte podría representar un riesgo para los tripulantes, quienes estarían expuestos a altos niveles de radiación y a los tics y hábitos de sus compañeros. Ante esta situación, la agencia espacial de Estados Unidos (NASA) está estudiando formas de preservar la salud física y mental de los tripulantes espaciales. En una reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) celebrada Washington D.C. en 2019, varias presentaciones hablaron sobre cómo se intenta solucionar este problema.

Un estudio de la NASA llamado “Estudio Gemelo” aprovechó a los astronautas gemelos Mark y Scott Kelly para realizarles múltiples pruebas físicas y mentales. Scott Kelly fue lanzado a la estación espacial internacional en 2015 para una misión de 12 meses como comandante de estación, mientras que su hermano Mark permaneció en la Tierra. A ambos hombres se les tomaron muestras regulares de sangre, orina, para el análisis científico. Ambos realizaron exámenes de pruebas físicas y mentales. Sin saber exactamente qué podría cambiar en los cuerpos de los hombres, diez equipos de investigadores repartidos por todo el país analizaron las muestras y los resultados para rastrear tantos cambios moleculares, cognitivos y físicos como sea posible.

Los resultados fueron sorprendentes, según afirmó Chris Mason de Weill Cornell Medical College. Por ejemplo, los telómeros de Scott se alargaron durante su estancia en el espacio. Los telómeros son cadenas de ADN que tapan el extremo de los cromosomas en el núcleo de una célula. Normalmente se acortan a medida que las células se dividen y envejecen. El Dr. Mason comparó la operación de los genes de Scott con los de su hermano Mark. Descubrió que los genes en el cuerpo de Scott asociados con el sistema inmunológico se volvieron altamente activos. Esto también fue cierto para las partes de las células asociadas con la reparación del ADN. Otra observación sorprendente fue la presencia de muchos fragmentos mitocondriales en la sangre de Scott. Las mitocondrias son estructuras diminutas dentro de una célula que liberan energía del azúcar. Tienden a entrar en el torrente sanguíneo solo cuando las células están dañadas o mueren de estrés. La buena noticia para Scott fue que casi todos los miles de cambios que experimentó en su cuerpo volvieron a la normalidad poco después de regresar a la Tierra.

Aunque el estudio de los gemelos ha sido detallado, una de muestra de dos humanos es todavía bastante limitada. En los próximos años, la NASA está planificando docenas de pruebas de larga duración en personas, incluido el rastreo de astronautas que se dirigen a la Luna, en preparación para futuros viajes a Marte. Ahora el objetivo es comprender cómo funcionan los grupos, cómo van mal y cómo prevenir problemas sociales, pues será un elemento crítico de cualquier misión exitosa a Marte. Una misión de este tipo podría involucrar a media docena de personas, quizás de diferentes culturas, encerradas juntas durante unos tres años en un espacio que no es más grande que un hogar familiar típico. Uno de los intentos que se están realizando para modelar estas condiciones es el del Dr. Noshir Contractor, un científico conductista en la Universidad Northwestern, en Illinois, quien ha estado estudiando la dinámica de grupos de personas aisladas durante largos períodos en una instalación en el Centro Espacial Johnson en Houston, Texas. Aquí, los voluntarios están encerrados hasta por 45 días emulando la experiencia de las misiones espaciales. Son empujados y pinchados, fisiológicamente y psicológicamente, y monitoreados día y noche.

Un buen grupo necesita un líder, un secretario social, alguien que cuente historias y una mezcla de personas introvertidas y extrovertidas. Curiosamente, el papel más importante parece ser el del payaso. El payaso no sólo es divertido, también es inteligente y conoce a cada miembro del grupo lo suficientemente bien como para calmar la mayoría de las tensiones que pueden surgir durante largos períodos de contacto cercano. El payaso también actúa como un puente entre diferentes grupos de personas. Según Jeffrey Johnson, un antropólogo de la Universidad de Florida que ha pasado años examinando las relaciones entre las personas de las tripulaciones antárticas, en los grupos que solían pelear más o perder la coherencia generalmente no había payasos.

Sin embargo, incluso si un grupo perfecto y equilibrado de astronautas se reúne para una misión en Marte, las cosas podrían salir mal. El 28 de diciembre de 1973, por ejemplo, los tres miembros de la tripulación de Skylab, una de las primeras estaciones espaciales estadounidenses, decidieron interrumpir el contacto con el control de Tierra y se negaron a realizar cualquiera de las tareas asignadas, algo que denominaron una "desaceleración del trabajo". El equipo de investigadores del Dr. Contractor quiso entender los hechos sucedidos en Skylab. Tomaron las transcripciones de las conversaciones que habían tenido lugar en Skylab durante los muchos años que había albergado a los astronautas, y les aplicaron análisis textuales y de red para tratar de comprender la naturaleza de las relaciones entre las personas que habían estado en la estación. Descubrieron que la causa de la huelga era que los estrechos vínculos entre la tripulación se habían vuelto perjudiciales para su relación con el equipo en la Tierra. La señal de problemas era tan clara en este análisis que el equipo del Dr. Contractor estimó que el equipo en Tierra podría haber previsto la huelga una semana antes de que ocurriera.

Así entonces, en una futura misión a Marte se recomienda que el control terrestre tenga transcripciones de conversaciones que muestren detalles de las interacciones verbales y la rapidez de respuesta entre las personas y los sentimientos que expresan. En efecto, están en desarrollo algoritmos que pueden rastrear estos datos y predecir cuando podrían existir problemas entre los miembros de la tripulación. Predecir problemas es solo el comienzo afirma The Economist. Los equipos de control en tierra que monitorean el vuelo podrían ayudar con el conflicto de la tripulación cerca de la Tierra, pero en una misión a Marte, los astronautas necesitarán operar de forma autónoma, dado el gran retraso en las comunicaciones. Los ingenieros de la NASA están trabajando en un software que se puede utilizar para analizar datos sobre el comportamiento de un equipo en tiempo real y proporcionar una especie de servicio de asesoramiento digital, ayudándoles a encontrar formas de mitigar cualquier problema.

Asimismo, todo este proceso y comprensión de los equipos de investigación tendrá usos más allá de las largas misiones espaciales. Los científicos del comportamiento ya están tratando de aplicar tales "análisis de personas" para comprender los sentimientos dentro de las empresas. Podrían, quizás, reemplazar las encuestas de desempeño, monitorear la inclusión y la diversidad, identificar un alto potencial o armar equipos de ensueño para ciertas tareas.

Aunque la conformación de un equipo perfecto para viajar a Marte no será sencillo, si alguna vez los seres humanos viajan a otras partes del sistema solar, entonces comprender el comportamiento de los tripulantes debería hacer que un viaje exitoso sea mucho más probable, concluye The Economist.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Durante la década de 1960, la carrera espacial fue un hecho explicativo para entender la consolidación del capitalismo. En la actualidad, existen diversos problemas que abordan los viajes espaciales desde distintas disciplinas. En este caso, el comportamiento del ser humano durante una misión espacial representa un hecho clave para el desarrollo y éxito de las estancias y misiones espaciales. Así mismo define las fronteras de capital y la relación que mantiene no sólo en el campo espacial, sino las investigaciones en desarrollo podrían ser trasladadas al ámbito empresarial y poder predecir el comportamiento de los trabajadores. En efecto, el éxito y eficacia de las misiones o labores empresariales aún radica en el comportamiento del ser humano.