El gobierno chino ha sido juzgado internacionalmente por su política anti musulmana que ataca principalmente a pobladores de la parte occidental de China. Esta situación ha orillado al gobierno a llevar a cabo múltiples estrategias para el control de esta etnia en su territorio. De esta manera, actualmente los gobernantes de china implementaron un sistema de vigilancia que funciona con inteligencia artificial.

Se trata de una serie de cámaras implementadas con un sistema de reconocimiento facial. Esta vigilancia está especialmente diseñada para identificar a personas pertenecientes al grupo étnico: Uigur, una cultura con ascendencia musulmana que durante mucho tiempo ha sido hostigada por el gobierno chino debido a sus prácticas religiosas. A través de estas cámaras, la policía de China mantiene un control importante sobre las actividades que realizan los uigures; este sistema comenzó en la región occidental de Xinjiang, lugar en donde se concentra la mayoría de ciudadanos pertenecientes a esta etnia, pero ya se ha extendido a las ciudades Hangzhou y Wenzhou y hasta la provincia costera de Fujian, estas últimas regiones son caracterizadas por estar pobladas por personas de un alto estatus.

Este tipo de estrategias de vigilancia coloca a China como la pionera en ocupar inteligencia artificial para el cumplimiento de la ley. Además, no solo en este país asiático se construye este tipo de tecnología, por ejemplo, la empresa IBM y Amazon, en Europa y Estados Unidos venden productos con estas capacidades, sin embargo en la práctica han demostrado ser inferiores a los construidos por las empresas Chinas. En el mismo sentido, la tecnología para el reconocimiento facial, antes construida en otras partes del mundo, se basaban principalmente en el color de piel, de esta forma el esfuerzo de los científicos chinos da un paso adelante implementando aparatos con la capacidad de clasificar personas a partir de características culturales.

Las compañías encargadas de desarrollar esta tecnología son las siguientes: Yitu, Megvii, SenseTime, CloudWalk y Hikvision. Estas adquirieron gran importancia en 2018 cuando el Ministerio de Seguridad Pública de China decidió implementar los programas gubernamentales Skynet y Sharp Eyes, con estos el gobierno invirtió miles de millones de dólares para la compra de cámaras de vigilancia.

Fire Eye, Sky Eye y Dragonfly Eye, son los nombres de los productos que ofrecen estas empresas. Se trata de inteligencia artificial utilizada para clasificar las imágenes que capturan las cámaras en las calles de China. Aunque el software de reconocimiento facial todavía no funciona de manera efectiva, ha resultado bastante útil para facilitar el trabajo de la policía para el control social en el país comunista. De esta manera el departamento de policía chino ha construido una base de datos con imágenes y características de personas con antecedentes penales, fármaco dependientes y enfermos mentales para lograr que los logaritmos del sistema de reconocimiento facial funcione mucho mejor. A partir de un proceso conocido como “aprendizaje automático”, los ingenieros ingresan información al software y de esta manera los capacitan para el reconocimiento de patrones y rasgos étnicos.

Entre los habitantes este tipo de instrumentos para la vigilancia se ha normalizado, incluso más ciudades a lo largo del país están demandando el uso de esta tecnología para controlar a los Uigur. Sin duda este tipo de prácticas demuestran un enfoque demasiado racista dentro de las normas gubernamentales, sin embargo estas últimas también cuentan con el respaldo de la mayoría de la sociedad.