Es posible eliminar las largas filas de personas y vehículos, los confusos y apresurados trámites y las inspecciones realizadas por oficiales aduaneros mediante el uso de la tecnología. Sistemas innovadores están facilitando cruzar fronteras en tierra, puertos y terminales aéreas. En los próximos años es posible que las fronteras se vuelvan invisibles y que personas y bienes puedan fluir sin parar. También es posible resolver la intratable problemática en la frontera entre Irlanda y Gran Bretaña, cuando deje la Unión Europea. Ninguno desea que vuelva a haber una frontera con infraestructura física y sus asociados chequeos aduaneros y de seguridad. Pero dejar una frontera abierta se opondría al razonamiento de Gran Bretaña con respecto al de la Unión Europea, el marco legal posterior implicaría restricciones sobre el Reino Unido.

La tecnología podría satisfacer a la mayoría de los afectados. Sin embargo, podría ser altamente costoso y los sistemas de vigilancia electrónicos podrían parecer particularmente excesivos en Irlanda.

Alrededor del mundo, las fronteras se están modernizando hacia una mayor apertura. El punto de inicio sería simplificar los trámites; en envíos internacionales se haría virtualmente. Las declaraciones aduaneras electrónicas se están simplificando, permitiendo el pago en línea de envíos y su despacho.

Suiza busca digitalizar sus procedimientos fronterizos con la Unión Europea para 2026. El programa DaziT, de 400 millones de francos suizos, proveerá un portal central en línea para todos los servicios aduaneros, permitirá a viajeros utilizar teléfonos inteligentes y tabletas para declarar compras en el extranjero de los cuales deberían pagar impuestos.

La seguridad de tales sistemas podrá protegerse por blockchain, tecnología que registra transacciones de manera descentralizada de tal forma que es difícil realizar cambios o eliminar registros. En mayo de 2018 Singapur introdujo certificados electrónicos de origen basados en blockchain, para bienes que cruzan el país. El sistema desarrollado por vCargo Cloud, una empresa local, permite a una aplicación móvil ser utilizada para escanear un código QR adjunto a los bienes, revelando un certificado.

Puertos concurridos alrededor del mundo han implementado un proceso a base de blockchain llamado TradeLens. TradeLens, resultado de la colaboración entre Maersk e IBM, provee acceso a información electrónica de contenedores de envío y su contenido a importadores, transportistas, operadores de puertos y autoridades aduaneras.

Una de las ventajas de utilizar blockchain es que revela cualquier cambio realizado en los registros, cada que un código o sensor adjunto a una mercancía es escaneado, se registra ese evento y se junta a más información. Ningún sistema es a prueba de errores por lo cual las autoridades pretenden asegurarse que todo lo que cruce la frontera sea lo que los datos dicen ser. Aún serían necesarias instalaciones para chequeos físicos.

La frontera entre Suecia y Noruega de 1 600 km, una de las más tecnológicamente avanzadas, está ampliamente abierta para viajeros y utiliza cámaras de reconocimiento automático de placas vehiculares (ANPR). Cuando se identifican vehículos sospechosos, son detenidos por oficiales. Se introdujeron declaraciones aduaneras anticipadas y en algunos casos Noruega permite que las empresas realicen envíos en la frontera sin interferencia humana. La mayoría de los transportistas aún necesitan detenerse en cruces específicos para una revisión; estas inspecciones normalmente duran unos pocos minutos.

Lars Karlsson, un experto en aduanas sueco, presentó un reporte al Parlamento Europeo sobre cómo eliminar o reducir la necesidad de detenerse y llevar a cabo chequeos fronterizos en 2017. Expresó que como punto de partida los sistemas deberían contar con un entorno completamente electrónico para documentación y pagos.

Las compañías con un registro previo deberían brindar información adicional, detalles como el nombre del conductor o el contenido de lo que llevan. El conductor podría necesitar una licencia con información biométrica y sería identificado por cámaras ANPR al acercarse a la frontera. Otros sensores en el camino detectarían un código en el teléfono celular del conductor, elaborando una nota de liberación y alertando a autoridades vía electrónica que los bienes señalados ya han pasado a través de la frontera; la nota de liberación podría abrir automáticamente una puerta para que pase el transportista.

Ningún país ha implementado aún todos estos elementos. Sus obstáculos no son únicamente tecnológicos: sería necesario coordinar diferentes autoridades aduaneras y las negociaciones podrían ser largas. Además, se expresa la preocupación de que los esquemas de empresas con un registro previo puedan ser particularmente burocráticos y caros para empresas pequeñas.

Suponiendo que se pudieran superar tales problemas, las autoridades deberían poder detener traficantes con el uso de tecnología. Podrían utilizar sistemas de localización y rastreo con satélites y redes de telefonía móvil. Las autoridades podrían asegurarse de que el contenido llegue a su destino. Fujitsu, una empresa japonesa, considera que las cámaras pueden ser utilizadas además para reconocer las marcas de identificación de contenedores, checando el estado de los sellos colocados. También sería posible reconocer los rostros de los conductores.

Aún serían necesarios los chequeos físicos, pero ya no tendrían que llevarse a cabo a lo largo de las fronteras. Podrían realizarse inspecciones aleatorias en otras ubicaciones o al notar algo sospechoso. Unidades aduaneras móviles podrían realizar chequeos utilizando dispositivos portátiles para escanear etiquetas inteligentes adjuntas a empaques o productos. También se podrían utilizar escáneres de contenedores de rayos X.

Es posible que los sistemas desarrollados para aeropuertos encuentren un uso más amplio. Podrían utilizarse “fichas” de un solo uso para acelerar el proceso de revisión en trayectos con diferentes paradas, un sistema similar ha sido desarrollado por SITA Lab, un grupo tecnológico suizo. En este sistema las “fichas” están en un teléfono móvil y representa documentos de viaje encriptados. Al llegar a un punto de chequeo o al ser detenido por un oficial, la aplicación genera un código QR que es escaneado para brindar la información del viajero y se guardan en una base de datos asegurados.

Para fronteras con falta de infraestructura, se puede utilizar un sistema llamado OptaSense de QinetiQ. OptaSense utiliza un cable de fibra óptica colocado bajo tierra, el cual es capaz de interpretar ondas sonoras del exterior a través de vibraciones con características ópticas que pueden ser detectadas al proyectar un láser a través de este cable. Este sistema es capaz de detectar a peatones cruzando por encima y diferenciar un tractor de un camión de carga.

Con suficiente determinación y dinero es posible hacer que una frontera dura desaparezca. Las mayores complicaciones son políticas, además de alcanzar cierto grado de aceptación de la población. Si bien en países como Irlanda puede que no sean utilizados, en otras partes del mundo los viajeros encontrarán su paso más sencillo.