Crisis in the Sahel. The West is fighting a forgotten war against jihadists in Africa. It is too soon to bring the troops back home

Cita: 

The Economist [2019], "Crisis in the Sahel. The West is fighting a forgotten war against jihadists in Africa. It is too soon to bring the troops back home", The Economist, London, 4 de mayo, https://www.economist.com/leaders/2019/05/04/the-west-is-fighting-a-forg...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Mayo 4, 2019
Tema: 
La expansión del yihadismo en África
Idea principal: 

Abu Bakr al-Baghdadi, líder del Estado Islámico, emitió su primer mensaje en video después de cinco años el 29 de abril de 2019. Sus seguidores han sido vencidos en la batalla. Su "califato" en Irak y Siria perdió su último trozo de territorio en marzo de 2019. No obstante, el líder ofreció cierta esperanza a sus seguidores. Dio la bienvenida a las recientes promesas de lealtad por parte de grupos yihadistas en Mali y Burkina Faso, y destacó alabanzas a Abu Walid al-Sharawi, el líder del Estado Islámico en el Gran Sahara.

En 2018, casi 10 mil personas, en su mayoría civiles, murieron por la violencia relacionada con el traslado y asentamiento de los yihadistas en África. Es una cantidad similar a los asesinados en el conflicto con los yihadistas en Irak y Siria. El número de tropas occidentales y aliadas que combaten a los yihadistas en África también puede superar pronto a los que combaten en otros lugares.

Las fuerzas armadas de Estados Unidos tienen aproximadamente 7 000 activos desplegados en el continente. Francia tiene cerca de 4 500 en el Sahel. Si se incluye a Alemania e Italia, cada uno con casi mil, y aliados como Canadá, España, Estonia y Dinamarca, el número de efectivos supera a los 14 mil estadounidenses en Afganistán. El conflicto se extiende a través de una amplia extensión de África, desde Somalia en el este hasta el Océano Atlántico en el oeste. Algunos de estos estados apenas controlan gran parte de su propio territorio supuesto. En Malí, Burkina Faso y Níger, el número de personas asesinadas por yihadistas se ha duplicado en cada uno de los últimos dos años y en 2018 alcanzó la cifra de 1 100. En Sahel, unos 5 mil han sido asesinados en los últimos 5 meses. En el área alrededor del lago Chad, 2.4 millones de personas se han huido de los ataques de Boko Haram, un grupo terroristas que ata bombas a los niños. El número de grupos yihadistas en el Sahel se ha multiplicado, de uno en 2012 a más de diez en el último recuento del Departamento de defensa de Estados Unidos.

Los yihadistas han valorado hábilmente las líneas de fractura preexistentes. El caos está haciendo metástasis en un conflicto más amplio entre milicias étnicas, agricultores y pastores, y han iniciado un ciclo de asesinatos de ojo por ojo atacando pueblos y provocando represalias por parte de las milicias. En 2019, en Burkina Faso, una milicia mató a unas 210 personas en Yirgou, una aldea del desierto y sus alrededores. Los gobiernos sahelianos tienen buena parte de la culpa por todo este derramamiento de sangre afirma The Economist. Los gobiernos sahelianos merecen gran parte de la culpa por todo este derramamiento de sangre. Varios han apoyado a las milicias étnicas, que consideran una forma barata y sencilla de matar a los yihadistas y sus partidarios. Esta táctica ha fracasado. Las milicias son tan brutales e indisciplinadas que es casi seguro que aumentan el apoyo a los yihadistas. El conflicto podría romper estados frágiles, desplazando a millones de personas. La insurgencia yihadista africana tiene demasiadas causas profundas para ser sofocada con facilidad o rapidez. Los gobiernos en el Sahel deberían comenzar por desarmar a las milicias.

Dado el potencial del yihadismo africano para propagar ataques en el extranjero, los extranjeros también tienen interés. Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, reveló planes el año pasado para reducir 10% sus fuerzas en África. Las tropas occidentales serán necesarias en la región durante años, para entrenar y apoyar a las fuerzas locales. El apoyo militar debe ir con la democratización y la reforma económica, en lugar de apuntalar regímenes cuya corrupción provocó disturbios en primer lugar. la lucha contra aquellos que toman las armas en busca de una utopía islamista imaginaria probablemente durará décadas. Al igual que la lucha contra el comunismo durante la Guerra Fría, "la clave de la victoria será ganar corazones y mentes" concluyó The Economist.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El continente africano se ha consolidado como escenario del yihadismo internacional y ha alcanzado niveles de letalidad sin precedentes. Es necesario analizar el impacto político, económico y social que ha tenido la expansión del terrorismo en territorio africano. En efecto, esto es un fenómeno de expansión que considera distintas variables que permiten la expansión y consolidación del terrorismo, la presencia de un corpus político y su legitimidad son cuestionados a partir de la presencia de distintos focos terroristas en la región. Ciertamente. la configuración de estos sujetos de la guerra responde a lógica estatal y las coyunturas que estos actores observaban para poder insertarse.